MIERCOLES Ť 21 Ť MARZO Ť 2001
Ť El libro de Juliana González, título 10 de la colección
La Biblioteca Iberoamericana de Ensayo cumple dos años
Ť Prueba que crítica y filosofía superan lo académico
MIRYAM AUDIFFRED
Dedicada a difundir y promover el pensamiento en lengua española, la Biblioteca Iberoamericana de Ensayo cumple dos años de publicar a contracorriente y de romper, así, los malos presagios de quienes consideran a la crítica y la filosofía un asunto de académicos o especialistas.
Ahora que el título diez de esta colección publicada por Editorial Paidós es una realidad -se trata del libro El poder de eros. Fundamentos y valores de ética y bioética, escrito por Juliana González- los tiempos se tornan momentos de reflexión y análisis. De hecho, la presentación de este ensayo mañana en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México permitirá la realización de una mesa redonda en la que participarán los investigadores Luis Villoro, Paulette Dieterlen, Lizbeth Sagols, Ambrosio Velasco y León Olivé. Y es este último especialista quien, en su condición de director de la colección, accede a hablar acerca de los desafíos que deberán enfrentar los pensadores de España y América Latina en los años por venir.
Al respecto, señala que la riqueza del pensamiento de la comunidad iberoamericana a veces se pierde de vista por el desdén de ciertas corrientes intelectuales y académicas que atienden primero al pensamiento escrito en otras lenguas, no obstante éste sea ajeno, en muchas ocasiones, a los problemas de nuestros países.
El reto de la globalización
De acuerdo con Olivé, filósofo y matemático, ''hay una comunidad de pensamiento en lengua española que es incipiente y no ha alcanzado suficiente desarrollo porque, entre otras cosas, no ha habido muchos espacios para la discusión. Además, hay grupos que se limitan a repetir y discutir autores de otros movimientos".
Autor del texto Conocimiento, sociedad y realidad' Olivé aclara que en el terreno del pensamiento filosófico los clásicos siempre serán una fuente de riqueza inagotable. ''Si bien no creo que sea posible hablar de problemáticas eternas, sí estoy seguro de que cualquier autor clásico puede dar frutos cuando sus ideas son abordadas con una mirada crítica o nos apropiamos de sus conocimientos para abrir nuevos caminos".
Para Olivé no hay duda de que los pensadores latinoamericanos de este siglo deben responder a los grandes desafíos que provienen de los avances tecnológicos, el deterioro ambiental o el impacto social de la globalización. "Comprender cómo afecta el fenómeno globalizador a nuestros países y culturas es uno de nuestros principales retos -dice-. Necesitamos construir un proyecto común y conciliarnos como una cultura acomodando todas las piezas que nos brinda la diversidad. En fin, debemos hallar el equilibrio entre la interacción con el resto del mundo y el desarrollo de las diversas nacionalidades".
También autor de El bien, el mal y la razón. Facetas de la ciencia y de la tecnología, añade que ''el siglo XXI ha abandonado la idea de que hay absolutos".
Sostiene que en México no existe un ''proyecto de pensamiento común único". Y no sería deseable que existiera, concluye el especialista.
La Biblioteca Iberoamericana de Ensayo, por tanto, muestra la diversidad de intereses de especialistas como Fernando Broncano, Isabel Cabrera, Mercedes de la Garza o Ernesto Garzón Valdés quienes, unidos por su labor crítica, brindan una nueva perspectiva sobre la ética, la religión, el universo prehispánico, la teconología, la historia y la literatura.