DOMINGO Ť 25 Ť MARZO Ť 2001
Ť El gobierno poblano pide retirar la denominación de origen
La talavera de Dolores, Guanajuato, enfrenta a su similar de Puebla
Ť Esta artesanía se realiza desde que Miguel Hidalgo y Costilla enseñó la faena de moldear el barro
MARTIN DIEGO CORRESPONSAL
Dolores Hidalgo, Gto., 24 de marzo. Cuentan los viejos que fue el cura Miguel Hidalgo y Costilla quien enseñó la faena de moldear el barro de esta región para hacer los primeros jarrones para la iglesia de Pénjamo; otros, que fue él quien inició esta actividad aprendida de sacerdotes de España. Así, la talavera de Dolores nació casi al mismo tiempo que la patria.
Cerca de 20 mil familias, según la Secretaría de Desarrollo Económico, dependen directamente de esta actividad, no sólo en este municipio, sino de otros, pues la arcilla "que hace tan especial la talavera en esta zona se encuentra también en los municipios de San Miguel de Allende y San José Iturbide", comenta José Buenrostro Oropeza, uno de los artesanos más longevos de esta ciudad.
"Hace más de tres años la talavera de Dolores era de las más requeridas, tanto en Europa como en Estados Unidos, pero poco a poco empezaron los problemas para nosotros" y, tiempo después, enfrentó la solicitud del gobierno poblano por retirar la denominación de origen a la talavera de Dolores.
Recuerda que en 1997, las autoridades de Ecología estatal, entonces encabezadas por Ricardo de la Parra Barnard, instruyeron no continuar con la "explotación de la zona serrana de Dolores Hidalgo, pues esto podrá ocasionar una depredación de la zona boscosa", según una nota de un periódico local fechado en marzo de ese año.
Tiempo después, y ya con la venia del gobierno local para continuar con la explotación de sólo 16 bancos de arcilla, llegó una nueva disposición oficial, "dado que los hornos en que se cuecen las vasijas emiten partículas peligrosas al ambiente, es necesario que se cambien los procesos de cocimiento y de horneado", dictaminó en 1998 el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato.
Esta situación "golpeó al sector" recuerda el presidente de la asociación de artesanos de ese
entonces, Carlos Gael, y "fuerte porque las ventas disminuyeron considerablemente por la calidad de la arcilla, al cliente no se le puede engañar pero el gobierno a nosotros sí nos engañó, nos dijeron que vendrían apoyos pero no llegaron además de que el proceso de cocción cambió de manera total la calidad de la talavera".
A pesar de esta nueva disposición, los artesanos modificaron sus hornos, sus sistemas que entonces eran a base de desperdicios de madera y hule, ahora se transformaron en hornos de gas "nosotros entonces pusimos nuestras condiciones", dice Gael, "la primera fue que el gobierno de Vicente Fox nos abriera el mercado para poder exportar, (pues) nosotros habíamos cumplido".
En este tiempo, según los anuarios de la presidencia municipal, las ventas por persona alcanzaban apenas los 900 dólares anuales por orfebrería (sólo son reconocidas las de exportación), fue el tiempo en que de Dolores Hidalgo salieron los artesanos a la ferias, a los cruceros y a los paradores turísticos de la capital del estado y a otros municipios donde presumían que su producto lograría tener aceptación, la única competencia que se tenía entonces era la talavera poblana, una región lejana del centro del país.
El entonces secretario de Desarrollo Económico, José Manuel Mendoza Márquez (hoy alcalde de Celaya), y el presidente de la Coordinadora para el Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), Ricardo Alaniz Posada (ahora senador de la alianza PAN-PVEM), formularon propuestas para que la talavera dolorense encontrara un importante mercado en los países de Europa y Norteamérica.
Esta relación entre los artesanos, para entonces obligados por el propio gobierno estatal a transformar sus talleres familiares en pequeñas fábricas, dio sus primeros resultados a principios de 1998, cuando el ingreso por familia, según estadísticas de la presidencia, superaron los 2 mil 500 dólares al semestre.
