MARTES Ť 27 Ť MARZO Ť 2001

Ť Virginia Pérez, de Servicios del Pueblo Mixe, explica la forma de organización indígena

Autonomía no es independencia, es reconciliación

Ť El gobierno quiere desestructurar las comunidades por medio de los partidos políticos, afirma Ť Rechaza el Plan Puebla-Panamá, porque rebasa a Fox; es un proyecto de EU

RAMON VERA HERRERA

"Sigamos en la lucha hombres y mujeres. Vamos juntos, de la mano", dice entrevistada para La Jornada Virginia Pérez Díaz, de Servicios del Pueblo Mixe, una joven de Santa María Tlahuitoltepec perteneciente a una generación formada por el ya fallecido Floriberto Díaz, pensador mixe que fundamentó con detalle la idea de la comunalidad como se ejerce entre los pueblos indios. Esta generación de jóvenes mixes continúan vinculados a sus comunidades y trabajan para ellas.

Virginia continúa: creo que cada pueblo indígena participa en la lucha desde el inicio, desde hace más de 500 años. Ahora con mayor fuerza cuando el Ejército Zapatista se da a conocer. Nosotros no estamos a favor de las armas, pero sí a favor del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, a partir de los acuerdos de San Andrés, que recogen el sentir de los pueblos indígenas que desde siempre hemos exigido el respeto a estos derechos y a las culturas.

La exigencia tiene una fundamental importancia en que se nos reconozcan estos derechos. Sin la exigencia no va a ser posible. Queremos que se reconozcan y se ejerzan, porque esos derechos nos pertenecen. No le estamos exigiendo regalías al gobierno. Solamente exigimos el reconocimiento y que podamos ejercer estos derechos.

La autonomía no plantea la división de la nación mexicana en varias naciones. Nosotros los pueblos indígenas nos sentimos parte de este pueblo mexicano, pero esta autonomía significa que nos respeten los derechos, esa organización política propia que existe en nuestras comunidades, la forma de procuración de justicia. Es eso lo que queremos que nos respeten.

Tampoco significa -como mucha gente lo ha manejado- que si se logra la autonomía los recursos que se asignan a los municipios ya no llegarían a ellos. No, al contrario. Ese es un derecho que tenemos: que todas las comunidades, que todos los municipios cuenten. Porque nosotros igual estamos aportando a la contribución. Estos recursos tienen que mantenerse, seguirse asignando a los municipios. No planteamos una separación del Estado mexicano con los pueblos indígenas.

Es el reconocimiento de que aquí hemos estado siempre. Somos los pueblos originarios y no nos han querido reconocer. Han querido mantener sus ojos cerrados, los oídos cerrados ante la realidad. Ante la pobreza extrema. No solamente son los pueblos indígenas. Existe mucha gente que no es indígena, que es mestiza, pero son campesinos que viven en la pobreza extrema. Existen muchos sectores marginados, ignorados. Por eso es que ahora que hemos planteado esto más a nivel nacional, más abiertamente con este recorrido que se ha hecho junto con la caravana zapatista, la gente ha entendido cuál es nuestro planteamiento, porque es común, es de todos, es de la sociedad civil, no solamente nuestro.

La comunidad

La comunidad son nuestros sistemas normativos propios. Es una forma de organización colectiva. Los derechos que exigimos son los derechos colectivos, no los derechos individuales. La comunidad tiene vigencia y va a seguir teniendo vigencia porque la forma organizativa incluye la participación de toda la comunidad; las decisiones se toman en asamblea. La autoridad sirve al pueblo. No se sirve a él mismo. Sirve obedeciendo al mandato del pueblo. En este caso la casa municipal es la casa del pueblo, es la casa de la autoridad.

Existe inclusive el órgano del consejo de ancianos y principales que es un órgano consultivo para cuando hay que tomar una decisión de mucha mayor importancia. Entonces a ellos se les consulta. Es el primer órgano de consulta de la autoridad. Si ahí no se toma ninguna decisión, se pasa a la asamblea general del pueblo y las decisiones se toman en comunidad, en común, en conjunto. Tiene vigencia y tiene mucha relevancia. Y la seguimos manteniendo a pesar de toda la necedad del gobierno, que quiere desestructurar la forma organizativa de las comunidades a través de los partidos políticos. Con ellos llega la idea de que la gente empiece a cobrar. Entonces empiezan los intereses personales, los intereses individuales. Y esto es lo que no queremos. Cuando la autoridad sirve, sirve gratuitamente. Cuando la autoridad es elegida en asamblea el servicio es gratuito. No es remunerado. Entonces la autoridad siente el compromiso, el peso, de que tiene un pueblo encima, de que tiene que responder por él, de que tiene esa gran responsabilidad de guiar bien a su pueblo. Y que si no lo hace bien, el pueblo está ahí para llamarle la atención.

