SABADO Ť 24 Ť MARZO Ť 2001

Ť Recibió de García Márquez el premio Kostakowsky

Zalamea: debemos apostar por la universalidad de la cultura

ANGEL VARGAS

En su condición de presidente en turno de la Fundación Lya y Luis Cardoza y Aragón, AC, el Nobel colombiano Gabriel García Márquez entregó ayer a su compatriota Fernando Zalamea Traba el séptimo Premio Anual de Ensayo Literario Hispanoamericano Lya Kostakowsky, cuya versión anterior correspondió al cronista y ensayista mexicano Carlos Monsiváis.

Al término de la ceremonia, efectuada en la sede la fundación, en Coyacán, el galardonado desbordó en lágrimas la emoción apenas contenida mientras, en su discurso de agradecimiento, dedicaba la distinción a su madre, la poeta argentina Marta Traba y al escritor uruguayo Angel Rama, ambos fallecidos en una accidente áereo en 1983, en el que pereció también el autor mexicano Jorge Ibargüengoitia.

García Márquez abrazó a Zalamea y dialogó con él, conversación a la que se unió el ex legislador Carlos Payán, integrante del comité técnico de la fundación y presidente de la misma el año pasado.

El Nobel, momentos antes, se había manifestado contento por premiar no sólo a un compatriota sino a una persona muy Ťgarcia-marquez-2-jpg cercana: ''No pueden imaginarse la alegría que me da entregar este cheque a un hijo de dos grandes amigos míos (Marta Traba y Alberto Zalamea) y nieto de un gran amigo mío (el poeta Alberto Zalamea), hermano de un gran amigo mío. De manera que la primera gran noticia que tuve de él fue la de su nacimiento. Y ahora tengo el gran placer de entregarle este cheque con la esperanza que -bromeó- no sea de hule".

Al filo del mediodía, la que fuera casa de Luis Cardoza y Aragón y Lya Kostakowsky comenzó a nutrirse de los convidados a la ceremonia. En ella se dejaron ver, entre otros, el pintor Vicente Rojo, el crítico de arte Jorge Alberto Manrique y el músico Julio Estrada; los dos primeros, parte del jurado que deliberó esta séptima versión. Lelia Driben, José-Miguel Ullán y Saúl Yurkievich fueron los otros integrantes del mismo.

La obra ganadora, Signos triádicos, nueve estudios de casos latinoamericanos en el cruce lógica-literatura-arte es una investigación que instaura un cruce de intersecciones entre pintura y literatura mediante la lógica mátemática.

Zalamea, en su discurso, resaltó la importancia de ver a la cultura como una unidad sistemática: ''Mi apuesta era, y seguirá siendo, romper clara y nítidamente con la cándida y cómoda tiranía de lo disciplinar que nos envuelve por doquier. Explorada la riqueza de la diversidad, creo sin embargo que no debemos contentarnos con los colores locales y creo que merece volver a apostársele apasionadamente a la profunda unidad y universalidad de la cultura, como un todo con permanentes fronteras en movimiento".

De su ensayo, resumió que muestra la coherencia y la similitud de muchos procesos en las creatividades matemática y estética: ''Encontré similaridades bastante finas entre la armazón de Pedro Páramo y las lógicas paraconsistentes de Newton Da Costa, entre las narraciones de Onetti y las lógicas polivalentes de Post, entre la electricidad tirante de los óleos de Matta y los teoremas de Lindström que caracterizan la maximalidad de la lógica clásica, entre los Choros de Villa-Lobos y los modelos modales de Kripke..."