DOMINGO Ť 18 Ť MARZO Ť 2001

Ť La presencia estadunidense en Manta, posible base contra la guerrilla: diputado

Temen ecuatorianos que su país sea trampolín para el Plan Colombia financiado por EU

Ť Washington ha gastado decenas de millones de dólares para ampliar y mejorar la pista

AP

Manta, Ecuador, 17 de marzo. Policías militares estadunidenses armados con fusiles M-16 mantienen una estrecha vigilancia sobre unos aviones espías de Estados Unidos es-tacionados en la pista de un aeródromo de las afueras de este puerto del Pacífico.

La base aérea ecuatoriana es el nuevo eje de los vuelos de vigilancia estadunidense sobre las extensas zonas de producción de cocaína en América del Sur.

La violencia del narcotráfico, que los ecuatorianos temieron tanto tiempo que cruzara la frontera con Colombia, llegó, e intensificó un debate sobre la prudencia de haberle dado a Washington un espacio cercano a la problemática frontera.

Muchos ecuatorianos temen que su país esté siendo utilizado como trampolín para una intervención estadunidense en Colombia y sea arrastrado a un conflicto regional.

"Que la base combata al narcotráfico es-tamos de acuerdo. Pero al parecer también es utilizada para una operación contra la guerrilla colombiana, lo que nos involucra como país en un conflicto que no es ecuatoriano", dijo el diputado Antonio Posso.

Estados Unidos gasta 62 millones de dó-lares en expandir y mejorar la pista y construir hangares, dormitorios y un comedor en la base de Manta, y el número de personas de servicio se ha incrementado en 125, y alcanzará los 400 luego que los trabajos de construcción se completen en octubre.

Para ese entonces, los gigantescos aviones de vigilancia AWACS y aeronaves tanque para recargarlos remplazarán a las aparatos de la marina, más pequeños, lo que permitirá a Estados Unidos vigilar la actividad aérea y marítima hasta el Caribe.

Esto permitirá una completa reanudación de los vuelos de vigilancia antidrogas, re-ducidos en dos tercios cuando las fuerzas estadunidenses evacuaron la base aérea Ho-ward en Panamá, en 1999.

Estados Unidos dijo que la base de Manta seguirá bajo control ecuatoriano y es usada únicamente como puesto de observación para rastrear las naves y aeronaves de contrabando de drogas.

Los funcionarios estadunidenses insisten en que la base no tiene nada que ver con la ofensiva antinarcóticos denominada Plan Colombia, que se financia con mil 300 mi-llones de dólares de Washington.

Pero muchos ecuatorianos mantienen sospechas y el nivel de ansiedad se ha incrementado mientras la violencia de Colombia ha empezado a impactar en Ecuador: un reciente ataque en Palma Real, cerca de la frontera con Colombia, asombró a los ecuatorianos por su barbarie.

Los narcotraficantes colombianos secuestraron y asesinaron a un funcionario civil y a seis de sus parientes y amigos, incluida su hija de 14 años. Desfiguraron los rostros de sus víctimas con ácido, les abrieron el ab-domen y les sacaron los intestinos.

ƑEl motivo? El funcionario se había atrevido a confiscar 200 kilos de cocaína que los colombianos habían tratado de contrabandear a través del Ecuador.

La violencia fue una pesadilla hecha realidad para muchos ecuatorianos, que temen que el uso de la base de Manta por Estados Unidos provoque sangrientas represalias de los poderosos grupos rebeldes colombianos que protegen el comercio de narcóticos.

Las sospechas de los ecuatorianos sobre los supuestos planes de Estados Unidos pa-ra Manta podrían originarse en parte en el sigilo que rodeó la decisión del gobierno de permitir el uso de la base por 10 años

Jamil Mahuad, que aprobó el convenio en noviembre de 1999, fue derrocado dos meses después por una insurrección cívico-militar, y los críticos dijeron que el presidente esperaba que el acuerdo de Manta acarreara una ayuda de Estados Unidos pa-ra obtener préstamos internacionales.

"Nunca pensó sobre lo que significaba para la seguridad del Ecuador", dijo el analista político Andrés Bonilla.

El ex canciller Benjamín Ortiz, que firmó el acuerdo, dijo que Mahuad utilizó la cooperación con Estados Unidos "como un punto de apoyo para proteger al país frente al problema del narcotráfico" en Colombia.

"A mí me parece que este país está entendiendo las cosas al revés. Nosotros debe-ríamos darnos cuenta que tenemos el negocio criminal mas grande del mundo al lado y cuánto puede destruirnos", señaló Ortiz.

A pesar de la controversia, hay muy poca oposición entre los residentes, que han da-do la bienvenida a los estadunidenses.

La expansión del aeropuerto ha producido cientos de trabajos en el sector de la construcción, y nuevos restaurantes y bares han surgido junto a la avenida del malecón del puerto, para intentar atraer los dólares