En Francia, Austria, España, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Colombia se abrió la exportación de Dolores Hidalgo que, necesariamente, encontró el camino explorado por los productos poblanos.
Sin embargo, a inicio de 1999 y a iniciativa del "secretario de Desarrollo Económico de Puebla que tenía intereses personales y pensó tener cobijo en el candidato a la Presidencia de la República de ese estado, Manuel Barttlet Díaz, solicitó que la denominación de origen de talavera fuera exclusiva" para ese estado, declara el secretario de Economía de Guanajuato, Guillermo Romero Pacheco.
Fue a inicios de ese año también cuando el entonces presidente municipal Jesús Hernández, acudió al Congreso local para solicitar la intervención de los legisladores sobre este asunto... no se logró nada, sólo que los diputados alargaran más este asunto que afectaba la producción artesanal local, eran tiempos políticos, de campañas y de elecciones, los diputados de la 57 legislatura sólo turnaron la petición a la comisión correspondiente, no pasó nada.
Para entonces, el presidente del Cofoce, Ricardo Alanís, dijo que "es repugnante que se pretendan prácticas monopólicas en el país", frase que utilizó hasta julio pasado cuando ganó un escaño en el Senado.
En tanto, los artesanos de Dolores buscaron la manera de competir con los de Puebla, lo hicieron en varios estados mediante convenios con tiendas departamentales y hasta armaron, con la secretaría de Desarrollo Económico, una exposición itinerante llamada Un rincón de Guanajuato.
Al paso del tiempo, y con el respaldo de haber cumplido con los requerimientos del gobierno estatal, solicitaron a Manuel Mendoza, entonces secretario de Desarrollo Económico, que hiciera su trabajo pero "nunca estaba, siempre de viaje y necesitábamos que nos contara cuál era el proceso que seguía nuestro asunto, nos decían que estaba en otro país, que no estaba en México, la gente, la verdad que se cansó de buscarlo".
El tiempo pasó y no se dio solución al conflicto. José Manuel Mendoza Marques, que para entonces ocupaba la presidencia municipal de Celaya, consideró que "no habría problema si los artesanos llaman a su trabajo artesanía de Dolores, la gente sabe dónde hay calidad".
Pero los productores estaban inconformes con esta solución -que, por cierto, se recibió después de seis meses de planteado el problema- pues para entonces los tratos comerciales con los mercados que habrían sugerido los propios funcionarios estaban comprometidos por talavera de Guanajuato, no por artesanía de Dolores Hidalgo.
Mientras, de un padrón de 380 talleres cerraron 110, "la mayoría de la gente se fue para el norte, y es que de veras, ya no se podía con esta situación" dice Melchor Arredondo.
El tiempo pasó y las negociaciones para lograr que no se retire la denominación de origen se convirtió en un donativo del gobierno estatal por 200 mil pesos, que por cierto se pagaron a un despacho privado, para que continúe con el litigio legal y conservar así denominación de origen a la talavera de Guanajuato.
La producción ha bajado 40%
A unos días de que se cumpla un año de la solicitud del gobierno poblano de retirar la denominación de origen de la talavera fabricada en Dolores Hidalgo la situación no es distinta, los talleres han disminuido su capacidad de producción hasta 40 por ciento, las inversiones para cambiar los talleres familiares en empresas se han comido las pocas utilidades de los artesanos, mientras la única esperanza que se tiene es que "ahora con el presidente Fox en el lugar donde está, las cosas deben cambiar", tranquiliza Guillermo Romero Pacheco, secretario de Desarrollo Económico y sustentable del gobierno.
En estadísticas, entonces, se han perdido hasta mil 500 empleos, han cerrado 110 talleres y la producción ha bajado 40 por ciento, sólo en un año, cuando los funcionarios lograron otros puestos públicos, en que no se ha logrado comercializar en los nichos de mercado internacionales el producto.