JUEVES Ť 22 Ť MARZO Ť 2001
Ť En varias entidades se dejó al último ese tipo de educación, señala en un reporte
Detecta la SEP deficiencias en la distribución de libros de texto para profesores de niños indígenas
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha detectado fallas en la distribución de libros de texto para profesores de niños indígenas, y advierte que en algunas entidades "se ha dejado al último la educación indígena".
En un informe sobre federalización educativa editado por la SEP, se refiere que en algunas entidades "se habla de dificultades" en el reparto de libros (existen 38 títulos para maestros de primaria), y en otras han mejorado las posibilidades de atender la educación de niños y jóvenes indígenas.
Señala en particular el caso de Sonora, donde la dotación de libros es expedita y oportuna, pero no sucede lo mismo en el caso de los libros para maestros, "en los que se ha dejado al último la educación indígena".
Indica que en Baja California se envían libros a áreas de San Quintín, Tijuana y Ensenada, lo que ha permitido que algunos niños indígenas se incorporen a las escuelas públicas, "donde aprenden el español pero olvidan su idioma original".
El aspecto positivo en la materia es que la matrícula en educación indígena mantuvo una tendencia creciente. Durante el ciclo escolar 1999-2000 se atendió a un millón 49 mil 566 niños indígenas, es decir, 176 mil 238 más que en 1999.
Las entidades con crecimiento muy bajo son Veracruz, que sólo alcanzó 5.7 por ciento, en tanto que Sonora y Morelos elevaron su matrícula 4.9 y 4 por ciento, respectivamente.
Por otra parte, señala que aun cuando los gobiernos de los estados pueden elaborar libros de texto con contenido regional, supervisados por la SEP, "pocos" lo hacen y dependen de los materiales creados en el centro del país.
Los estados que hacen la excepción son Aguascalientes y Coahuila, que incluso han elaborado libros de inglés para primaria, no obstante que no tienen una asignatura formal en la materia, así como materiales adicionales para el estudio de historia, ecología, matemáticas y salud.
En otros estados -Sinaloa, Jalisco y Querétaro- aunque sí se publican libros de este tipo no se menciona que haya existido evaluación y seguimiento de los mismos, ni cuál fue la aportación financiera del estado y la Federación para su elaboración ni la continuidad del proyecto.
En Baja California, por ejemplo, la SEP reporta que se publicó un libro de historia y geografía, pero se suspendió en el siguiente ciclo escolar.
En el caso de educación secundaria -para lo cual no hay libros de texto gratuitos-, indica que Sonora y Tabasco han sido pioneros en la donación de títulos, y poco tiempo después se incorporaron Aguascalientes, el estado de México, Chihuahua y el Distrito Federal.