VIERNES Ť 23 Ť MARZO Ť 2001
Ť De acuerdo con la empresa Pearson, lo salva haber ganado el Gobierno del DF
El PRD, partido en retroceso, según encuesta
Ť Los entrevistados tienen una imagen del PRI "claramente negativa, en descomposición"
MIREYA CUELLAR
Los mexicanos, en general, no se interesan por los partidos políticos, no tienen claro el papel que éstos juegan en la vida nacional y buena parte de la sociedad los ubica como "agencias de colocaciones políticas".
El partido con mejor imagen pública es Acción Nacional -por la influencia o asociación al presidente Vicente Fox-, el de la Revolución Democrática es visto como una fuerza "controvertida con tendencia negativa", mientras que el Revolucionario Institucional (PRI) tiene una imagen "claramente negativa", "en descomposición".
Según una encuesta nacional ordenada por el grupo parlamentario perredista en el Senado a la empresa Pearson -la cual realizó buena parte de los sondeos de Francisco Labastida en la pasada campaña-, los rasgos negativos con que la población identifica al PRD son el "conflicto " y la "agresividad"; se le asocia al "descuido", "bajo estatus" y "poca cultura".
Los datos fueron levantados entre el 29 de enero y el 9 de febrero pasados, a partir de una muestra de mil 067 entrevistados, y además se realizaron 13 sesiones de grupo. La muestra es representativa al 95 por ciento de confianza, con un error de muestreo de más-menos 3 por ciento, reportó el encuestador, en el documento que fue presentado ayer ante los senadores, los dirigentes estatales del PRD y la cúpula nacional.
Después del 2 de julio el PRI perdió "prácticamente todo": poder, fuerza, presencia, popularidad, confianza, credibilidad... "pesa su imagen de perdedor y, sobre todo, de que está en descomposición, sin reaccionar". Al PRD parece salvarlo su triunfo en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, porque en el resto la gente tiene la percepción de que perdió; sus triunfos en Baja California Sur, Zacatecas y Tlaxcala no están bien identificados.
Frente al PAN, la actitud de la población es de expectación, pero también de confianza. La gente "quiere creer" sobre todo en las promesas del presidente Fox, aunque hay quienes quisieran ver cambios "más rápido".
Hay un reconocimiento a los gobiernos del PRI porque hubo "beneficios para el pueblo", pero se le asocia con lo viejo, a la corrupción y se le culpa de las crisis. Mientras que en el PAN la gente ve al partido que estimuló la "esperanza ciudadana de cambio", es "la única o real opción de cambio en el gobierno" y ofrece beneficios en las regiones donde gobierna; se le relaciona con el liderazgo, el cambio, la formalidad y la seriedad.
Al PRD se le ve como impulsor del cambio desde su lugar de partido de oposición, en especial por la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de la República en 1988, y como una organización preocupada por la gente de menos recursos. Aunque no se le asocia a "roles protagónicos, liderazgo o cambio: es el colado".
La imagen del perredismo está muy asociada a su origen: "predomina la idea de que es un partido fundado y/o conformado por ex priístas, aunque varios saben que hay integrantes de otras corrientes políticas, pero no es factor relevante. Varios identifican como sus fundadores a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Algunos recuerdan que al ser postulado Carlos Salinas abandonaron ese partido. Este dato pesa desfavorablemente, ya que alimenta la idea de que se trata de políticos resentidos del PRI, que lo abandonaron buscando sólo el poder. La imagen negativa que esto genera es más marcada en Guadalajara y Monterrey".
En la evaluación específica del PRD, Pearson reporta que "predomina la idea de que es un partido en retroceso o, en el mejor de los casos, estancado, en especial en lo que se refiere a sus ideas", es evidente "el predominio de una imagen reactiva, conflictiva e intransigente... muy revoltoso y grillero; se le ubica como promotor de acciones que afectan a la ciudadanía o al país, como marchas, plantones, bloqueos... es manipulador, populista o incluso socialista".
La mayoría de los ciudadanos desconoce la ideología perredista. Sólo un 7 por ciento dijo distinguir sus rasgos. Genera "escasa empatía debido a que se ubica como un partido más identificado con los intereses de la población rural/campesina o marginada". La postura que más se asocia al PRD es con referencia a Cuauhtémoc Cárdenas, quien es visto como alquien que se niega a colaborar y "a unirse al gobierno por el bien del país". Se siente "que el Partido de la Revolución Democrática asume una postura de franco rechazo y crítica negativa ante Vicente Fox, y ello se cree que propicia fricciones y la sensación de que quiere desprestigiar al nuevo gobierno".