SABADO Ť 24 Ť MARZO Ť 2001

Ť El investigador mexicano asumirá la dirección del Cemamu de París

Julio Estrada recibe la encomienda de proseguir la labor de Xenakis

Ť Se encargará de desarrollar una versión pedagógica de la composición mediante el dibujo

Ť El músico francés, uno de los más relevantes del siglo XX, revolucionó el arte sonoro

MERRY MAC MASTERS

El compositor y teórico de la música Julio Estrada (DF, 1943) proseguirá la labor de Iannis Xenakis (1922-2001), uno de los compositores más importantes del siglo XX, al frente del Centro de Estudios de Matemáticas y Automáticas Musicales (Cemamu), de París, dependiente del Ministerio de la Cultura de Francia.

Estrada asumirá la encomienda de desarrollar una versión pedagógica e histórica de la computadora de la Unidad Poliagógica e Informática del Cemamu, mejor conocido como Upic, concebida por el fallecido músico, que permite componer mediante el dibujo. En este nuevo modelo, que ha llamado ''Upic siglo 21'', Estrada incluirá varias de las propuestas que, como integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM ha desarrollado durante dos décadas. Calcula que el plazo para tener este sistema informático será de cinco a diez años, con resultados ''muy concretos'' dentro de un lustro.

''Depuración estética''

Entrevistado en su casa de la colonia Del Valle y a punto de abordar el avión rumbo a París, Julio Estrada habla del grupo de estudios de matemática y automática musical (Emamu) creado por Xenakis a principios de los años sesenta y que sirvió de base para el Cemamu una década después.

El músico mexicano estudió en la ciudad luz de 1965 a 1969, y Xenakis lo invitó al grupo en 1967. En 1980, aquél participó en los primeros cursos presentar el sistema Upic. De esta experiencia, dice, hubo varios resultados como productos de enseñanza y nuevos métodos de composición, así como una reflexión acerca de esos recursos y su impacto en la escritura musical en la composición tradicional.

Durante los últimos 20 años, apunta Estrada, ''he realizado investigaciones en la UNAM que tienen una fuerte relación con algunas de las teorías de Xenakis, y proponen nuevos modelos tanto en el continuo, es decir, el espacio en el cual la escala deja de existir, como en el ámbito de las escalas. Hace diez años propuse la creación de un nuevo sistema que es una computadora desarrollada por el IIE y el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas, en la que por medio del dibujo en tres dimensiones se puede componer con materiales acústicos complejos.

''Este desarrollo se efectuó en 1991 y 1995, con otro sistema más, llamado Música Sistema Interactivo de Investigación y estrada_julio1 Composición (Musiic), que estamos por presentar en una nueva versión PC, y que ha sido desarrollado con el impulso de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, dentro del llamado Programas de Apoyo a Proyectos de Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (Papime).

A finales del año pasado el consejo científico del Cenamu me pidió tomar las riendas del proyecto Upic siglo 21. Por una parte, se había creado una versión soft o PC de la computadora Upic que existió en cuatro versiones, 1977, 1983, 1989 y 1991. Era necesario llevar a buen término otra versión iniciada hace un año, cosa que hago desde enero y que se concluirá el próximo abril''.

Estrada está consciente de que ''remplazar a Xenakis es imposible por sus altísimas capacidades'', sin embargo continuará con algunas de las empresas que su maestro francés, de origen griego, realizó e incluirá dentro de esos proyectos aquellos que el teórico ha desarrollado en México. Respecto de la investigación musical realizada aquí, Estrada dice que una de las características que más la vincula con el Cemamu es su ''depuración de contenidos estéticos''. Es decir, que la investigación ''no esté contaminada de un proyecto estético que no permita ver con claridad los objetos de estudio''.

Mayor fusión de vertientes

Acerca de sus propuestas, Estrada explica: ''Una idea central es que la música electrónica ha carecido de una representación escrita. Si tomamos el modelo de Xenakis que convierte gráficas de curvas en una escritura musical, o el de Conlon Nancarrow que escribía en partitura toda su producción -antes de crear su versión en rollo de los pianos mecánicos-, es posible considerar la importancia de ambas propuestas como modelo para una escritura de la música electroacústica en el futuro.

''Los recursos que tenemos son los programas informáticos para obtener la notación musical, pero aplicados a una música más compleja desde el punto de vista acústico. Este es uno de los proyectos: lograr una transición entre la música orientada hacia las nuevas tecnologías y la escritura tradicional, de tal manera que se cree un puente esencial entre tradición y modernidad. Esto es un aspecto que la revolución permanente del siglo XX no permitió consolidar y que subsiste en el futuro inmediato como una de las metas por resolver. Que no haya dos personalidades en la música actual, sino una mayor fusión de sus distintas vertientes.

A principios de los años cincuenta y hasta finales de los ochenta, surgió una corriente encabezada, entre otros, por Xenakis que propuso prescindir de la notación tradicional de la música como primer paso para acceder a la composición. Una de las ideas que se desprendieron de esta propuesta fue la creación de gráficas como si se dibujara la música, para permitir representar de manera más parecida cómo era en la imaginación.

Las elaboraciones de tipo gráfico, prosigue Estrada, venían acompañadas, ya sea de una invitación al intérprete a ejecutar directamente sobre la gráfica, u obtener resultados muy precisos producto de la transcripción del dibujo en notas musicales. Esa idea propuesta por Xenakis ''revolucionó'' la escritura musical que de ser puerta de entrada a la composición ahora se convertía en puerta de salida. Es decir, ''primero se dibuja y después se llega a la partitura''. Esto quiere decir que ''los sistemas musicales de tipo combinatorio, armónico o contrapuntístico son remplazados por uno analógico más parecido a lo que podría ser la música electrónica o una suerte de fotografía de la evolución sonora''.

Música cercana a la imaginación

En los últimos diez años, explica Julio Estrada, ''he propuesto un nuevo desarrollo de representación gráfica en el que la música es concebida como si fuera una escultura en tres dimensiones, en donde el tiempo se observa como una trayectoria y donde al interior pueden observarse en cada dimensión física distintos aspectos del sonido o ritmo. Esta propuesta de hacer una música cercana a la imaginación es un viejo anhelo de todo compositor''. Estrada suele investigar con el imaginario del músico, no a nivel tecnológico, sino psicológico y de la percepción.

Apunta: ''Es un aspecto novedoso y apasionante para el compositor o el investigador, porque es un ensayo de acercarse al punto de origen de la música, para verla más allá de toda tecnología o lenguaje, y depurada de todos los disfraces.''

Por otro lado, Estrada informa que su ópera Pedro Páramo, fruto de una investigación iniciada con el libro El sonido en Rulfo -la UNAM está por reditarlo-, después de una década de trabajo, será estrenada en Berlín en mayo de 2002.