JUEVES Ť 15 Ť MARZO Ť 2001

Ť El zapatismo, un ¡ya basta! al genocidio silencioso de la globalización: académicos

La iniciativa de la Cocopa presenta riesgos e inconsistencias, aseguran constitucionalistas

Ť Es necesario crear una ley secundaria que especifique la figura de las autonomías, dicen

Ť Especialistas de la UNAM realizan debates sobre derechos y cultura indígenas

KARINA AVILES

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue ayer escenario de varios foros en los que se debatió acerca de los derechos y la cultura indígenas. En algunos pareció lanzarse una ofensiva contra la iniciativa de la Cocopa, y en otros se mostró una visión muy diferente de la causa indígena.

El senador Manuel Bartlett Díaz negó que él ponga obstáculos al proceso de diálogo entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso de la Unión, y optó por no hablar de ciertos temas ?como el de las declaraciones del subcomandante Marcos?, porque "hay un prurito de polarizar y enfrentar".

En tanto, constitucionalistas de la Facultad de Derecho "concluyeron" que la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) tiene "inconsistencias y ciertos riesgos", y que los indios "lograron" el reconocimiento de sus derechos desde "antes de que existiera el Estado mexicano", razón por la cual "está implícito en sí mismo un derecho natural y humano fundamental de las personas".

La tercera vía

enah_indigena2Por otra parte, académicos expresaron que el zapatismo es un "ya basta" al genocidio silencioso de la globalización deshumanizante y propone una "tercera vía en lo político y lo cultural" a través de transformaciones radicales profundas ?como la inclusión del multiculturalismo y los valores éticos?, pero "ya no por la vía de las armas".

Luis González Souza expresó que la "mezquindad de viejos politiqueros", que pretenden que los zapatistas se entrevisten con "una comisión de segundo o tercer plano", es la que no tiene cabida en México ni el mundo. Y el movimiento zapatista también es un "ya basta" contra cosas como ésa.

En la mañana, un grupo de senadores ?entre ellos, Manuel Bartlett, Fidel Herrera y José Antonio Aguilar Bodegas, integrantes de las comisiones dictaminadoras de la iniciativa de derechos y cultura indígenas? acudieron al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM para inaugurar un seminario en la materia organizado por la Cámara de Senadores y el propio IIJ.

En la ceremonia de inauguración, Diego Valadés, director del IIJ, expresó que si se llegara a romper el equilibrio "penosamente" alcanzado entre los principios de soberanía y autonomía, "podríamos desembocar en cualquiera de dos extremos: si la decisión cayera del lado de afectar la soberanía desde la presión exterior, presenciaríamos la desaparición de numerosos Estados independientes; si la decisión favoreciera la prevalencia de la autonomía como elemento rector de la vida política interna, podríamos regresar a fórmulas bastantes parecidas a las adoptadas durante el medioevo, la dilución del Estado se daría por la vía de la fragmentación".

Agregó: "ambas opciones supondrían a la postre la pérdida de la idea de nación". Dijo que el "equilibrio razonable está ahí donde se pone a salvo el principio de soberanía y se garantiza el derecho a la autonomía. Todo lo que nos lleve a alejarnos de ese objetivo en la dirección que sea debe ser visto con reservas".

El presidente de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado, Fidel Herrera, secundó lo dicho por Valadés: "nadie ha planteado que creemos una nueva Constitución paralela a la Constitución mexicana, se trata, en cambio, de que encontremos los elementos de equilibrio y de armonía".

En el mismo tenor, Bartlett señaló que los legisladores tienen la responsabilidad "de cuidar que el pacto que nos une, que es la Constitución, pueda seguir representando los intereses de la nación sin romper la estructura y la armonía que hemos logrado con este texto".

"¿Sienten algún tipo de presión por lo dicho por Marcos?", se le preguntó. "No quiero tocar ese tema porque parece que hay un prurito de polarizar y enfrentar", respondió. Bartlett explicó que él no ha puesto obstáculos al proceso de diálogo entre el EZLN y el Congreso porque "nosotros hemos tomado todos los acuerdos de la comisión por consenso".

Más tarde, al término de la ceremonia de inauguración, Bartlett, Aguilar Bodegas y Fidel Herrera se trasladaron a la Facultad de Derecho, en donde los directivos de la dependencia les entregaron las conclusiones del diplomado de invierno que se realizó para analizar el tema.

Las conclusiones de "amplio consenso" señalan la "necesidad de legislar en materia de derechos y cultura indígenas", y en las de carácter "adicional no concurrentes" los constitucionalistas indicaron que así como se ha presentado, la iniciativa de ley de la Cocopa "tiene algunas inconsistencias, ciertos riesgos y para matizar la posibilidad de este proyecto podría ser de gran auxilio una ley secundaria que especificara la figura de las autonomías".

Al término del acto de entrega de las "tres grandes conclusiones", Bartlett fue abordado otra vez afuera de un auditorio de la Facultad de Derecho por los medios de comunicación. Ahí llegaron algunos estudiantes ?calificados de "paristas", según otros alumnos? y le gritaron: "¡E-Z-L-N, E-Z-L-N, por los acuerdos de San Andrés!", lo que provocó que el priísta ya no respondiera a las preguntas y saliera de la facultad. Los representantes de los medios de comunicación se molestaron porque el senador se fuera "sin dar nota" y hubo un intercambio verbal ríspido entre algunos reporteros y los jóvenes que gritaron.

Una visión amplia

En otro foro, realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE), en el ciclo de conferencias El movimiento zapatista, una visión amplia, el académico Luis González Souza, de la Facultad de Ciencias Políticas, apuntó que el zapatismo "es la primera gran medicina para enfrentar la gran crisis civilizatoria que vive la humanidad". Indicó que el movimiento propone transformaciones "radicales profundas, pero ya no por la vía de las armas ni por la vía de las reformas o de la politiquería, como la que ahora tiene al filo del precipicio todo el proceso de reconstrucción de confianza para la paz".

Dijo que el pasamontañas es un reto para que todos se desenmascaren: los gobernantes que dicen que gobiernan, los legisladores que dicen que legislan, y los empresarios que dicen que no lo son.

Por su parte, Ana Esther Ceceña, del IIE, expresó que el conflicto chiapaneco no es una guerrilla sino una insurrección popular de un sector que se encuentra en lo más profundo de la pirámide social del país.