VIERNES Ť 23 Ť MARZO Ť 2001

MELON

Son y danzón

Luis Angel Silva

TENGO UN AMIGO apodado Polaco que hace más o menos diez años me trajo de Cuba el disco Antología integral del Son (Bases históricas), con explicaciones de la familia Valera Miranda, que me proporcionó conocimientos acerca de los antecedentes del son y de un instrumento llamado tumbandera, pero también conocido como kimbumba o tingotalango, que hacía las veces de bajo.

HE PODIDO INVESTIGAR al respecto gracias a otros dos amigos que me han proporcionado material para saciar un poco mis ansias de aprendizaje, uno, Cepeda, el Nureyev del mambo, y Carlitos Vázquez, percusionista con futuro. Esto se liga a la historia del tres y al primer tresero que se vio en Santiago de Cuba, me refiero a Nené Manfugas. Según el libro 80 años del Son y soneros en el Caribe, de Jesús Blanco, ni en la isla bella se ponen de acuerdo si fue él primero o hubo otros antes de él.

EL NENGON, UNO de los antecedentes del son, trajo a la luz que el guajeo nació con el acompañamiento del tres y con la tumbandera el tumbao. Trataré de describirles la tumbandera según lo relata don Fernando Ortiz en su libro Los instrumentos de la música afrocubana, volúmen I. La tumbandera es un instrumento de carácter rústico. Consiste en un hoyo abierto en el suelo de unos 40 centímetros de diámetro, sobre el que se tiende un lomo u hoja de yagua seca, sujeta a la tierra mediante partes de palo a cierta distancia del hoyo. Se hinca en el suelo una vara flexible que en su punta lleva atado un cordel y en su otro extremo, sujeto por una clavija, al centro de la yagua por aquel atravesada. La flexión de la vara al ser curvada pone en tensión la cuerda del instrumento y ésta al ser tocada produce una vibración sonora.

PERO, SIGUIENDO CON el nengón, según los Valera Miranda uno de los más antiguos fue Castellanos, qué bueno baila usted, que popularizara Beny Moré con diferente letra y música. El original de su letra dice "Castellanos, qué bueno baila usted/Castellanos y la China bailan bien". Otros antecedentes del son, el changüi (sic) y el quirivá (sic), los tres nacidos en Guantánamo, ya que gracias a Nené Manfugas, en 1888 se producen los primeros números con tónica y dominante. Cuando deja Guantánamo en 1892 para residir en Santiago de Cuba, lleva el maracaibo y la rumbanbá (sic). Todos estos antecedentes son descritos por la Estudiantina Invasora en el disco compacto š70 años y estamos como ayer! Así se pone de manifiesto que Maracaibo oriental, también grabado por Beny Moré, no es dedicado a la ciudad venezolana, sino a otro antecedente del son cubano en un número llamado Odelaine maracaibo que dice, "en Guantánamo el changüí, el nengón y el quirivá (sic) y en mi Santiago, señores, maracaibo y rumbanbá (sic).

LA INTENCION QUE me lleva a hacerle llegar a usted, amable lector, estos descubrimientos, no es dármelas de sabio, ya que en esto de la música cubana aquí en México hay demasiados, y no quiero aumentar el número. Esto lo hago con el fin de que nos demos cuenta que uniéndonos todos los que de una u otra forma estamos en la música con saoco, podemos aumentar nuestros conocimientos a base de intercambiar ideas, libros, discos, etcétera, y así darnos cuenta de lo que está bien hecho. Y lo que ha sido un engaño durante años como es en mi opinión el danzón que han interpretado las orquestas locales y la Ƒélite? de la música cubana en México, los danzoneros que siguen sin saber lo que es el cinquillo. Y sabido es que sin cinquillo no hay danzón, así de sencillo.

MUCHOS ESCRITORES MEXICANOS de libros sobre el danzón, incluido un empresario, han contribuido a que la élite siga en el error y se preocupan más por el atuendo que por saber en realidad si lo que bailan está correctamente ejecutado. Volviendo a los que escriben sobre el danzón, éste es cubano. No existe el danzón mexicano. Si acaso se podrían referir a un danzón a la mexicana que es lo que han tocado la mayoría de las orquestas de aquí, en especial, Carlos Campos, y lo que ahora queda de la orquesta de Mariano Mercerón.

PARA TOCAR DANZON la paila y el güiro son indispensables. No hay lugar para bongóes y maracas, y la tumba solo interviene en el montuno. Recuerden que la propiedad es carácterística ineludible en la música cubana.