Ť Azul nopal y verde tiempo, exposición del pintor en la Galería de Hacienda
Siempre concibo a la creación artística como un acercamiento a la realidad: Von Gunten
Ť Ahora lo que más me interesa es el proceso y no llegar a un fin, señala
MERRY MAC MASTERS
No obstante que Roger von Gunten (Zurich, 1933) sigue pintando igual, cada vez crea menos cuadros. A modo de explicación, dice interesarse más por el proceso que llegar a un fin. Se trata de profundizar en el tiempo, asegura. Sus obras se han vuelto ''más complicadas" y si antes terminaba un acrílico en dos días, ahora busca no concluirlo, a fin de ver el cuadro como un proceso con muchas vivencias.
Siempre, explica Von Gunten, ''he visto al arte como un acercamiento a la realidad. Lo que hay detrás de las apariencias". Para el pintor uno puede vivir el tiempo como una rebanada más o menos gruesa aunque, aclara, esto es ''sólo una vivencia que tengo frente a mis cuadros. Veo más cosas que hacer, así como más posibilidades de añadir y transformar la imagen en la tela".
Radicado en México desde 1957, Von Gunten asegura que su pintura no tiene nada que ver con Suiza. No obstante, le da gusto que una exposición de su obra figure dentro de la programación del Festival del Centro Histórico, este año con fuerte presencia de ese país europeo. Alumno de la Escuela de Arte y Oficios de Zurich, de 1948 a 1953, tiene muy presente a un maestro, Ernst Kubler, y recuerda que el director era el gran teórico del color, Johannes Itten.
Sensualidad y manejo del color
La pequeña retrospectiva Roger von Gunten. Azul nopal y verde tiempo, de 24 piezas, se inauguró el pasado jueves en la Galería de la SHCP (Guatemala 8, Centro Histórico). Para Ingrid Suckaer, curadora de la muestra con Cristina Torres, el artista de una primera época, representado por el óleo Flores (1956), realizado todavía en Suiza, o Templo para gato rojo (1957) o Desnudo con espejo (1958), es ''un joven que llega buscando nuevos horizontes".
La muestra comprende cuatro piezas de Von Gunten de la Colección Pago en Especie, de Hacienda.
En la mixta sobre tela Animal en las alturas (1969), la más temprana de la colección, se ve la iconografía animal que con el tiempo se acentuará. En el óleo El cuarto de la niña rebelde (1963), ya está el manejo de la figura femenina que lo caracteriza. En opinión de Suckaer, la obra de los años setenta muestra una sensualidad y un manejo del color que una década después se desbordarán. La brevedad de la muestra no impide apreciar el ''laboratorio" vivido por el artista.