Ť El artefacto espacial entró a la atmósfera y se desintegró entre Nueva Zelanda y Chile
El Pacífico Sur acogió a la envejecida estación orbital rusa Mir en su inevitable regreso a casa
Ť Exitosos, los impulsos de la nave Progress que la preparaban para penetrar en la atmósfera
AFP
Auckland, viernes 23 de marzo. La estación espacial rusa Mir penetró en la atmósfera, donde se desintegró, anunció este viernes el Centro de Control de Vuelos Espaciales, cercano a Moscú. La caída de la Mir ocurrió entre Nueva Zelanda y Chile, en una zona de 200 kilómetros de ancho por 6 mil de largo.
En Nueva Zelanda, el viernes fueron atrasados por precaución cinco vuelos internacionales que debían partir de Auckland y atravesar el sur del Pacífico.
En alta mar, 27 barcos pesqueros están en la zona en la que estaba prevista la caída de los restos de la estación espacial, afirmó el jueves ante el Parlamento el ministro neozelandés de Relaciones Exteriores.
Las autoridades neozelandesas permanecen en contacto con todos esos barcos, la mayoría con bandera estadunidense o de las islas Cook, para mantenerlos informados sobre los riesgos eventuales.
Patrick Helm, del comité neozelandés encargado de la supervisión de la destrucción del Mir, indicó que la zona en que es previsible la caída de la estación "no es muy frecuentada" ni por aire ni por mar. No obstante, los aviones que vuelan entre Nueva Zelanda, las islas del Pacífico y América del Norte atraviesan dicha zona.
"Esos vuelos están identificados y serán atrasados desde la entrada de la Mir en la atmósfera hasta su caída, aproximadamente una hora", declaró Patrick Helm, quien añadió que fueron prevenidas cinco compañías marítimas cuyas rutas pasan por la zona.
El centro operativo de seguridad marítima precisó que desde hace dos semanas ha difundido mensajes a los barcos que navegan en altamar para advertirles hora y zona de destrucción de la Mir.
"Hemos ido supervisando la situación permanentemente a medida que la agencia espacial rusa nos precisaba la zona concerniente. Todos los barcos que están en esa zona fueron informados", afirmó el director de Seguridad Marítima, Russell Kilvington. Detalló que también fueron enviados mensajes por satélite para difundir las informaciones proporcionadas por las autoridades rusas.
En la Polinesia francesa, la posibilidad de una caída accidental de algunos restos de la estación orbital en su zona marítima es también tomada muy en serio, por lo que las autoridades organizaron un dispositivo de supervisión.
Asimismo, Australia sigue con suma atención la destrucción de la Mir, señalando que, en caso que las cosas no ocurrieran como está previsto, sólo dispondrían de una hora para tomar las medidas de urgencia necesarias.
Un funcionario de los servicios de emergencia australianos seguirá la destrucción de la estación desde el centro ruso de control de vuelos espaciales, a fin de transmitir de manera inmediata las informaciones a su gobierno, el cual declaró, empero, que confía en el buen desarrollo de las operaciones.
En las islas Fidji, una expedición organizada por una fundación estadunidense reunió a medio centenar de personas, entre ellas dos ex cosmonautas rusos, quienes observarán la caída de la Mir desde dos aviones de Air Fidji especialmente fletados para la ocasión.
Peter May, portavoz de la expedición, indicó que las islas Fidji se encuentra en el punto geográfico más próximo de la zona en que caerán los restos de la Mir.