DOMINGO Ť 11 Ť MARZO Ť 2001
Ť Investigador brasileño: la crisis se debe a las políticas neoliberales aplicadas en AL
Perdieron universidades públicas su función social
Ť Considera que el congreso de la UNAM daría la pauta a las transformaciones necesarias
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Las universidades públicas de América Latina deberán promover profundas transformaciones internas para sobrevivir y recobrar la función social que perdieron con la aplicación de políticas neoliberales. De lo contrario, seguirán sumidas en una profunda crisis que las tiene marginadas de las disputas tecnológica e industrial, afirma el investigador brasileño Nildo Domingos Ouriques.
En su visita a México, donde impartió dos conferencias sobre la universidad y las políticas financieras, el doctor en economía internacional explica que la situación de la universidad pública es tan grave que se ha convertido en proveedora de los centros mundiales del conocimiento sin aportar nada a sus propios países.
Profesor del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad de Santa Catarina, en Brasil, Domingos sostiene que por eso la atención de las universidades latinoamericanas está puesta en el congreso de la UNAM, porque podría dar la pauta de las transformaciones que requiere la educación superior de la región.
El también coautor del libro Neoliberalismo, Reforma y Revolución en América Latina está convencido de que las políticas de ajuste fiscal y recorte a los presupuestos en educación superior recomendadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han tenido efectos muy negativos en las universidades latinoamericanas.
"Han hecho que la universidad sea casi innecesaria, porque la opción de la elite latinoamericana tuvo implicaciones en una renuncia explícita en la disputa tecnológica e industrial, por lo que un conjunto de carreras dejó de tener sentido como la química, la física, las matemáticas y la biología. Esta es la marca más recolonizante de la universidad".
-ƑA qué se refiere con marca recolonizante?
-El capitalismo funciona desarrollando alta tecnología, y en décadas pasadas los países periféricos tomábamos su tecnología obsoleta, pero ahora ni eso estamos logrando. Tenemos dependencia tecnológica total y la expresión más fuerte de ello es la maquila y la utilización de fuerza de trabajo barata, lo que ha vuelto obsoletas un conjunto de carreras.
-Aun así, las universidades públicas no parecen estar en riesgo de desaparecer, como usted plantea.
-El problema hay que entenderlo de otra forma. La universidad pública desaparece en cuanto a que pierde su función social, ya no cumple con su papel fundamental de descolonización, de emancipación, de fuerza económica, de fuerza intelectual. En esas condiciones la universidad podrá subsistir, incluso el gobierno dará una parte del presupuesto para dar empleo a la gente, pero quienes se forman ya no tendrán independencia política para hacer la crítica del poder y para enfrentar los problemas que tenemos en la región.
-En el pasado, Ƒcuál fue la función social de la universidad?
-Hasta los años ochenta fue muy importante para desarrollar tecnología y formar fuerza de trabajo. Por eso, ahora tenemos que luchar para que se mantenga pública, gratuita y democrática, pero esta universidad tal como está no nos interesa, necesita una profunda transformación. No queremos su destrucción, sino su transformación en relación con un proyecto democrático.
-ƑQué opina del conflicto de la UNAM y de la posibilidad de promover transformaciones a través del congreso universitario?
-Una de las caras del conflicto de la UNAM que la gente menos advirtió fue su repercusión en América Latina. Un informe reciente del Banco Mundial dice que el principal adversario de las reformas que propone este organismo financiero son los estudiantes y tiene que ver con el sistema de cuotas. El conflicto de la UNAM fue tan importante para la universidad latinoamericana que las autoridades brasileñas dieron marcha atrás a su propuesta de cuotas.