DOMINGO Ť 25 Ť MARZO Ť 2001
Ť Fue tratada de posible bronquitis en el servicio de urgencias del IMSS en Querétaro
Desde hace 10 años, una menor padece parálisis cerebral causada por negligencia de enfermeras
Ť Después de darle la mamila fue atada a una cuna, lo que le causó broncoaspiración
Ť Médicos del instituto trataron de atemorizar a los padres; el caso sigue abierto
ANGELES CRUZ
Yamil Sulem Pulido Esquivel tenía un año de edad cuando, por la presencia de una posible bronquitis, ingresó al servicio de urgencias del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro. Los médicos únicamente le realizaron algunos estudios para precisar la enfermedad. Una semana después, la niña fue dada de alta con una parálisis cerebral irreversible ocasionada por una broncoaspiración, la que a su vez la llevó a un paro cardiaco.
Durante media hora, el cerebro de la menor dejó de recibir oxígeno, según acreditaron los peritajes médicos. Después de darle la mamila, las enfermeras del nosocomio la amarraron de pies y manos a la cuna -igual que ocurre en la mayoría de las áreas de pediatría de urgencias del Seguro Social-, por lo que no pudo incorporarse para eructar. Broncoaspiró y nadie se dio cuenta, hasta después de un rato.
Era el 22 de octubre de 1991, y el único pediatra que en ese momento podía ayudarla se encontraba en el quinto piso del inmueble. El servicio de intercomunicación telefónica del hospital no servía, así que tuvieron que ir personalmente por él. Horas más tarde, los padres de Yamil fueron informados que habían surgido problemas y debían estar pendientes, porque la niña podría morir dentro de las siguientes 24 horas.
Sorprende a médicos que la niña viva
Los mismos médicos se sorprendieron de que Yamil haya logrado sobrevivir, recuerda su madre, Patricia Esquivel. Relata que al principio los galenos del instituto pretendieron ocultar el problema y llegaron al extremo de asegurar que la niña ya tenía la parálisis cerebral. Sin embargo, sus padres lograron acreditar que la pequeña era normal, ya caminaba y asistía a una guardería. Ahora, con 10 años de edad, Yamil no sostiene su cabeza, no se sienta sola, no habla, no se mueve.
No sólo eso, con frecuencia está afectada por infecciones en las vías respiratorias y a diario padece de convulsiones. Pueden ser alrededor de diez, si la pequeña está tranquila, y hasta 30, cuando está nerviosa o estresada. A decir de los médicos que la han tratado, Yamil necesita de un tratamiento neurológico altamente sofisticado para reducir o eliminar las convulsiones.
De acuerdo con la señora Patricia Esquivel, este problema acentúa las limitaciones físicas de su hija, quien de por sí tiene grandes dificultades para -por ejemplo- extender los dedos de las manos. Cuando le dan las convulsiones tiende a contracturarse aún más, explica.
Después de que los padres de Yamil acreditaron que la lesión cerebral le fue ocasionada en el IMSS, el instituto reconoció la negligencia médica y ofreció a los señores Pulido Esquivel una indemnización de 36 mil pesos para desligarse completamente del asunto. Como esto no cubría las necesidades de la menor, la familia interpuso una demanda penal y una civil. La primera concluyó con la inhabilitación temporal de las enfermeras, y en la segunda, la juez de primera instancia, Elvia Julieta Paredón, sentenció al IMSS al pago de una indemnización por incapacidad total permanente y al otorgamiento de todos los servicios médicos que requiera a lo largo de su vida.
La sentencia señala que sólo en caso de que fuera ''absolutamente necesario'', el instituto absorbería los gastos de los servicios privados que no pudiera proporcionarle a Yamil. Además, tendría que pagar 20 por ciento anual sobre las cantidades que se determinen por los daños extrapatrimonial y moral, contabilizados a partir del 23 de octubre de 1991. La sentencia, emitida en julio de 2000, también determina que la institución pagará los gastos generados por el juicio civil.
Inconforme con la resolución, y a pesar de estar totalmente comprobada la negligencia médica, el instituto apeló la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro. Aproximadamente en un mes estará lista la resolución en esta instancia.
Los padres de Yamil aseguran que los servicios médicos del Seguro Social no satisfacen las necesidades de su hija. No cuenta con terapias de rehabilitación física y los medicamentos son insuficientes para combatir las infecciones que continuamente sufre la niña.
A fines de enero pasado, Salvador Rochín Camarena, delegado del IMSS en Querétaro, citó al señor y la señora Pulido Esquivel para plantearles su interés por concluir el asunto. Cuando recién había ocurrido la negligencia médica, los médicos ''aconsejaron'' a los padres de Yamil que no iniciaran el proceso legal: ''ƑNo saben quién es el Seguro? Nada más van a perder su tiempo'', les advirtieron.
Rochín Camarena les ofreció que el IMSS se comprometería a dar la atención médica. Sobre el aspecto económico, el funcionario les pidió una propuesta, misma que los padres de Yamil le enviaron el pasado 7 de febrero. A la fecha, siguen esperando la respuesta.