LUNES Ť 19 Ť MARZO Ť 2001

Ť La recuperación latinoamericana observada en el 2000 no alivió la disparidad

La desigualdad entre países pobres y ricos amenaza la estabilidad, advierte el BID

Ť En México, pese al crecimiento de 7 por ciento, siguió aumentando la pobreza

AFP, DPA Y REUTERS

Santiago, Chile, 18 de marzo. La continuación de la prosperidad y la paz social pueden estar en peligro si la creciente disparidad entre países pobres y ricos no se reduce en un lapso razonable, advirtió el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias.

Al inaugurar el seminario Globalización con respuesta social, Iglesias precisó que la actual situación de desigualdad puede ser una amenaza para la estabilidad de América Latina, y eso se está evidenciando con las protestas antiglobalización, dijo.

El informe anual del BID difundido en Washington, destacó que la recuperación económica observada en el 2000 en los países de América Latina y el Caribe fue insuficiente para aliviar la pobreza y la desigualdad, que sigue agravándose en la región.

En su reporte, el Banco Interamericano de Desarrollo apunta que en México el crecimiento fue de casi 7 por ciento y el desempleo se redujo a 2 por ciento, suscitando temores de un recalentamiento en la economía, aunque paradójicamente la pobreza aumentó.

El organismo presidido por Iglesias señala que se ha registrado una ligera reducción de la pobreza, pero entre 180 y 200 millones de latinoamericanos todavía están ubicados en esta categoría económica y social, lo que representa entre 37 y 40 por ciento de la población total.

El informe precisa que la actividad informal ha crecido como resultado de la falta de oportunidades de trabajo, así como por la disparidad salarial constante entre los trabajadores calificados y no calificados. Esta brecha no se ha reducido en ninguno de los países de la región desde 1997, y aumentó notablemente en México, Argentina, Bolivia, Colombia y Venezuela.

Según datos de la Unidad Asesora de Pobreza y Desigualdad del BID, la brecha a la que hace alusión Iglesias incluso se estaría ensanchando: en 1960, el PIB per cápita en los 20 países más ricos equivalía a 18 veces el mismo indicador en los 20 países más pobres. Para 1995 esa diferencia era casi 40 veces mayor.

Para hacer frente a las desigualdades, explicó, se necesitan iniciativas internacionales, regionales y nacionales, que posibiliten la producción de bienes públicos internacionales para lo cual el aporte de los organismos multilaterales será decisivo.

Crecimiento menor para AL

El informe del BID coincide con las previsiones de organismo financieros privados que estimaron que el crecimiento para América Latina se reducirá a 3 o 3.5 por ciento, respecto al 4 por ciento observado en el 2000, debido a la desaceleración en Estados Unidos y las turbulencias de países como Argentina.

El Instituto Internacional de Finanzas, que agrupa a las entidades financieras y bancos privados del mundo, consideró que los factores internacionales que podrían conspirar contra la región serían la caída de la demanda por las exportaciones, el bajo precio de las materias primas no petroleras que no se recuperaría, y el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito para los países emergentes.

El economista jefe del instituto, William Cline, anticipó que México podría ser seriamente perjudicado debido a la alta concentración de sus exportaciones en el mercado estadunidense. Estimó que las pérdidas para la economía mexicana por ese concepto podrían ascender a 5 mil millones de dólares.

Comienza la 42 asamblea

En medio de estrictas medidas de seguridad luego de tres días de protestas callejeras, y en un ambiente de preocupación por el futuro de la economía regional, este lunes empieza la 42 asamblea anual del BID, a la que asisten 6 mil delegados de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, Canadá, Europa y otras regiones.

Los asistentes que arribaron este domingo a la capital chilena debieron pasar por la desinfección del calzado para evitar un eventual contagio de fiebre aftosa.

El tema central de la reunión es hallar las causas del estancamiento económico de América Latina, cuyo crecimiento de entre 3 y 4 por ciento no permite resolver los problemas sociales como la desigualdad y la pobreza.