Intercambio Israel-México de administración de agua y multiplicación de los beneficios en el campo

Técnicas para el mejoramiento de la irrigación

Patricia Vega y Mirna Servín

Israel no es un país rico en recursos naturales: no tiene petróleo ni carbón ni oro; sin embargo, su riqueza estriba en otro tipo de recursos: la habilidad de sus habitantes, mediante el desarrollo de alta tecnología, para hacer, literalmente, florecer el desierto.

Dice Moshe Bachar: "compartir este know how con países que enfrentan retos similares a los nuestros -condiciones geográficas y climatológicas adversas- es la manera en la que Israel participa y coopera con las naciones del mundo".

El consejero de la embajada de Israel en México añade: "a partir de la independencia del Estado israelí empezamos a estudiar la manera de vencer esas adversidades del clima y la geografía; fue así como logramos desarrollar una agricultura que no sólo fue suficiente para alimentar al pueblo sino que nos permitió tener excedentes para exportar".

La cifra que Bachar proporciona es impresionante: sólo tres por ciento de los israelíes son agricultores y su trabajo, basado en eficientes sistemas de fertirriego, satisface las necesidades alimenticias de todo el país. Un ejemplo: han logrado que en tan sólo mil metros cuadrados se obtengan 30 toneladas de jitomate al año.

Moshav, un centro de cooperación internacional

En 1958 se constituyó un centro de cooperación internacional -adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel- que funciona en dos vertientes: invitar a becarios a participar en cursos (agricultura, educación y desarrollo comunitario, desarrollo social y económico, desarrollo rural, entre otros temas) que se realizan en ese país de Medio Oriente -unos 160 al año que se imparten en varios idiomas, incluyendo al árabe-; y organizar cursos regionales como los que se realizan en México desde hace un par de años y que se dan en el marco de acuerdos bilaterales.

Los cursos a futuro

Moshe Bachar viajó a Campeche para participar en la inauguración del curso sobre fertirrigación impartido por dos especialistas israelíes y aprovechó su estancia en esa ciudad para proponer otros intercambios a partir de la problemática local expuesta por Raúl Peraza Ocejo, delegado regional de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Campeche y Efraín Campos Arizmendi, secretario de Agricultura de esa entidad.

"Actualmente la mayoría de los campesinos que en Campeche crían ganado para producir leche -subrayó Bachar- hacen la ordeña de manera manual y nosotros, en Israel, tenemos plantas pequeñas que permiten que la ordeña se haga mecánicamente. Otro problema es la descarga al mar de aguas negras que lo contaminan; nosotros hemos desarrollado una tecnología para reciclar el agua servida (con depósitos tóxicos) y en lugar de que ésta contamine al mar, tenemos la posibilidad de limpiarla y aprovecharla para el riego en épocas de sequía.

"Otro problema que detectamos radica en la pesca costera de crías pequeñas, con lo que se interrumpe el ciclo normal de reproducción de diversas especies marítimas; en Israel solucionamos ese problema mediante el sistema de "cultivo" de peces en jaulas dentro del mar y de los ríos (...) en fin, nosotros creemos que estos son ejemplos de cómo los israelíes podemos cooperar en la solución de diversos problemas; es una manera de dar y recibir".

Por lo pronto, la embajada de Israel en México, a través de Moshe Bachar, estudia la posibilidad de impartir, en Oaxaca, un curso de extensionismo agrícola, porque "queremos ayudar a los habitantes de zonas marginadas y proporcionarles ventajas y apoyos especiales".

Fertirrigación, solución moderna a un viejo problema

Cada gota de agua cuenta en un país donde los problemas de la agricultura y los largos periodos de sequía crecen.

Desde hace ya algunos años se hace cada vez más difícil sostener los cultivos a través de riegos por inundación o dependiendo de las lluvias, por lo que la opción ha sido una irrigación con muy pequeñas cantidades de agua, en partes específicas de la planta, cerca o en las raíces, para que la nutrición llegué directamente, en lugar de esperar a que la planta desarrolle un sistema radicular grande y se nutra de otros elementos que existen en el suelo.

Estas técnicas son conocidas como sistemas de riego por microaspersión, por goteo y fertirrigación. Existen en Israel desde hace casi 20 años, país líder en el desarrollo de este tipo de investigación y tecnología, pero, aunque ya se utilizan en México desde hace años, en general, su implementación no ha sido generalizada en el ámbito mundial, aun ante las evidencias de ahorro en agua y energía que éstas conllevan.

Como parte la cooperación internacional científica y tecnológica entre Israel y México, expertos de aquel país imparten el curso fertirrigación y riego presurizado para presentar los avances en tipos de irrigadores, sistemas por goteo o microaspersores, programas de software para la aplicación de los sistemas, redes de riego y usos económico de la fertirrigación

Luis Samoiloff, uno de los expertos en ciencias del suelo, explica que la tecnología que se utiliza depende del ramo que beneficiará. Hay desde pequeños sistemas para agricultores que consisten en un tanque con un grifo que funciona a presión o sistemas para mejorar las producciones agrícolas que se importan en diversas regiones de México.

"Todo cultivo que rinda económicamente es un cultivo que se puede irrigar con este tipo de equipo. Por ejemplo, la caña de azúcar se regaba tradicionalmente por inundación, pero para sustentar los precios del azúcar se han utilizado equipos enterrados de baja presión y de goteo. La producción se ha elevado de 30 o 40 toneladas por hectárea a 110 o 120 por hectárea".

El especialista en diseños de irrigación por goteo, aspersión y microaspersión, Samoiloff, acota que en México hay zonas donde los agricultores trabajan exitosamente con estos sistemas, pero "lógicamente quien ha utilizado estos equipos han sido grupos con el poder adquisitivo suficiente. Sin embargo, los pequeños y medianos agricultores han entendido de que no se necesita tener muchas hectáreas para lograr una muy buena producción. Se necesita el conocimiento, el material y una buena comercialización y nosotros queremos aportar nuestro conocimiento en ese sentido".

Cada país, cada clima, cada calidad de agua, cada forma de cultivo, agrega experiencia del punto de vista global, por lo tanto es sumamente importante el intercambio de información en todo campo y en la agricultura mucho más para poder llegar en definitiva entender finalmente entre todos los seres humanos como podemos utilizar menos agua, menos fertilizante y lograr tener mucho más producción.

Beneficios para México

Al hablar de los beneficios que este sistema trae para México, el ingeniero Raúl Peraza Ocejo, delegado regional de la Sagarpa en Campeche, estado sede y organizador del curso, dijo que tan sólo en esa entidad se ha registrado un aumento de 2000 hectáreas por año con la implementación de estas técnicas.

El delegado explicó que este es un curso para los técnicos y profesionales de todo el país que trabajan en el uso de riego presurizado, por lo que se espera que los asistentes apliquen y dupliquen el conocimiento adquirido en cada uno de sus lugares de origen.

"En campeche este tipo de sistemas resultan de vital importancia para el estado, ya que abarata los costos de producción del cultivo por lo menos a la mitad de su precio habitual, tanto en el rubro de ahorro de agua, como de energía. Aquí se ha utilizado en cultivos de alto rendimiento como hortalizas, cítricos, mango, papaya, marañón y plantaciones de sandia, lo que ha aumentado el número de divisas a la región, debido al crecimiento de ventas al extranjero de estos productos"

Los asistentes, apunta Peraza, provienen de empresas privadas y públicas como por ejemplo del programa, Alianza para el Campo, con lo que se pretende abatir los problemas más importantes del rezago de ciertas áreas agrícolas del país.

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