La mujer, la costumbre y la educación

La mujer tiene mucha relevancia. Pero al ser derechos colectivos los que planteamos, cuando dice una mujer: el derecho a la salud, el derecho a la reproductividad, eso significa que también se está preocupando por sus hijos, por su familia, no es solamente por ella la mujer. Aquí no podemos tener una postura feminista radical. Nuestra realidad indígena es otra. Nuestra participación comunitaria, ahora en muchas comunidades, ya es más presente. Ahora podemos participar en las asambleas comunitarias, en los cargos comunitarios, como mujeres. Tenemos la voz y la palabra. Aquí no somos ignoradas. Quizá hay, todavía algunos pueblos indígenas en donde la participación de la mujer es mínima, pero las mismas comunidades indígenas están impulsando para que la participación de la mujer cada vez sea más activa en la vida política, cotidiana de la comunidad.

Hay algunos usos y costumbres, en el caso de la mujer, que hemos escuchado mucho en los medios de comunicación: "esto no es del mundo actual, cómo venden a la mujer por un borrego, por una botella de mezcal, que hagan este intercambio". Reconocemos que hay costumbres que hay que cambiar -- pero en todas partes, en todos los estratos sociales. Pero a partir de qué se cambia. A partir de la educación. Entonces nosotros tenemos que trabajar la educación. Pero una educación que sea acorde a la realidad de las comunidades y los pueblos indígenas, inclusive a la nación mexicana. Porque los contenidos que ahora se manejan ni siquiera son de acuerdo a México. Al país pluricultural que existe en México.

Pero también necesitamos el apoyo del gobierno, el apoyo que a nosotros por derecho nos corresponde y a ellos les compete dar a las comunidades indígenas. No necesitamos que nos vayan a alfabetizar, que nos vayan a enseñar a aprender a leer y escribir el español y el contenido sea el mismo, sea el occidental nada más. Eso no tiene que con las comunidades indígenas, ni siquiera en el país existe una verdadera educación ni bilingüe ni bicultural, que eso es lo que debiera de ser.

Muchos niños, muchos jóvenes y muchas personas, ignoran esta realidad. De repente encuentras a gente que se sorprende. "ƑCómo es eso, todavía existen los indios?, eso es todavía de la prehistoria. Esa gente nos dice que existían los pueblos indios, los conquistaron los españoles y esa es la historia de México. Pero no conocen la realidad actual. Esa realidad también debe plasmarse en los sistemas educativos actuales.

Es importante por eso que sigamos en la lucha y continuar en la lucha tanto hombres y mujeres. Igual, vamos, de la mano. Vamos juntos. Vamos a seguir luchando por nuestros derechos. Es una lástima, es una pena que el gobierno cierre los ojos ante esa realidad.

Los megaproyectos

El gobierno que ha prometido el cambio, el gobierno del cambio, de la modernidad, ahora quiere -si no terminaron de vender el país- terminar de venderlo. Este plan Puebla-Panamá inclusive rebasa al gobierno mexicano. Aquí existen muchos intereses que son de gobiernos internacionales y por qué no mencionarlo, de Estados Unidos. Que es el que necesita ese canal. Y como ahora dice Fox, estamos mirando hacia el sur, vamos a beneficiar a las comunidades indígenas con proyectos productivos. No es cierto. Van a destruir a las comunidades indígenas. Van a destruir las raíces indígenas, van a hacer desaparecer de sus tierras y de sus territorios a los pueblos que son originarios de ahí para expropiar la naturaleza que existe. Pero para nosotros la naturaleza, la tierra, es la que nos da la vida. Y nosotros respetamos a las plantas, a los animales. Y van a exterminar la riqueza cultural, la riqueza espiritual de los pueblos indígenas que existen ahí, y al rato en vez de 56 pueblos indígenas va a haber cinco o seis si acaso, van a exterminarnos en estos diez años si este proyecto continúa.

Nos declaramos en contra de este Plan Puebla Panamá porque no nos va a beneficiar a nosotros, ni siquiera a Fox. No es de extrañar que lo rebase a él mismo. Lo grave es que ya no es un proyecto, ya es una orden, aunque vaya a dañar inclusive la soberanía nacional.