SABADO Ť 24 Ť MARZO Ť 2001
Ť Mañana cumpliría 75 años de edad
Revisitar la poesía de don Jaime es vivir la libertad
Ť ''Cantar es derramarse en gotas de aire... temblar''
JAVIER MOLINA ESPECIAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 23 de marzo. Vamos a recordar a don Jaime, en el comienzo de esta primavera. Recordaremos de nuevo cuando lo conocimos en Tuxtla Gutiérrez, en 1962, cuando él tenía 36 años y fue a visitar su ciudad natal en compañía de Efraín Huerta, Thelma Naca y Jesús Arellano.
También nos viene la imagen de aquella velada en la ciudad de México, ya en los años sesenta. Lo escuchamos y lo vemos leyendo en voz firme y delicada y alta el poema de amor de Miguel Hernández: ''Tú eres la noche esposa/ yo soy el mediodía".
Al recordarlo vivimos la hermosa libertad de recordar sus poemas, de recordarlos a nuestra manera. Nuestra lectura. Don Jaime tiene poesía para todos, así como el buen pan y el buen vino.
Por ejemplo, cuando canta en la ciudad: ''Abre sus calles esta ciudad de México/ como los brazos de una amante nueva". O cuando de alguna manera pensamos en la larga marcha de los indígenas chiapanecos a la capital de la República leyendo estos versos de Tarumba: ''A caballo, Tarumba, / hay que montar a caballo/ para recorrer este país".
También el inquietante día desconocido que encontramos en su libro Yuria: ''Hay un día entre el domingo y el lunes/ que salgo al campo".
-ƑQué día es ese? Le preguntamos alguna vez.
-Es el día que buscamos viviendo en esta gran ciudad -nos dijo-, el día que no existe y que buscamos para salir al campo.
Y ahora que se habla de la conducta de nuestros paisanos que se hallan en la ciudad, vienen al caso estas palabras procedentes de la selva, de su libro Maltiempo: ''Te dicen descuidado porque ellos están acostumbrados/ a los jardines, no a la selva".
Y a estas alturas nos percatamos de qué sencillo es recordar a don Jaime, y nos lo explicamos así: porque es muy sencillo recordar las cosas buenas, la música de la poesía, las palabras verdaderas. Y porque es bueno recordarlo en estos días del sol, con la luz de la primavera, en estos días en que se conmemora su nacimiento, su llegada al mundo en marzo de 1926.
Recordemos pues su canción de amor en lo diálogos de Adán y Eva:
''-ƑQué es el canto de los pájaros, Adán?
-Son los pájaros mismos que se hacen aire. Cantar es derramarse en gotas de aire, e hilos de aire, temblar."
Y recordemos también lo que se dice, lo que decimos cuando algo bueno nos sucede: ''Debí haberte encontrado diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo".