Javier Vasco Aguirre
La lucha del EZLN, oportunidad histórica
El entrenador Javier Aguirre dedica toda su energía a enderezar el camino de unos Tuzos que están abocados a desprenderse la etiqueta de equipo pícaro y mal intencionado, y a ofrecer los mejores resultados a su directiva. Sin embargo, el apodado Vasco sigue con atención los movimientos del EZLN y del subcomandante Marcos, a quien lo une una simpatía mutua.
MARLENE SANTOS A.
-¿Qué significado tiene para ti la entrada de los comandantes del EZLN al Zócalo?
-Es evidente que se trata de una oportunidad histórica para cambiar la situación actual de muchos indígenas, de tanta gente marginada. Lo veo como una opción real en la cual el Congreso tiene facultades y una responsabilidad muy grandes para hacer reformas y todo lo necesario para brindar justicia a millones de personas.
"Me
da la impresión de que no debemos dejar pasar esta oportunidad,
en la que parecen darse las condiciones apropiadas. Mi temor es que sea
la última, que se agoten las instancias y no se aproveche, que se
le dé largas y al final todos tengamos que lamentarlo. Sería
triste que el Ejército se desplace otra vez hacia las comunidades
indígenas, que apresen a gente, que vuelvan los retenes. Pero me
siento optimista porque las autoridades han ido cediendo en varios aspectos.
Hay, aparentemente, buena voluntad de ambas partes".
-¿No percibes un alto grado de desconfianza en Marcos y los comandantes?
-Claro, pero hay 500 años de motivos para desconfiar. Las partes deben ser flexibles, el Presidente, el Congreso y el EZLN deben entender que está en ellos el destino de este país.
"Hoy ya no es fácil hacer trampas. Hay muchos ojos puestos en este diálogo, muchos extranjeros, el mundo está atento y vigilante, no caben engaños. El presidente Fox dijo que en 15 minutos resolvería el conflicto chiapaneco; bueno, que no sean 15, que se tome el tiempo necesario, pero este es el momento".
-¿Supiste que el Sub te mencionó?, se refirió a ti como El Vasco y aludió al partido que jugaron en el estadio Palillo Martínez.
-Me enteré y es motivo de halago que un personaje de esa magnitud, de esa envergadura se refiera a una vanalidad como este deporte y mi persona. Me da gusto que además lo haya hecho con esa confianza. Yo estaría encantado de conocerlo, de tomar con él una copa de vino, de charlar, pero entiendo que es difícil por las actividades de ambos. No pierdo la esperanza de estrechar su mano algún día."
-¿Has seguido con atención el movimiento desde 1994?
-Fui invitado por el EZLN para formar parte de las mesas de diálogo para los acuerdos de San Andrés, no pude ir físicamente, pero efectivamente me mantengo atento. Esta preocupación mía por los marginados, contra la injusticia es auténtica. Crecí en una familia de inmigrantes que padeció la guerra. En mi casa siempre hubo conciencia y un sentido de rebeldía contra la injusticia.
-Mucha gente rechaza la imagen de alguien encapuchado ¿tú qué opinas?
-Puedes discernir y no estar de acuerdo con la forma, con el personaje. Pero en el fondo es obvio que la causa es totalmente justa. Ahí todos debemos estar de acuerdo; la realidad es innegable, son 60 millones de pobres y no es posible que los indígenas sean tratados como ciudadanos de segunda clase. La marcha de la caravana fue diseñada de tal forma que tocó zonas muy pobres. Ese es nuestro México y la gente respondió, unos con rechazo, pero la gran mayoría con apoyo, lo demuestran las fotos, las notas periodísticas. Hay mucha simpatía.
-México cambia ¿y el futbol? ¿no lo encuentras desfasado con la existencia de un mercado de piernas y casos como el de Emilio Mora y de directivos que cambias las reglas del juego a mitad de un torneo?
-Es obvio también que nuestro futbol está en un momento difícil no sólo en temas extrafutbol, sino inclusive en la cancha. Pero también es cierto que tienen estructura, infraestructura y material humano para salir adelante.
"Fue una buena idea buscar la profesionalización y nombrar a un secretario general, pero se deben dejar a un lado recelos y desconfianzas. En cuanto a las decisiones de los presidentes de poner 20 o más equipos, pues es de ellos el negocio, son socios y lo manejan como mejor convenga a sus intereses, pero corren riesgos cuando ponen precio a aspectos como el descenso. Ahí mismo hay gente de pantalón largo valiosa, con principios, que puede enderezar el camino.
"En cuanto a los futbolistas, ellos pierden una vez más la oportunidad de organizarse. Sin embargo, las condiciones son muy distintas que hace 20, 25 años. Si a Emilio Mora la FIFA lo autoriza a recurrir a los tribunales, que lo haga".
-Quizá los jugadores deberían unirse más en casos como el de Mora que para vetar a la prensa.
-Habría que matizar. Existe el derecho a la información, pero ahora cualquier persona con una pluma y lápiz puede decir que equis jugador es un borracho, mujeriego y jugador ¿y qué pasa?, el que escribe queda bien con sus amigos o con su jefe, pero se pierde ética y respeto. El veto fue idea de 3 o 4 jugadores, pero a partir de ahí creo que las cosas no van a ser iguales, debe haber una mejoría", acotó.