DOMINGO Ť 25 Ť MARZO Ť 2001

Ť Elabora iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo

Apoya Insen la reinserción de ancianos en el mercado laboral

Ť Redundaría en una mayor producción, considera Ť Pugna por evitar que la gente mayor de 60 años sea discriminada

ALMA E. MUÑOZ

Aún no se aprueba el cambio de nombre para el Instituto Nacional de la Senectud y ya dentro de la Secretaría de Desarrollo Social se le denomina Instituto Nacional de la Plenitud. Convencidos de obtener la anuencia, los funcionarios de este órgano desconcentrado ya no llaman ancianos a los mexicanos mayores de 60 años, sino "personas en edad de plenitud". Y buscan su regreso al mercado laboral pues están convencidos de que su experiencia redundaría en una "mayor y mejor producción".

Para alcanzar el éxito en esta empresa, elaboran una iniciativa de modificación a la Ley Federal del Trabajo, con el fin de "impedir la discriminación de trabajadores de edad avanzada que se encuentran física y mentalmente en plenitud de sus facultades".

De entrada, el director del aún llamado Insen, Pedro Borda, impulsa "crear conciencia" entre los ciudadanos de la importancia por rescatar la "dignidad" de los adultos de la tercera edad y para ello, dice, trabajan en la realización de una telenovela y buscarán, además, en coordinación con los diferentes medios de comunicación del país, establecer un "teletón" bajo la premisa de reincorporar a ese grupo a "un trabajo remunerado que reditúe en una vida digna de la cual son merecedores".

A sabiendas de que las enfermedades crónico-degenerativas más frecuentes -diabetes mellitus, hipertensión arterial, tuberculosis, arterioesclerosis, artritis reumatoide, entre otras- dentro de este sector de la población disminuyen la calidad de vida, se plantea una cruzada nacional con el fin de prevenir y evitar, en lo posible, que ese tipo de males se desarrollen, pues podrían conllevar, debido a un mal control, a secuelas que van desde pérdida de la sensibilidad, alteraciones renales, cardiacas, ceguera, hemiplejias, paraplejias y demás.

Pondrían en marcha programas de testamentarización y bolsas de trabajo

Pedro Borda establece entre sus líneas de trabajo instrumentar, además, un programa de testamentarización y poner en marcha dentro de las secretarías de Estado y delegaciones políticas, bolsas de trabajo.

Frente a la carencia de empleo que padecen algunos ancianos (universo calculado en siete millones a nivel nacional), el Insen pugnará por modificar la Ley Federal del Trabajo en busca de respeto a la igualdad que debiera existir dentro del mercado laboral, sin importar la edad, sexo, condición social, religión, raza o doctrina política.

"Se deben adoptar medidas que tengan por objetivo impedir la discriminación contra los trabajadores de edad avanzada y garantizar las condiciones mínimas de subsistencia para lograr una mejor calidad de vida, pero además, como un reto para fortalecer económicamente a uno de los sectores más desprotegidos de la sociedad hoy en día", señala el documento donde se establecen los ejes estratégicos del instituto.

La directiva se muestra convencida de que los trabajadores de 60 años o más, en plenitud de sus facultades físicas o mentales, por lo general son personas con experiencia, "de tal manera que en vez de ser rechazados es necesario su aprovechamiento".

Bajo la premisa de que durante la administración 2000-2006 se debe ayudar, atender, proteger y orientar a "las personas en edad de plenitud", el Insen -al cual por adelantado se denomina Inplen en el texto citado-- elaborará una encuesta para conocer "todos y cada uno de los aspectos de esta población, desde el número, distribución, condición socioeconómica, edad, necesidades y expectativas".

Cuenta como unos de sus programas propiciar el intercambio generacional "a fin de favorecer la transmisión de los valores sociales aceptables, a través de la presentación de actividades culturales, talleres artísticos, encuentros deportivos e intercambio epistolar".

Según el documento, el instituto también planea iniciar una cruzada educativa, "ya que cada día se incrementará el número de personas que alcanzará esta etapa, dado el incremento en la esperanza de vida".

Señala el texto que "es el momento de inculcar en nuestros niños y niñas una cultura de respeto hacia sus mayores, logrando a través de esto un acercamiento entre los dos extremos de la vida"