JUEVES Ť 22 Ť MARZO Ť 2001

Ť Insiste el gobierno en abrirlo a la inversión privada

Carece el sector energético de recursos para su desarrollo

Ť Destaca la presencia de empresarios en la administración

MIRIAM POSADA GARCIA

En cien días de gobierno foxista el sector energético mexicano -a cargo de empresarios-, se ha declarado carente de recursos para invertir en su desarrollo, urgido de atraer capital privado y convencido de que la integración hemisférica y la apertura de mercados son la mejor opción para garantizar el suministro de energéticos y asegurar el crecimiento económico.

La diplomacia petrolera iniciada el sexenio pasado ahora se practica de manera más cautelosa, las reservas de crudo se podrían incrementar cuantiosamente por el descubrimiento de un nuevo campo, la producción de gas se ha convertido en una prioridad, los ingresos petroleros para este año podrían ser más de los esperado por el nivel de las cotizaciones, y se pretende hacer de Petróleos Mexicanos (Pemex) una empresa "más eficiente y de calidad mundial" con un Consejo de Administración formado por empresarios.

Durante los tres primeros meses de gobierno de Vicente Fox en materia de electricidad el discurso ha sido el mismo que en la era zedillista: no hay dinero, se necesita abrir el sector a la iniciativa privada, y persiste el riesgo de que el desarrollo económico se paralice si no hay electricidad suficiente para los próximos años.

Y con los empresarios la nueva administración vive una relación muy estrecha pero controvertida, toda vez que mientras a los industriales consumidores o distribuidores de gas naturales los arropó con precios preferenciales, a los distribuidores de gas licuado de petróleo (LP) les congeló los márgenes de ganancia y se dio a la tarea de investigar presuntas prácticas monopólicas, ambas medidas con la intención de apoyar a los consumidores.

Petróleo

En cada foro relacionado con el sector energético el Ejecutivo ha repetido que los recursos naturales son propiedad de todos los mexicanos, y que la empresa que aporta cada año más de 30 por ciento de los ingresos del gobierno federal, Pemex, no se privatizará pero sí será necesario reorganizarla para convertirla en una empresa petrolera de clase mundial, altamente eficiente y competitiva.

El nuevo gobierno pretende lograr sus objetivos con empresarios al frente del sector como el secretario de Energía, Ernesto Martens, y el director de Pemex, Raúl Muñoz Leos, pero además con la integración de personajes como Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Alfonso Romo y Rogelio Rebolledo, que ahora forman parte del Consejo de Administración de la paraestatal.

Proyectos

De acuerdo con cifras oficiales la inversión requerida por el sector energético para los próximos 10 años ascenderá a 140 mil millones de dólares, de los cuales una gran parte se dedicará a la exploración y producción de crudo ligero y gas no asociado necesario para abastecer a la industria y en especial para la generación de electricidad.

En estos cien días se dio a conocer el descubrimiento de un importante campo petrolero ubicado abajo del campo Sihil, que a su vez se encuentra abajo del megacampo Cantarell.

Electricidad

El discurso oficial ha continuado la misma línea marcada por el ex presidente Ernesto Zedillo. Se espera que para el próximo 15 de marzo se presente ante el Congreso la nueva propuesta del Ejecutivo en la que se mantiene la intención de abrir el sector a la participación privada en generación y distribución "sin privatizar la infraestructura que ya existe".

Gas Natural y Gas LP

En este rubro la política emprendida por la nueva administración se contrapone. Por una parte protegió a los grandes consumidores de gas natural y a los distribuidores al ofrecerles contratos para adquirir gas natural a cuatro dólares por millón de Btu durante tres año, luego de que los empresarios ejercieron fuertes presiones, amenazaron con eliminar fuentes de empleo y cerrar empresas hasta que consiguieron establecer el llamado precio México.

Y por otro lado decidió combatir las presuntas prácticas monopólicas y concentraciones que se presentan en la industria del gas doméstico, combustible que en los últimos meses se había encarecido debido a que se liberó el mercado, pero que a seis de distancia se decidió reordernar ante la sorpresa de los distribuidores.