JUEVES Ť 22 Ť MARZO Ť 2001
Ť Presentó un informe de sus primeros cien días de gobierno, ante un Auditorio Nacional casi lleno
Rechaza AMLO la popularidad frívola y fácil
Ť Debemos reafirmar lo que somos, anclarnos en la izquierda, señala Ť Cuestiona el proyecto foxista; trata de engañar y confundir, afirma Ť Pide que no se malinterpreten sus discrepancias con la Federación
RICARDO OLAYO Y RAUL LLANOS
Al rendir cuentas de sus primeros 100 días de gestión, Andrés Manuel López Obrador afirmó que seguirá defendiendo sus convicciones, aunque pueda incurrir en acciones "políticamente incorrectas". Marcó las diferencias entre su proyecto de gobierno y el que impulsa Vicente Fox a nivel federal, que se caracteriza por mantener 95 por ciento de los puestos públicos para quienes laboraron en el gabinete económico del salinismo-zedillismo, y promover una lógica del gatopardismo, es decir cambiar para que las cosas sigan igual.
Ante una audiencia que casi llenó el Auditorio Nacional, el Ejecutivo local puntualizó que "debemos reafirmar lo que somos, anclarnos en la izquierda, preocuparnos más por tener la razón que por buscar una popularidad frívola y fácil". Y remachó: "con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada".
Incluso consideró que si se impone el modelo foxista ocurriría lo siguiente: "cuando el mercado sustituye al Estado, la ley de la oferta y la demanda desplaza al estado de derecho; el gerente sustituye al gobernante, la administración de empresas eclipsa a la administración pública, el cliente sustituye al ciudadano, el dinero sustituye al poder social, que es el verdadero poder político, y la voluntad electoral se vuelve apariencia, fachada, simulación".
Pidió que no se malinterpreten sus discrepancias con la Federación, ya que no se trata de un asunto personal ni de un desacato a la investidura presidencial, sino de "combatir, aun a costa de la popularidad, un proyecto conservador que, apoyado en la publicidad, trata de engañar y de confundir".
López Obrador cerraba así un discurso de 24 cuartillas, cuyas siete últimas estuvieron dedicadas a remarcar los contrastes entre su administración y la foxista. Dentro de lo cual también anticipó: "vamos a seguir polemizando, porque la política es confrontación de ideas".
El jefe de Gobierno arribó al Auditorio Nacional minutos antes de las 18:00 horas, y ya lo esperaban funcionarios de primer nivel, que ocupaban las filas centrales, así como representa ntes de los poderes Judicial y Legislativo, ubicados en los extremos. Fue el único orador, y de entrada hizo un recuento de los avances obtenidos en diversos ámbitos, luego aseguró que a pesar del manejo eficiente de la administración pública, es claro que no puede hacerse a un lado la cuestión política; "un gobierno democrático tiene que sustentarse en ideas y confrontarlas con otras fuerzas".
Señaló que no se quiere un poder sin pueblo ni un gobierno que sea "un comité para mantener y acrecentar privilegios de unos cuantos, sin importar el destino del país y, mucho menos, los reclamos de todo un pueblo que se ahoga en la injusticia y la pobreza", por el contrario, "luchamos por la democracia, pero con dimensión social".
En su opinión, después del 2 de julio no hubo cambio de régimen, de proyecto ni de política económica, "ni siquiera cambiaron los hombres".
Y aseguró: "es cosa nada más de revisar un directorio y se encontrará que la mayoría de los actuales funcionarios públicos del área económica del gobierno federal tienen como antecedente el haber laborado durante el salinismo-zedillismo. No cambió ni 5 por ciento de los altos funcionarios públicos del gabinete económico".
Por eso, agregó, no extraña que se haya dado un aumento salarial de 6.5 por ciento, que pretenda incrementarse las tarifas y aplicar el IVA a medicamentos y alimentos.
En cuanto al tema de la reforma fiscal, "respetuosamente" le expuso al presidente Vicente Fox su desacuerdo con ella; "si quiere más dinero para el gobierno que aplique un plan de austeridad, que combata en serio la corrupción y que abra el expediente del Fobaproa.
"Y si después de eso no obtiene lo suficiente, que aplique una reforma fiscal progresiva, en donde los de mayores ingresos y los que compran artículos de lujo paguen más, y que los que obtienen ganancias de capital dejen de estar exentos y paguen impuestos", y mientras esto no suceda es inaceptable que quieran cobrar más impuestos a la mayoría de los mexicanos y en particular a los pobres".
Por ello, llamó a los asistentes a "revisar nuestra historia" y no olvidarse de personajes como Benito Juárez y sus lecciones. De hecho, aclaró que no era coincidencia haber elegido el natalicio del Benemérito de las Américas para rendir cuentas a la ciudadanía, pues el ex presidente representa un ejemplo a seguir. Su discurso, precisamente, lo remató con tres vivas a Juárez, la República y a México.
Rechazo al gatopardismo
En la última parte de su intervención, López Obrador dejó en claro que durante este sexenio "vamos a seguir polemizando (con la administración de Vicente Fox), porque la política es confrontación de ideas y porque no aceptamos el gatopardismo, ese que consiste en que las cosas cambien para seguir igual".
Por eso, vamos a seguir defendiendo nuestras convicciones, aunque no siempre hagamos "lo políticamente correcto", también vamos a seguir defendiendo todo aquello que consideremos tener la razón, aunque no logremos resultados inmediatos.
Destacó que un ejemplo de esa forma de actuar a favor de las mayorías fue la discrepancia con la Federación en cuanto al horario de verano, sobre el cual había ya un compromiso de campaña de consultar a la ciudadanía. "No somos de los que ofrecen algo y luego se echan para atrás".
Informó que a partir de mañana se desplegará en la página de internet lo hecho en su administración en estos 107 días, y ratificó su compromiso de someterse a la revocación del mandato, pues "no habría mayor frustración en mi vida que convertirme en una carga indeseable, en un lastre por todo un sexenio".
Rendición de cuentas trimestral
En su discurso, López Obrador resumió las acciones realizadas en sus primeros 107 días de administración, tanto en el ámbito de la seguridad pública, como en lo relativo al desarrollo sustentable, progreso con justicia y administración y finanzas, e hizo dos compromisos: realizar este ejercicio ante la ciudadanía cada tres meses, y cumplir ya como gobierno todo lo ofrecido en campaña.
Con respecto a la inseguridad pública, indicó que es uno de los "grandes y graves problemas" que sigue padeciendo el Distrito Federal, cuyas causas se relacionan, en buena medida, con el modelo económico impuesto a nivel nacional durante muchos años, por ello aceptó el reto de atenuar esa problemática con respeto a los derechos humanos y sin autoritarismos. "Entendemos que el proyecto que impulsamos sólo será viable si continuamos bajando, con persistencia, los índices delictivos".
Agregó que aun cuando en su corta gestión se ha logrado disminuir los niveles de inseguridad, dijo no estar satisfecho aún, ya que "todavía es mucho el dolor y el coraje que ocasiona entre la gente la delincuencia".
Por lo que hace a desarrollo sustentable, comentó que en estos 107 días de gobierno no ha habido ninguna contingencia ambiental; se refirió al consejo creado para proteger las áreas naturales y destacó que se mantiene el compromiso de resolver el problema de agua en la ciudad, sobre todo en Iztapalapa, junto con las acciones para la reconversión de las unidades del transporte público local.