SABADO Ť 10 Ť MARZO Ť 2001 Ť

Ť Desaprueba la violencia guerrillera para el cambio

El obispo de Neza recomienda no homenajear a "supuestos héroes"

ALMA E. MUÑOZ

El obispo emérito de Nezahualcóyotl, José Melgoza Osorio, pidió a los católicos no rendir homenaje a "supuestos héroes", en alusión directa a los comandantes zapatistas que ya se encuentran en la ciudad de México. Ellos, sostuvo, no han hecho nada para mejorar la situación de los indígenas.

En dos escritos sobre el tema, el prelado criticó a "quien debió evangelizar" a los indígenas de Chiapas y ayudó en su entrenamiento para conformar un "ejército indigno", en referencia a la labor pastoral encabezada por Samuel Ruiz cuando fungió como obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, pues se "desvió del auténtico camino de la Iglesia".

No obstante, aplaudió la posibilidad de reanudar el diálogo entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno por un "camino no violento", en busca de que "aquellos hermanos nuestros, tanto tiempo explotados y marginados, puedan remprender su vida en un ambiente de seguridad, justicia, comprensión y amor".

Dijo estar convencido de que los zapatistas, "en lugar de programar una integral promoción a favor de aquellas comunidades formadas por indígenas, acudieron a la violencia a sabiendas de que violencia genera violencia y no justicia ni paz. Aquellos hermanos nuestros, los indígenas, necesitan la protección de autoridades civiles y militares, pero no necesitan recibir armas para mantener una intolerable tensión"

Desde luego, afirmó Melgoza Osorio, los dirigentes del EZLN no se adhieren al esquema de la filantropía: "si fuera el amor el inspirador de su lucha, hubieran emprendido el efectivo sistema de la promoción integral: cultura, salud, arte, agricultura, ganadería. Con menos dinero del que se invierte en sostener la violencia hubieran logrado fabulosos resultados en un estado potencialmente rico y productivo".

Pero además, "desde el ángulo religioso se debió promover una auténtica evangelización, con gran respeto a los distintos grupos religiosos. Esto no se hizo. Son muy conocidas las ideologías de ciertos personajes y la auténtica fe en Jesús no puede ni suscitarse ni cultivarse con ideologías".

El prelado, quien se consideró a sí mismo como una persona con "poco saber", consideró que la simpatía hacia el subcomandante Marcos estriba en "los resentimientos, no solamente de las comunidades indígenas, sino de individuos o grupos que lamentan abusos de autoridad, fraudes, corrupción, despojo, marginación y enriquecimiento ilícito".

Al líder insurgente lo condena por haber entregado armas a los chiapanecos y rechaza que pueda ser "evangelizador".