LUNES Ť 19 Ť MARZO Ť 2001

Ť El Design Museum de Londres dedica una retrospectiva al arquitecto mexicano

Luis Barragán, del tópico al trópico del color

Ť El fin de la exposición, darlo a conocer como artista precursor, explica Dominic Murphy

CECILIA DIEGO ESPECIAL

Londres, 18 de marzo. Un revolucionario silencioso, un minimalista cálido antes de que el término se acuñara, un hombre introvertido y reservado que impuso magia, serenidad e intimidad al modernismo, y sobre todo, un gigante de la arquitectura, cuyo reconocimiento universal está por llegar. Piense en rosa mexicano, en anaranjado, ocre y acua. Piense en Luis Barragán.

Ťluis-barragan-arquitectoEl Design Museum dedica una retrospectiva al arquitecto mexicano que a pesar de estar a la altura de Le Corbusier o de Mies van der Rohe no goza como éstos de reconocimiento generalizado; es sólo celebrado fuera de México por los especialistas. Ahora, por primera vez, el público británico podrá admirar cómo Barragán se adelantó 50 años a su tiempo y se atrevió a poner color, y con esto, emoción a sus enormes paredes desnudas.

Condenado a la fama póstuma está el arquitecto mexicano que creía que sólo en comunión íntima con la soledad el hombre puede quizá encontrarse a sí mismo. Su personalidad monacal hubiera detestado la idea, pero de acuerdo con la crítica de arte Dominic Murphy, esta exposición se encamina de manera inevitable a darlo a conocer como un artista precursor de las nuevas tendencias del milenio.

Color, agua y luz

El intenso uso del color, el agua y la luz es pieza clave en la obra de Barragán, que se muestra mediante maquetas, fotografías y videos que permiten apreciar la contemporaneidad de su obra que adaptó métodos modernos a los patrones de construcción locales para reinterpretar las características de lo mexicano por medio del modernismo.

Su obra, que estará a disposición del público hasta de mayo, proporciona un modelo revelador para quienes buscan diseñar un mundo moderno libre de los caprichos y excesos del diseño posmodernista.

Una mirada a las casas que Barragán construyó o adapto, y en las cuales vivió en Chapala o en la Calle Ramirez, en la ciudad de México, son los renglones de una biografía doméstica que muestra la creatividad y la experimentación del arquitecto que con frecuencia cambiaba los colores y tomaba fotografías para explorar, así, todas sus posibilidades, las cuales le llevaron a desarrollar su vocabulario arquitectónico característico.

Una sección importante de esta exhibición contempla este aspecto de su obra, en la que destaca el lugar que ocupa la perspectiva, el cuidado puesto en la visión de un espacio junto al siguiente y las secuencias de exteriores e interiores que difuminan la distinción entre casa y jardín.

El panorama arquitectónico en el desarrollo residencial de El Pedregal y los diseños de las Arboledas y Los Clubes muestran la búsqueda de su ideal: una relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza, en la que paredes, fuentes, avenidas y esculturas tienen la marca especialmente dominante de una arquitectura reducida a lo más esencial.

La exposición comprende también el acercamiento de Barragán hacia el diseño de ciudades "satélites", periféricas a la capital y estrictamente contectadas a ella, así como la estructura monumental de las Torres de Satélite, construidas para crear un símbolo que marca la entrada a otra ciudad o una subdivisión, para ubicar la visión de Barragán hacia una ciudad moderna y su enfoque visual en la construcción del ambiente y sus soluciones a los problemas que presentan las metrópolis.

Su búsqueda de la abstracción está reflejada en tres de sus obras maestras la: Casa Gálvez, la Casa Gilardi y la Capilla de Tlalpan, que se muestran junto con una selección de diseños poco conocidos para proyectos de construcciones residenciales o con fines religiosos.

La manera en que el color toma una cualidad tridimensional para contener todo el espacio se observa en la Capilla de Tlalpan y en la Alberca Gilardi, donde estaca la importancia de la luz y su tendencia hacia la abstracción que hace eco de los experimentos del Bauhaus filtrados hacia Barragán por sus amigos, el arista alemán Mathias Goeritz y el maestro del Bauhaus Josef Albers.

El avant-garde en su obra

Organizada por el Vitra Designs Museum de Alemania en colaboración con la Fundación Barragán de Suiza, la exposición permite apreciar también la influencia que jugaron en su obra sus viajes por Europa en los veinte, donde pudo apreciar las ideas avant-garde del movimiento moderno, así como los jardines centenarios de la Alhambra.

El cuidado con el que seleccionó lo mejores de ideas de lo moderno en arte y arquitectura para aplicarlos a su visión del mundo queda manifiesto en Luis Barragán: The Quiet Revolutuion, que trasciende del tópico al trópico del color.