ESPAÑA: MADRASTRA DESPIADADA
Siete
colombianos destacadísimos, encabezados por Gabriel García
Márquez, Fernando Botero y Alvaro Mutis, expresaron al jefe de gobierno
español, José María Aznar --en una carta publicada
ayer en el diario madrileño El País--, su determinación
de no ingresar a España en tanto esa nación imponga el requisito
de una visa de entrada a los ciudadanos de Colombia. Tal medida, adoptada
en el marco de la reciente aprobación de la denominada Ley de Extranjería,
implica, a juicio de los firmantes, que los hispanoamericanos --o algunos
de ellos, al menos-- sean tratados "como unos forasteros más", lo
que constituye "un despropósito", habida cuenta de los estrechos
lazos de historia, cultura y lengua que aún persisten entre España
y los países americanos que durante tres siglos fueron sus colonias.
En la elocuente misiva, los intelectuales colombianos
señalan con precisión las razones que llevan a las autoridades
madrileñas a imponer, en España, actitudes de "madrastra
despiadada" hacia los inmigrantes latinoamericanos: los compromisos españoles
hacia la Unión Europea, en el contexto de un injusto y unidireccional
proceso de globalización "por el cual los bancos y las grandes compañías
tecnológicas o de alimentos atraviesan las fronteras como el viento,
mientras a las personas se les ponen más trabas, cuarentenas y cuotas
que a los apestados medievales".
El aviso referido cobra especial relevancia "y eficacia"
ante un Estado que, por una parte, concede la naturalización a Mario
Vargas Llosa y ostenta, casi como si fueran propios, a los latinoamericanos
destacados, y que, por la otra, persigue, encarcela y expulsa de su territorio
a los inmigrantes indocumentados procedentes de este lado del Atlántico,
en donde incontables españoles perseguidos políticos o inmigrantes
laborales han hallado un trato digno y equitativo.
Debe señalarse que, en la propia España,
muchas personas de buena voluntad han expresado su indignación ante
la ignominiosa Ley de Extranjería; en las páginas de El País,
Diego López Garrido, diputado y secretario general de Nueva Izquierda,
señaló que esa norma es "ejemplo de que la historia de la
humanidad no necesariamente va en la dirección del progreso, de
la amplitud de la libertad, de la igualdad, de la inteligencia para abrir
espacios al crecimiento económico, al bienestar de las personas
o a la democracia de la vida cotidiana", y opiniones semejantes han expresado
Rosa Montero, Maruja Torres y otros. Pese a ello, el gobierno de Aznar
ha aplicado a rajatabla la regulación, lo que se ha traducido en
una persecución inhumana y degradante de los extranjeros indocumentados.
Finalmente, la actitud de García Márquez,
Botero, Mutis y los otros firmantes es digna de encomio y debiera ser imitada
en otras naciones del continente que son origen de flujos laborales migratorios
hacia las naciones desarrolladas. En el caso de nuestro país, sería
provechoso que la sociedad concibiera y organizara campañas de desaliento
al turismo nacional que visita Estados Unidos, como medida de presión
para conseguir que ese país trate en forma decorosa y humana a los
connacionales que se internan en su territorio en busca de trabajo.
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