VIERNES Ť 23 Ť MARZO Ť 2001
Ť Otto Juan Reich tuvo a su cargo en los 80 la entrega de ayuda a la contra nicaragüense
Un cubano anticastrista, nuevo subsecretario de Estado para AL
Ť El secretario de Estado Colin Powell fue marginado de la decisión, dijo una fuente republicana
Ť Provocará problemas; mexicanos, brasileños y argentinos no deben estar contentos: Wayne Smith
JIM CASON CORRESPONSAL
Washington, 22 de marzo. La decisión de George W. Bush de nombrar hoy a un cubano conservador que promueve una línea dura contra Cuba, que trabajó para apoyar a la contra nicaragüense en los 80, como el principal funcionario en-cargado de la política para América Latina en el Departamento de Estado, ha provocado la oposición de legisladores demócratas liberales y organizaciones no gubernamentales (ONG) preocupados por la polarización de la política exterior estadunidense.
Otto Juan Reich, ex embajador en Venezuela y asistente en la re-dacción de la ley Helms-Burton contra Cuba, fue promovido al puesto por el gobernador de Florida y hermano del presidente Jeb Bush, y republicanos que buscan asegurar una política más conservadora hacia este hemisferio.
Inicialmente el secretario de Es-tado Colin Powell había buscado un diplomático de carrera para el puesto de secretario asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, pero el senador Jesse Helms y otros argumentaron a favor de un político con más vínculos con el sector conservador.
"Powell fue efectivamente marginado de esta decisión", señaló una fuente republicana, y agregó que el secretario de Estado fue informado que esta decisión ya no estaba en sus manos.
Después de evaluar varios candidatos al puesto en estas últimas semanas, el gobierno nombró este jueves a Reich. Bush tomó la de-cisión descartando los deseos de Powell debido al crítico apoyo electoral que la comunidad cubano-estadunidense le otorgó en Florida, y también respondiendo a la preocupación de los republicanos conservadores de que el secretario de Estado no estaba nombrando a más conservadores en su círculo cercano de asesores.
Oposición liberal y de las ONG
El anuncio de que Reich, nacido en Cuba y que llegó a este país a los 15 años de edad, sería nombrado en el puesto más alto de la política hacia las Américas en el Departamento de Estado, ha provocado la oposición de algunos funcionarios de esa misma dependencia, legisladores demócratas y ONG liberales, y algunos críticos han señalado que el nombramiento de un firme promotor del bloqueo contra Cuba podría dañar las relaciones con México.
Pero otros rechazan estas críticas, como Bernard Aronson, ex secretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos durante el gobierno de George Bush padre.
"Es un diplomático con amplia experiencia y ha trabajado en altos puestos en un número de países. Apoyará los cambios políticos en México y la democratización del país", declaró a La Jornada.
El nombramiento de Reich de-berá ser aprobado por el Senado, donde asesores republicanos y de-mócratas comentaron que se po-dría desatar una batalla mayor.
"Creo que enfrentará un tiempo difícil --dijo un asesor republi-cano que pidió no ser identificado--. Intentarán convertirlo en una batalla por el asunto de la contra, por la política hacia Cuba y por cada iniciativa republicana durante los últimos 20 años".
Entre los que se preparan para oponerse a este nombramiento es-tá el influyente senador demócrata Christopher Dodd, quien declaró al New York Times: "No creo que bajo estas circunstancias el señor Reich sea la persona correcta en este tiempo crítico".
Otros senadores han expresado su oposición al nombramiento y un grupo de ONG liberales formó un equipo de trabajo para intentar detener la ratificación de Reich.
Violador de leyes
La organización National Security Archive ha difundido una serie de documentos oficiales internos re-cién desclasificados que se refieren al papel que jugó Reich en los 80 como encargado de la Oficina de Diplomacia Pública del Departamento de Estado, establecida pa-ra promover la ayuda a la contra.
En ese puesto, Reich trabajó di-rectamente con el teniente coronel Oliver North, y una investigación oficial posterior concluyó que su oficina había violado las leyes estadunidenses al haber redactado artículos de opinión para líderes de la contra y otros conservadores que buscaban influir en la política estadunidense.
"Yo caracterizaría a Otto Reich como un dinosaurio de la guerra fría --indicó Wayne Smith, ex en-cargado de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba y aho-ra analista de la organización liberal Center for International Policy en esta capital--. Creo que provocará problemas para la política ha-cia América Latina; para nada me imagino que los brasileños, mexicanos o argentinos estén contentos con Otto Reich".
Martha Honey, quien dirige el programa de estudios de política exterior del liberal Institute for Policy Studies, también expresó la preocupación de que Reich "mantendría como rehén a toda la política exterior hacia América Latina dentro del esquema de la política de la derecha con Cuba".
Señaló que en los 90 Reich recibió cientos de miles de dólares como cabildero de la empresa Ba-cardí-Martini, y que durante ese tiempo también ayudó a redactar la ley Helms-Burton, que contiene medidas que podrían ser utilizadas para sancionar a algunas em-presas extranjeras que son competencia para Bacardí y que tienen negocios con Cuba.
El profesor Robert Pastor, ex funcionario del gobierno de James Carter, quien ahora trabaja en la Universidad Emory de Atlanta, comentó hace unos días que espera que Reich sea cuestionado por su trabajo como cabildero durante los últimos ocho años.
En entrevista con La Jornada, dijo que "deberían presentarse in-terrogantes legítimas sobre cómo su enfoque en el asunto de Cuba afectará la visión de las Américas en esta coyuntura histórica".
Vaticinan "sorpresas"
Pero defensores de Reich sostienen que sus críticos quedarán sorprendidos: "No creo que Otto ten-ga la intención de tomar el puesto para convertirse en el encargado de la política hacia Cuba", indicó Daniel Fisk, analista de la conservadora Heritage Foundation.
Si Reich logra ser ratificado, agregó, tendrá que encargarse de una gama de asuntos como el conflicto de Colombia, Centroamérica, la posible crisis financiera en Argentina y deberá coordinarse constantemente con otros funcionarios del gobierno de Bush.
Fisk, ex asesor legislativo de Jesse Helms, reconoció que Reich fue uno de los que brindó consejos para la redacción de la ley Helms-Burton, pero rechazó que ésta fue escrita para beneficiar Bacardí.
Consideró que el nombramiento brindará una oportunidad para promover un debate más amplio sobre la política hacia Cuba, precisamente porque Reich no tendrá que preocuparse de la crítica del ala derecha por el asunto.
"Otto gozará de la confianza de las comunidades de las que necesita para ser más creativo en la política hacia Cuba sin tener que ver por sus espaldas", dijo Fisk.
Agregó que "eso no significa que se evaporará el desacuerdo, y no implica que Otto y (el canciller Jorge G.) Castañeda no tendrán un desacuerdo por eso, pero podrían sorprenderse de que al compartir su objetivo de un cambio político pacífico en Cuba, eso podría guiar su conversación".
Se espera que Peter Romero, di-plomático de carrera que actualmente ocupa el puesto de secretario asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, se mantendrá en el cargo hasta después de la Cumbre de las Américas, a realizarse en Canadá.