SABADO Ť 24 Ť MARZO Ť 2001

Ť Tres militares y un cura guatemaltecos, entre los implicados

Comenzó el juicio por el asesinato del obispo Gerardi

Ť Dos horas para la lectura de acusación y asisten 115 testigos

AFP, DPA Y AP

Guatemala, 23 de marzo. Después de casi tres años de espera y de librar múltiples obstáculos hoy comenzó el juicio en relación al asesinato del obispo Juan Gerardi, en el que aparecen implicados tres militares y dos civiles, con la asistencia de 115 testigos y enmedio de estrictas medidas de seguridad.

GUATEMALA_27El proceso, en el que se busca esclarecer el crimen ocurrido el 26 de abril de 1998, comenzó con la lectura de la acusación que duró dos horas, incluyendo las razones por las cuales el ministerio Público pedía la apertura del juicio contra los involucrados por los delitos de ejecución extrajudicial, asesinato y encubrimiento propio.

Los acusados son los militares Obdulio Villanueva, Disrael Lima Estrada y su hijo Byron Lima Oliva, quienes llegaron a la sala esposados y rodeados de un contingente de seguridad. Y los civiles acusados son el sacerdote Mario Orantes y la empleada doméstica Margarita López, acusada de encubrimiento.

Durante un receso, el capitán Byron Lima Oliva calificó de "ridícula" la acusación y sostuvo que se les acusaba por su curriculum de militares. Se preguntó si era pecado que hayan escogido la carrera castrense, y sostuvo que tampoco ellos pidieron ocupar los cargos que tenían, pues su padre era director de inteligencia militar.

Señaló que la acusación no era sólida y que él nunca estuvo en el lugar de los hechos porque "ni me gusta andar por esos lados", en referencia a la iglesia San Sebastián donde fue ultimado Gerardi, luego que el prelado diera a conocer un informe en el que acusaba a las fuerzas armadas de 80 por ciento de los crímenes cometidos durante el conflicto armado interno de 36 años.

Entre los testigos citados a la sesión de hoy destacaban el ex presidente Alvaro Arzú y el ex ministro de Defensa Mario Barrios, informó el presidente del tribunal Eduardo Cojulún al llamar a los más de 100 testigos propuestos por los abogados de las partes.

Los abogados defensores de los cinco acusados coincidieron en pedir al tribunal tercero de sentencia anular el juicio bajo el alegato de supuestas irregularidades en el proceso. Afirmaron que la acusación leída en la apertura del debate no presentaba una causalidad sobre el móvil de los acusados para cometer el crimen imputado.

Estas acciones fueron defendidas por los abogados José Toledo, en defensa del cura Mario Orantes, acusado de asesinato; Ramón González, defensor de la cocinera Margarita López, acusada de encubrimiento propio, y por Rodolfo Echeverría, defensor del coronel retirado Disrael Lima Estrada y su hijo, capitán Byron Lima Oliva, ambos acusados de asesinato.

La acusación de la Fiscalía, leída en esta sesión, sostiene que los tres militares acusados pretendían "minimizar el impacto" del informe del obispo Juan Geradi sobre las violaciones a los derechos humanos durante la guerra de 36 años, denominado Recuperación de la memoria histórica, por considerar que les podría afectar.

El crimen de Gerardi causó gran conmoción en Guatemala en su momento, y el hecho es que en los últimos tres años el inicio del proceso fue permanentemente obstaculizado por la renuncia de dos jueces y dos fiscales, que fueron amenazados de muerte y ante presuntas presiones castrenses.

Los mismos militares también habían demorado dos veces el comienzo del juicio en los últimos días al quejarse de problemas de salud. Incluso hoy la sesión se suspendió 10 minutos ante un pequeño desmayo del coronel Disrael Lima Estrada, que enfrenta el cargo de ejecución extrajudicial.

Asimismo, recién el miércoles pasado una de las jueces del caso Iris Yassmín Barrios sufrió un atentado cuando individuos lanzaron dos granadas de fragmentación contra su residencia. Este día, en respuesta, jueces y otros funcionarios de justicia efectuaron un paro de 20 minutos y vistieron de luto en señal de protesta.

El ex dictador Efraín Ríos Montt, quien sigue conservando su protagonismo político tras ser desaforado como legislador y luego negarse a dejar la presidencia del Congreso pese a un fallo judicial, volvió a las primeras planas de la prensa al cumplirse este viernes 19 años de haber encabezado el golpe militar que lo llevó a gobernar con su política represiva de tierra arrasada entre el 23 de marzo 1982 y 8 de agosto de 1983.

Pese a lo anterior, el presidente Alfonso Portillo efectuó una visita inusual al Congreso para "solidarizarse" con Ríos Montt y los otros cinco diputados de la junta directiva desaforados  .