VIERNES Ť 16 Ť MARZO Ť 2001

Ť Esta madrugada se rompieron las negociaciones; "nerviosismo" de aeropiratas

Secuestran supuestos chechenos un avión ruso con 174 personas a bordo

Ť En Arabia Saudita fueron puestos en libertad 41 rehenes a cambio de alimentos y agua

Ť Incertidumbre y desesperación de parientes de pasajeros de la nave que despegó de Estambul

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, viernes 16 de marzo. Durante ho-ras todo fue confusión y lo único que se sabía de cierto es que un avión ruso, con 162 pasajeros y 12 tripulantes, había sido secuestrado la tarde del jueves, apenas unos minutos después de haber despegado de Estambul, Turquía, con destino a esta capital.

A poco de conocerse la noticia a través de la televisión, la incertidumbre y desesperación se apoderó de la gente que se congregaba en la sala de espera del aeropuerto moscovita de Vnukovo y, hasta el último momento, muchos albergaron la esperanza de que sus fa-miliares vinieran en otro avión, del mismo tipo y la misma compañía, que despegó también de Estambul con una diferencia de 15 minutos con el secuestrado.

Por espacio de casi dos horas, y a falta de otra clase de información oficial, un tablero electrónico indicaba lacónicamente "retrasado" junto a uno de los vuelos procedentes de la ciudad turca, al tiempo que las televisoras interrumpían, cada 30 minutos, sus emisiones normales para dar paso a cápsulas noticiosas.

Se dijo inicialmente que había un herido; luego, se habló de va-rios. Nadie sabía cuántos eran los secuestradores ni qué querían. Se especuló que eran chechenos y que exigían poner fin a la guerra.

En este contexto, se difundió por fin la lista de pasajeros y se confirmó oficialmente que un Tupolev-154, de las Aerolíneas de Vnukovo, que realizaba un vuelo charter con 98 rusos, todos moscovitas, y 64 extranjeros, la mayoría turcos, había sido desviado de su ruta, aparentemente por cuatro hombres de nacionalidad chechena que solicitaron primero aterrizar en Siria y luego en Egipto.

Razones humanitarias

Ante la negativa de los gobiernos de estos países de recibir el avión, por "razones humanitarias", se-gún se informó, Arabia Saudita aceptó que tomara pista en el ae-ropuerto de Medina, cerca de La Meca, ciudades sagradas del Is-lam, en las que está prohibida la presencia de personas que no profesen dicha religión.

Esto último, decisión deliberada de los aeropiratas o hecho fortuito, complicó la posibilidad de que unidades antiterroristas extranjeras se pudieran incorporar a una eventual operación de rescate, en caso de que fracasen las negociaciones, las cuales empezaron de inmediato a través de un comité de crisis, formado por representantes de las autoridades saudiárabes y funcionarios de la embajada y el consulado rusos. SAUDI_ARABIA_HIJACKING

Sin embargo, desde Riad se re-portó que a primera hora de hoy se rompieron los contactos entre ne-gociadores y plagiadores, mientras que el avión continuaba rodeado por fuerzas especiales.

Perseguido por la fatalidad de alguna situación extrema, que se registra cuando decide ausentarse de Moscú en plan de vacaciones, la noticia del plagio de un avión ruso sorprendió al presidente Vladimir Putin esquiando en la taiga siberiana, en la región de Jakasia.

Aunque tampoco suspendió sus vacaciones, esta vez, a diferencia de cuando ocurrió la tragedia del submarino nuclear Kursk, a me-diados de agosto pasado, Putin ha estado pendiente del caso.

La oficina de prensa del Kremlin informó que, como primera medida, ordenó crear un centro de coordinación para hacer frente al secuestro, llamado "estado mayor operativo de seguimiento".

Será encabezado por el general Vladimir Pronichev, subdirector del Servicio Federal de Seguridad, quien mantiene permanente co-municación con los miembros de la tripulación que lograron encerrarse en la cabina de pilotos, y con los diplomáticos que participan en las negociaciones.

Unidades del comando Alfa, es-pecializado en operaciones de asalto, fueron puestas en estado de alerta y dos aviones están listos para despegar de Moscú, en caso de que hiciera falta su intervención y las autoridades saudiárabes dieran luz verde para una acción conjunta. Pero antes de llegar a ese punto, se tratará de agotar la vía de la negociación.

Hacia las cinco de la mañana de este viernes, hora de Moscú, 14 horas después de conocido el se-cuestro, habían sido puestas en libertad 41 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, a cambio de agua y alimentos.

Entre los liberados hay un hombre herido de gravedad, que resultó ser uno de los sobrecargos, que habría forcejeado con los aeropiratas. Aparentemente, hay otros cuatro heridos a bordo.

Asimismo, se informó que unas 15 personas lograron escapar por la puerta de atrás del avión, poco antes de que fuese rodeado por fuerzas de seguridad saudiárabes. Todavía no es del todo claro cuántos son en realidad los secuestradores, pues sólo uno sostiene por radio las negociaciones y lo único que se ha podido confirmar es su "marcado acento caucasiano".

Independentistas se deslindan

El servicio de seguridad ruso tiene elementos para creer que "al menos son cuatro" los plagiadores, y entre éstos y conforme a la lista de pasajeros, llaman la atención dos hermanos de apellido Arsaev, que si bien no figuran en sus expedientes podrían tener algún parentesco con Aslambek Arsaev, quien fue ministro del Interior del go-bierno rebelde de Chechenia.

Sin embargo, representantes de los independentistas, al menos los cercanos al presidente checheno Aslan Masjadov, aseguran que no guardan relación ninguna con el secuestro del avión.

Tampoco se ha precisado cuáles son las exigencias de los secuestradores, aunque extraoficialmente se maneja que podría tratarse de un simple rescate en dinero y la posibilidad de dejarlos volar a un país dispuesto a acogerlos, y se menciona con insistencia alguna ciudad de Afganistán controlada por los talibanes, mientras otras versiones desde Riad sostienen que exigen "el fin de la ofensiva militar rusa en Chechenia".

Es posible que los negociadores rusos estén tratando de convencer a los secuestradores de que lo me-jor es entregarse y pedir ser extraditados a Rusia, donde está vigente una moratoria sobre la pena de muerte, puesto que en Arabia Saudita los secuestradores aéreos son condenados a la pena capital.

Virtualmente acorralados, los secuestradores, que tienen sólo ar-mas blancas y una supuesta bom-ba, empiezan a dar muestras de agotamiento físico y mental, lo que aumenta su nerviosismo y su-giere un pronto desenlace.