LUNES Ť 26 Ť MARZO Ť 2001

TEATRO

Raúl Díaz

Monólogos vaginales

A usted señora o señorita Ƒcómo le gustaría vestir a su vagina? Le pondría un serio (quizá negro) traje sastre y zapatos de charol de tacón alto? ƑO la preferiría de mascada y puramente casual?

Y a usted caballero cómo le gustaría ver vestida a una vagina paseando un soleado medio día por la avenida Reforma. ƑLa preferiría de minifalda y botas altas o se inclinaría más por una elegante falda Chanel y bolsa y zapatos Pierre Cardin?

Por supuesto y antes de que me acuse de elitista, déjeme decirle que no ignoro la existencia de las vaginas puramente proletarias, ni las estudiantiles que irían por allí de uniforme o las deportistas que se desplazarían rápidamente luciendo coloridos pants. Pero, bueno, cada quien su preferencia y posibilidades para vestir o querer ver vestida a su vagina como realmente se le dé la gana o pueda.

ƑY que diablos tiene que ver una o varias vaginas y la locura de pretender que se vistan con una columna teatral como se supone que es ésta?

La respuesta es mucho más simple que lo que usted cree, y es que esa interrogante de cómo vestiría usted a su vagina es uno de los varios episodios que hacen desenvolverse de manera realmente hilarante la pieza teatral Monólogos de la Vagina, original de la estadunidense Eve Ensler, que está causando sensación en una sala que durante años ha estado desocupada o muy malamente utilizada, la Sala Chopin de Alvaro Obregón y Oaxaca, colonia Roma, que como se sabe, pertenece a una casa comercializadora de instrumentos musicales, de allí el nombre del estupendo pianista y compositor polaco.

Desde luego, estoy de acuerdo con usted, una vagina parlante por muy cosa extraordinaria que sea puede no resultar del todo atractiva, pero el caso es que estos monólogos vaginales no se dan sólo por la vagina sola sino que ésta está acompañada por todo el cuerpo de seis muy buenas -algunas estupendas- actrices que son las que encarnan la obra que hoy nos ocupa y solaza. Estas actrices que se turnan para efectuar las representaciones son, citadas por orden alfabético: Sofía Alvarez, Lilia Aragón, Pilar Boliver, Ana Karina Guevara, Andrea Legarreta, Anabel Ochoa, Adriana Roel y Stephanie Salas.

Ellas se encargan de mostrarnos muy diversas situaciones por las que una vagina puede atravesar y si bien nos llevan, por ejemplo, a lo sublime de ser canal para una nueva vida y el alumbramiento, igual nos trasladan a lo brutal de una violación pero, también, y he aquí la recompensa, a las delicias del placer sexual sea este hetero u homosexual.

Empero, no importando de qué situación monologuen estas vaginas parlanchinas nunca llegarán a lo truculento ni la pesadez dramática sino que siempre mantendrán un tono "alivianado" que permitirá, entre otras cosas, recordar que quien sabe por qué razones a ese exquisito órgano femenino no lo llamamos por su nombre de vagina sino, en México para ya no meternos a otros bemoles, preferimos denominarla de maneras que, si las analizamos un poquito, nos daremos cuenta que son verdaderamente idiotas. Vea si no. Panocha, chocho, papaya, bizcocho, paloma, pepa, concha y muchos otros que cada noche de representación una de las lindas actrices se encarga de recitar.

Obra realmente refrescante en cualquier cartelera "seria", Monólogos de la vagina disfrutable de principio a fin se presenta, jueves y viernes a las 19:30 y 21:30, sábados a las 18:00, 20:00 y 22:00, y domingos a las 15:30 y 19:30 hrs. en la referida Sala Chopin