DOMINGO Ť 11 Ť MARZO Ť 2001

Ť La actividad genera 7 mil 590 empleos; se enfrenta lucha por explotación de agua

El estado de México es el primer productor nacional de truchas; cuenta con 253 granjas

SILVIA CHAVEZ GONZALEZ CORRESPONSAL

Huixquilucan, Méx., 10 de marzo. Sin tener litorales, el estado de México ocupa el primer lugar nacional de producción de truchas. Con 253 granjas acuícolas, localizadas en 62 municipios, la entidad produce anualmente mil 45 toneladas de la especie y sus propietarios obtienen ganancias de hasta 50 por ciento de su inversión "porque esta es una actividad redituable".

Este año, en el estado fueron sembradas 27 millones de especies, entre carpa, rana, toro, bagre, tilapia y lobina (róbalo), pero la trucha ocupa el primer lugar y el gobierno estatal y federal envió apoyos económicos por 1.3 millones de pesos; de esta actividad dependen 950 criadores y es generadora de 7 mil 500 empleos.
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Sin embargo, los productores tortícolas (cría de truchas) enfrentan una lucha silenciosa por la explotación de agua de manantiales o riachuelos, además de que la actividad no está fundada en bases sólidas, pues 40 por ciento de las granjas no cumple normas ecológicas de explotación de mantos acuíferos.

Hace 10 años, Jesús Eugenio Rojas, junto con sus nueve hermanos crearon una granja acuícola para la cría de trucha y ahora es su principal fuente de ingresos. Orgulloso, Chucho muestra cómo extrae de sus estanques de San Juan Yautepec algunos ejemplares; hace frío y eso es bueno para el cultivo de esta especie, que alcanza a sobrevivir en 90 por ciento.

Sus estanques se alimentan de un riachuelo que nace de entre las montañas de Huixquilucan, cubiertas aún de bosques que retienen el líquido y permite su filtración al subsuelo. "Fue en 1990 cuando decidimos dar un uso al río que cruzaba nuestro terreno, donde también hay un huerto con manzanales y peras, que los turistas llegan a cosechar", explica a La Jornada.

Este año, la familia espera una cosecha de seis toneladas que venderá a "una gran tienda comercial", dice motivado por su próspero negocio, en plena cuaresma.

Sin embargo, la actividad no está fundada en bases sólidas, dice Antonio Hidalgo Ibáñez, jefe de Departamento Pecuario del gobierno del estado, e indica que decenas de granjeros no cumplen con normas de explotación de aguas naturales del territorio mexiquense y la "situación es que su próspera labor puede ser... restringida por incumplir la norma", indica.

Y es que actualmente el uso del agua de manantiales y riachuelos se efectúa a gusto de los productores, de tal forma que si este recurso pasa por sus predios, ellos alteran el cauce y construyen hasta 30 estanques, "y ni la Comisión Nacional del Agua (CNA) ni la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) tienen registros específicos del uso del acuífero", agrega.

Falta de regulación

La falta de regulación ha provocado confrontaciones entre granjeros de la Sociedad de Producción Rural de Interés Colectivo, de La Cañada Paso Blanco, municipio de Huixquilucan, debido a que para abastecer de líquido el lagunar, localizado en la zona turística de La Marquesa, del municipio vecino de Coyoacán, se restringe el correr del agua".

Esta situación ha determinado el envío de oficios al gobierno municipal de Huixquilucan, en los que se demanda su mediación a fin de regular el paso del agua hacia la granja de la sociedad productiva, donde se reproduce y engorda la trucha".

Hay propuestas para incorporar nuevos proyectos piscícolas, agrega el jefe de Departamento Pecuario, al indicar que en los municipios de Donato Guerra, Amanalco, Valle de Bravo y Oyocoacac se ubica el mayor porcentaje de producción piscícola mexiquense, pero advierte que "esta próspera actividad tiene que ser regulada, pues actualmente 40 por ciento de las granjas no cumplen con las normas ecológicas de explotación de mantos acuíferos.

"No vaya a ser que una vez muerto el niño se quiera tapar el pozo", dice, luego de indicar que ni la CNA ni la CAEM cuentan con registros sobre la cantidad y condiciones en las que queda el agua empleada en estos lugares, que además deben cumplir con estudios de impacto ambiental, equipo de tratamientos de líquidos y registros de explotación, "y no los tienen en su mayoría".

Cuando las temperaturas bajan, la familia Rojas inicia la siembra de alevinas, especie que no mide más de un centímetro, se cultiva en un cuarto oscuro y cerrado.

Este mes de marzo las truchas alcanzan la "talla" para su venta y pueden ser trasladados al Distrito Federal. Pero sin ir tan lejos, Chucho ha traído una palangana con peces todavía boqueando.

?Si gustan aquí también los cocinamos?, dice a los visitantes de la granja, quienes tienen la posibilidad de agregar a su organismo un alimento de alta calidad proteica.