SABADO Ť 24 Ť MARZO Ť 2001
Ť El nuevo presidente nacional reitera oferta de tener donativos fuertes en seis meses
Vázquez Raña tomó posesión en la Cruz Roja
Ť Fue notoria la ausencia del presidente vitalicio de la institución, José Barroso Chávez
ANGELES CRUZ
El cambio también llegó a la Cruz Roja Mexicana. En la toma de posesión de su nuevo presidente nacional, Olegario Vázquez Raña, por primera vez fueron invitados representantes de iglesias distintas a la católica (la ortodoxa y la anglicana), y no asistió el presidente vitalicio, José Barroso Chávez.
Quien sí tuvo un lugar en el presídium fue Fernando Uribe Calderón, ex presidente de la institución, quien se desligó de ésta en los tiempos de conflicto por desvío de recursos. Dejó de asistir a las reuniones del Consejo Nacional porque estaba en contra de Barroso Chávez y su gestión, pero es muy amigo de Vázquez Raña.
A la ceremonia, que se realizó en el helipuerto de la sede central de la Cruz Roja, en Polanco, también acudieron consejeros que casi nunca se dejan ver, como los empresarios Jorge Marín Santillán, Gilberto Borja Navarrete y Héctor Larios Santillán. Se sintió un aire renovador, comentaron algunos de los voluntarios.
Nadie mencionó a Barroso Chávez, quien a pesar de no estar ya al frente de la Cruz Roja desde hace dos años, permanecía muy cerca de la institución. Ayer tampoco se refirió a él Rafael Moreno Valle. Todavía el pasado 28 de febrero, al término de la reunión del Consejo Nacional de Directores lo buscó para que lo acompañara en la conferencia de prensa donde se dio a conocer el nombramiento de Vázquez Raña.
"Seguramente don Olegario quiere demostrar que aquí habrá apertura", comentaron los consejeros. Un ejemplo de ello fue la presencia en el presídium del arzobispo Antonio Chedraui, integrante de la Iglesia ortodoxa; Marcelino Hernández, obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, y Sergio Carranza, perteneciente a la Iglesia anglicana. Los tres separados apenas por unas cuantas sillas.
Al asumir el cargo, Vázquez Raña se comprometió a multiplicar las acciones y ampliar la capacidad de servicio y atención de la Cruz Roja Mexicana, siempre de manera solidaria con el necesitado. En
su discurso hizo un reconocimiento especial a la labor realizada por Moreno Valle. "Un justo reconocimiento a quien ha dado lo mejor de su vida a causas nobles y de valía", apuntó, y el auditorio lo respaldó con un prolongado aplauso para el médico y general.
Ante los secretarios de Salud, Julio Frenk Mora, y de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien además llevó la representación del presidente Vicente Fox, el empresario señaló: "el trabajo, la lealtad y la honestidad a la familia, las instituciones y los amigos han sido valores que he seguido toda mi vida, y en ellos me apoyaré para dirigir y cumplir con los deberes y responsabilidades" de la benemérita institución.
En entrevista posterior, el propietario del Grupo Empresarial Angeles y la cadena de hoteles Camino Real, reiteró su ofrecimiento de que en seis meses contará con donativos fuertes de los proveedores de sus diferentes negocios, los cuales le permitirán cierta amplitud económica para mejorar los servicios que presta la institución a su cargo.
En los siguientes seis meses, explicó, trabajará para que todo esté organizado, y en el segundo año de gestión "gozar a la Cruz Roja, vivirla, trabajarla muy bien, para luego dejarla, cuando esté en su máximo apogeo de todo". De acuerdo con los estatutos de la institución, el cargo de presidente nacional tiene una duración de dos años, al término de los cuales podría relegirse.
También acompañaron al empresario personalidades como Christian Magnani de Alemán, Jacobo Zabludovsky y José Antonio González Fernández, entre otros, quienes fueron invitados de honor a la comida que Vázquez Raña ofreció en el hotel Camino Real.