DOMINGO Ť 18 Ť MARZO Ť 2001
Ť Cinco muertos al explotar coche-bomba en Kabul
Ordenan talibanes cerrar salones de belleza y baños públicos femeninos
DPA Y AP
Islamabad, 17 de marzo. El régimen extremista talibán ordenó el cierre de los salones de belleza y baños públicos para mujeres en la ciudad de Herat, al oeste del país, por considerar que violan la ley islámica de la Sharia, informó hoy el diario paquistaní Yang.
En tanto, cinco personas murieron y ocho más resultaron heridas por la explosión de un auto-bomba en Kabul, la capital, informó la agencia afgana Aip que cita funcionarios del gobierno talibán, explosión que ocurrió en el distrito de Karte Parwan.
Las autoridades arrestaron a un opositor que tenía una bomba y un teléfono celular, pero la detención no está relacionada con el coche-bomba, añadió Aip.
El hombre fue identificado como Abdus Samas, de Kapisa, controlada en forma parcial por la opositora Alianza del Norte en-cabezada por Ahmad Sha Masood.
En Herat, cerca de la frontera con Irán, el Departamento para la Eliminación del Vi-cio y Promoción de la Virtud (policía religiosa) ordenó el cierre de las peluquerías y arrestó a cinco personas por cortar el cabello a las mujeres.
En enero pasado los talibanes enviaron a la cárcel a 25 barberos por hacer cortes al estilo del actor Leonardo di Caprio.
Los talibanes (estudiantes de teología) to-maron el poder en 1996 y desde entonces aplican una estricta interpretación del Co-rán y, entre otros, obligan a los hombres a no cortarse la barba y las mujeres sólo pueden salir de sus casas cubiertas con las burkas, túnicas que van de pies a cabeza con apenas una abertura para los ojos.
La interpretación radical de la ley islámica llevó a los talibanes a ordenar la destrucción de miles de estatuas preislámicas en los museos de todo el país asiático, medida que incluyó a dos budas gigantes localizados en la provincia de Bamiyán.
El ministro de Información y Cultura talibán, Qadratullah Jamal, afirmó este sábado que la decisión de destruir las estatuas fue de 400 clérigos musulmanes que determinaron que violaban las creencias del Islam.
El funcionario sostuvo que "una vez que la decisión fue tomada y el dictamen fue emitido, no tuvimos otra alternativa. Tuvimos que obedecerla" y ni siquiera el mulá Mohammed Omar, el máximo dirigente talibán, podía dar marcha atrás.
Hasta ahora la versión oficial era que Omar fue quien tomó la decisión de destruir las estatuas, que desencadenó la condena mundial. Jamal agregó que los talibanes están preparados "para cuidar otros objetos. Pero las estatuas no eran islámicas".