VIERNES Ť 9 Ť MARZO Ť 2001
Ť Trabajadoras de Brasil se enfrentan con la policía
Con movilizaciones, piden en AL fin a la discriminación femenina
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Anuncios oficiales y manifestaciones de todo tipo para exhortar a la lucha contra la discriminación de género se desarrollaron ayer en el mundo en ocasión del Día Internacional de la Mujer.
Uno de los pocos incidentes reportados tuvo lugar en Brasil, cuando un grupo de trabajadoras rurales se enfrentó a la policía en la ciudad nordestina de Recife, al intentar ingresar a la sede del gobierno estatal para entregar al gobernador Jarbas Vasconcelos un pliego petitorio.
En Olinda, vecina a Recife, unas 700 mujeres denunciaron la violencia doméstica y recordaron que cada cuatro minutos una de su género es agredida en el país; al tiempo que otras 700, del Movimiento de los Sin Tierra, invadió un restaurante de la cadena estadunidense McDonald's, en la sureña ciudad de Porto Alegre, para protestar contra la política económica neoliberal.
Según una encuesta de la organización Fuerza Sindical, 50 por ciento de las brasileñas considera una prioridad lograr mejoras salariales y medidas contra el acoso sexual.
En la capital de Guatemala tuvo lugar una nutrida marcha en la que cientos de mujeres denunciaron la situación de pobreza, abuso y discriminación de que son víctimas en el país centroamericano, donde no existe legislación que proteja a las mujeres de la violencia intrafamiliar.
En Colombia, la Organización Femenina Popular, que brinda atención a las víctimas de la violencia en la conflictiva región del nordeste, celebró este día con una concentración en una plaza del puerto de Barrancabermeja, pese a las amenazas de los paramilitares derechistas. Esa organización desarrolla labores conjuntamente con la ONG Ruta Pacífica, que también trabaja con mujeres, y que ayer fue galardonada con el Premio Milenio de la Paz de Naciones Unidas.
Según cifras oficiales, al menos 55 por ciento de los más de 2 millones de desplazados por la violencia son mujeres, mientras que el Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos reconoció en especial a las mujeres colombianas víctimas "de abusos sexuales, por parte de los actores armados".
El ejército, por su parte, informó que 6 mil mujeres, 40 por ciento menores, integran las filas de la guerrillas, pero no dio información sobre cifras de participación en grupos paramilitares.
En Santafé de Bogotá, en tanto, los hombres se preparan para ser sometidos este viernes a un toque de queda nocturno (optativo) impulsado por el alcalde de la capital colombiana, Antanas Mockus, quien propuso la polémica medida como un experimento no sólo para exaltar "el papel de la mujer", sino también para medir la incidencia de los hombres en los índices de violencia de la ciudad.
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez anunció la creación del Banco de la Mujer, que financiará proyectos desarrollados por ellas y dará créditos sin intereses a las más pobres, y el cual arrancará con un capital de 14.2 millones de dólares.
En Argentina, donde el Día Internacional de la Mujer pasó casi inadvertido, sindicalistas y desempleadas marcharon hasta la Plaza de Mayo con la consigna "contra la pobreza y la desocupación". Se unieron ahí con las Madres de Plaza de Mayo, quienes todos los jueves marchan para reclamar justicia para sus familiares desaparecidos durante la última dictadura militar.
El gobierno, por su parte, lanzó un programa de registro laboral y atención social a las trabajadoras domésticas, mientras que autoridades del vecino Uruguay impusieron por primera vez a una mujer para comandar una seccional policiaca territorial.
En Chile continuaba entre tanto el debate sobre la llamada "píldora del día siguiente", que ha obligado al gobierno a postergar su decisión de introducir al país esa píldora, que impide un embarazo si se ingiere horas después de sostener relaciones sexuales. El debate gira en torno a si la tableta es abortiva o simplemente anticonceptiva.
En Nueva York, un estudio del grupo independiente Acción Internacional para la Población reveló que la proporción de mujeres que mueren durante el embarazo o parto es 33 veces mayor en los países pobres que en los ricos.