MARTES Ť 13 Ť MARZO Ť 2001

Ť Médico italiano, en riesgo de ser inhabilitado por tratar de clonar a una persona

Empresa de Melbourne frena experimento que consistía en producir un "híbrido humano"

Ť La autoridad australiana rechaza investigar la combinación con una célula de cerdo

Ť En Roma, el genetista Severino Antinori amenaza con buscar "asilo político y científico"

DPA Y AP

Sydney, 12 de marzo. Una empresa científica de Melbourne inyectó un núcleo de célula humana en una célula vacía de cerdo y permitió que se desarrollara hasta el estadio 32 antes de interrumpir el experimento, confirmaron hoy las autoridades australianas, mientras en Roma, se informó que un médico especialista en fertilidad podría perder su licencia por tratar de clonar a un ser humano.

El experimento en Melbourne, de acuerdo con el rotativo Daily Telegraph, habría sido realizado en 1999 por la firma Biogenética Stem Cell Sciences Pty Ltd.

La autoridad australiana de control de técnica genética negó este lunes que se hubiera tratado de un experimento de clonación, y dijo que más bien se trató de la producción de un "híbrido humano", por lo que el gobierno de Australia no pretende investigar el caso.

Un experto genético de la organización Greenpeace, Christoph Then, dijo en Hamburgo, que la Stem Cell, junto con la empresa estadunidense Bio Transplant, trató de registrar la patente de procedimiento en la Oficina Europea de patentes en Munich, pero acabó por retirar la solicitud en octubre pasado tras numerosas protestas que suscitó el caso, pero a pesar de esto, añadió, la solicitud de registro podría ser reactivada.

El profesor Ingo Hansmann, del Instituto de Genética Humana y Biología Médica de la Universidad Martin Luther, en la ciudad alemana de Halle Wittenberg, explicó que en principio es posible implantar un núcleo de célula humano en un óvulo de cerdo desprovisto de núcleo, y hacerlo crecer.

En todo caso, un procedimiento semejante es prohibido por la ley alemana de protección de embrión, dijo el especialista al señalar que Greenpeace ve esto con preocupación.

Tratamiento de fertilidad

En Roma, mientras tanto, el médico especialista en fertilidad, Severino Antinori, que la semana pasada prometió efectuar la clonación de un ser humano, podría perder su licencia para practicar la profesión en Italia.

Antinori fue llamado por la sección provincial de la asociación médica para que explicara el proyecto expuesto durante una conferencia en la capital italiana, que atrajo la atención mundial.

"Estamos absolutamente en contra de todo intento de clonación humana", dijo el doctor Benito Meledandri, presidente de la sección en Roma de la asociación, tras señalar que todo miembro que trate de clonar un ser humano, arriesga ser objeto de sanciones que van desde una advertencia hasta la expulsión.

Italia, aunque no tiene leyes contra la clonación, se apresta a ratificar una prohibición de Consejo de Europa, pero la medida debe ser aprobada en el Senado, luego de ser sancionada en la Cámara Baja.

Antinori, que trabaja con Pavos Zavos, un investigador de los procesos de reproducción y que renunció el mes pasado a su cargo en la Universidad de Kentucky, Estados Unidos, no ha comentado nada sobre la decisión de la asociación médica, pero un diario local le atribuyó haber dicho en una entrevista que la asociación está cediendo a "presiones de la prensa y las instituciones religiosas".

Antinori y Zavos dijeron que trabajarán en la clonación en un país del Mediterráneo, pero no precisaron cuál, aunque el primero insinuó que podría ser Israel, y advirtió que buscaría "asilo político y científico" si continúan los ataques a su trabajo en Italia.

Antinori se jactó de que sería clonado en un ser humano dentro de un año, e insistió en que la labor debía ser clasificada como un tratamiento de fertilidad, al tiempo que rechazó las sugerencias de que esto plantea problemas éticos.