Ť La sencillez era parte de su elegante cotidianidad
''Viví feliz y me voy feliz'', dijo Paulette hace algunos días
Ť Será inhumada en el Panteón Francés de San Joaquín
Paula Amor Poniatowska, en primera persona, era una mujer independiente, incluso un tanto incendiaria y sin concesiones para nadie, comenzando por ella misma. Prueba de ello es la definición que hizo de sí alguna vez: ''Yo era una ser más bien flotante, borroso, y me volví alguien preciso'', según lo consignó en un artículo la escritora Elena Urrutia.
Era una mujer observadora y curiosa, también, atenta a los detalles pero al mismo tiempo distraída y soñadora. Esa fue la percepción de la colega Patricia Vega durante una entrevista con Paulette, de quien escribió en La Jornada, en julio de 1996:
''A los 88 años, Paula Amor Poniatowska conserva su energía y se mueve con una soltura envidiables. Maneja y lee sin espejuelos, domina la sordera por medio de un aparato del que constantemente ajusta el volumen necesario. Su trato descubre que Paulette se ha ocupado de los menesteres de su clase social. Leemos en el libro de Michael Karl Shuessller que cuando Paulette adquiere el título nobiliario de princesa, su prima Pita Amor ?de 13 años entonces? empieza a imaginar que ''si el príncipe y toda su familia murieran repentinamente'', ella podría convertirse en la reina de Polonia, siempre y cuando su prima, antes de morir, hubiese dejado tal mandato''.
Los jóvenes, impaciencia por vivir
Doña Paula asumió siempre su profunda religiosidad: ''Yo creo que la gente no acepta muy fácilmente la renuncia. En general, los jóvenes tienen mucha impaciencia por vivir, pero cuando crecen y las dificultades empiezan, en ese momento surgen inquietudes sobre el sentido de la vida, pero no quiero hablar como un sacerdote...
''Los sacerdores nos dicen que hay que hablar de Dios, pero cómo vamos a hacerlo si en la conversación sólo se habla de restaurantes; mis nietos hablan mucho de comidas y cosas así. Lo mismo con Elena, se me hace difícil hablar de repente de Dios si siempre se habla de otras cosas, de la política mexicana, de (Ernesto) Zedillo, de Chiapas... Además soy un poco tímida y se me dificulta, me sería más fácil en francés.''
El reportero Luis Enrique Ramírez describió también, en La Jornada, esa parte espirítual, religiosa, como elemento de la vida cotidiana de la princesa:
''Madame Paulette va a misa todas las mañanas. Lo primero que hace al despertar es leer los salmos. Ora por las noches de rodillas. Desayuna sola y feliz, aunque afirma que la felicidad no existe y es sólo un choguito. Saluda con un beso a ''Jose'', su cocinera de toda la vida; igual a Chabela en casa de Elena; invita a la mesa a Magda, la nana de sus hijos. Tiene un perro, Pipo (un salchicha). El amor por los animales es rasgo genético: su madre convirtió su casa en asilo de perros callejeros''.
La sencillez era parte de esa elegante cotidianidad de la mujer quien siempre batalló con la pronunciación de la erre, también bajo la visión de Luis Enrique: ''Aristócrata hasta la médula, Paula Amor no necesita ostentar el título nobiliario que la volvió centro de atención cuando llegó de Europa; los años que, a decir de Elena Poniatowska, sólo es posible describir mediante una crónica de sociales. Vive pendiente de los artículos de su hija y de lo que se dice de ella''.
Admiradora de Marcos
Paulette Amor Poniatowska se distinguió por su firmeza y templanza, por no hacer concesiones. Todavía hace algunos días, serena y con garbo, elegante, dijo a alguna de sus nietas que ya veía venir a la muerte: ''Viví feliz y me voy feliz''.
En la segunda semana de marzo había ingresado a un nosocomio y, allí, operado de la garganta, porque ''los médicos decían que tenía una 'bolita' que le podía provocar neumonía''.
Salió avante, doña Paula, y de hecho estaba convaleciente de la intervención quirúrgica, pero estable, hasta que ocurrió su repentina muerte este jueves, a las 17:00 horas. Incluso, aún en la mañana de ayer había recibido en su casa, en Coyoacán, a su amigo cercano el escritor Manuel Pliego.
Tuvo tiempo de estar al tanto del periplo zapatista en la ciudad de México, cuyo acontecer siguió hasta el último momento de su vida. Cuando su hija Elena asistió a la reunión de intelectuales con la comandancia rebelde, en Villa Olímpica, pidió a aquélla que le dejara prendida la televisión para no perder noticia al respecto.
Profesaba una admiración por el movimiento armado, en especial por el sup, según expresó a Patricia Vega en la mencionada entrevista:
''A mí me encanta Marcos... Lo encuentro muy valiente; vivir así, en la selva, tan incómodos... es un sacrificio. Se me hace que lo que está haciendo está muy bien: tratar de llegar a una arreglo político, ¡ojalá Marcos hiciera un partido político! No sé hasta qué grado pudiera Marcos ser presidente ?no puedo juzgar porque no lo conozco lo suficiente? pero se me hace que México necesita hombres como él... valientes que se sacrifican por un ideal altruista, que están pensando en el bien de Chiapas...''
El cuerpo de Paulette Amor Poniatowska es velado en Gayosso Félix Cuevas, en donde será celebrada una misa de cuerpo presente, hoy, a las 14:15 horas, para después ser inhumado en el Panteón Francés de San Joaquín. (Angel Vargas, Yanireth Israde, Mónica Mateos-Vega, Carlos Paul y Arturo Jiménez)