Ť La Sagarpa afirma que se reforzó la vigilancia para evitar ingreso de enfermedades
Falta control a importaciones de carne: AMEG
Ť De 300 tráileres que entran, sólo se toman muestras en 3, y los resultados tardan meses
MATILDE PEREZ U.
Mientras la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación aseguró que se reforzaron
las medidas de vigilancia en aeropuertos, puertos y fronteras para evitar
la entrada de enfermedades que pudieran poner en riesgo la salud animal
y vegetal del país, los productores privados de ganado alertaron
sobre la falta de una revisión rigurosa a las 439 mil toneladas
de carne de bovino importadas.
De los 300 tráileres ?de 20 toneladas cada uno?
que ingresan diariamente por la frontera norte, sólo se toman muestras
a máximo tres, y se envían al Centro Nacional de Constatación
en Salud Animal localizado en Jiutepec, Morelos, y los resultados tardan
de tres a seis meses; además, los grandes importadores sólo
gastan de 50 a 100 dólares por el procedimiento. "Eso ya no sirve
de nada", señalaron Juan Barrio Aguirre y Enrique López,
presidente y director, respectivamente, de la Asociación Mexicana
de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG).
Sin embargo, entre 25 y 50 por ciento de las cargas de productos cárnicos de México que ingresan a Estados Unidos son sometidas a un riguroso análisis toxicológico y liberadas hasta disponer del resultado ?dos o tres días después?, y el costo por contenedor es de mil 300 a mil 500 dólares, agregaron. "Esto es una asimetría, el gobierno de Estados Unidos somete a una revisión muy estricta, pero en México no hay una inspección similar".
Javier Trujillo Arriaga, director en jefe de la Comisión Nacional de Sanidad Agropecuaria (Conasag), afirmó que para la presente administración, los temas de sanidad vegetal y animal son asuntos de seguridad nacional, por lo que las inspecciones de los productos agropecuarios en los 105 puntos de revisión "no son meramente trámites administrativos. Son de supervisión y vigilancia". Pero reconoció que deberán cambiar las lógicas de muestreo e inspección para cumplir con la Ley Federal de Sanidad Animal.
Dicha legislación ?publicada en el Diario Oficial el 12 de junio del año pasado? determina que la verificación de las importaciones debe efectuarse en territorio nacional, y concede un año para que se construyan las instalaciones con capital de los gobiernos federal y estatales, o con inversiones particulares; el plazo vence el 13 de junio.
A la fecha ?mencionaron los dirigentes de la AMEG? no existe ninguna instalación, porque ni Agricultura ni Hacienda han definido los procedimientos para agilizar la construcción de los puntos de verificación, "requisito apremiante para dar certidumbre a los inversionistas particulares interesados en el asunto. Desde septiembre del año pasado solicitamos a las autoridades dieran a conocer esas reglas, porque queremos edificar seis puntos, para los cuales tenemos 12 millones de dólares. El monto es suficiente, ya que se calcula que el costo máximo por cada uno es de 2.5 millones de dólares".
En conferencia de prensa, el director en jefe de la Conasag dijo que no hay ningún impedimento para que participe la iniciativa privada en la construcción de esos centros de verificación, pero "no se puede sacar un manual generalizado, como lo piden los de la AMEG, porque el servicio se tiene que prestar de acuerdo con el cliente". Por lo pronto, la idea es que sólo se verifique 5 por ciento de las importaciones, particularmente las que hagan los más pequeños y aquellos que no tengan un historial en México, el resto quedarán exentos.
Por ejemplo, mencionó que en el caso de Sigma ?uno de los grandes importadores de carne de bovino? no será sometido a esa inspección, porque "tenemos antecedentes de la calidad de sus importaciones". Además, comentó, es el inversionista del centro de control que estará funcionando en Colombia, Nuevo León, y por el cual entrarán ?por lo menos durante un año hasta que edifiquen y funcionen otros centros en Nuevo Laredo y Mexicali? las importaciones de cárnicos.
Juan Barrio Aguirre y Enrique López, directivos de la ANEG, aclararon que su insistencia en que se aplique la Ley Federal de Sanidad Animal no es porque pretendan utilizarla como una barrera comercial, sino para terminar con la asimetría y que el consumidor mexicano tenga realmente seguridad de que la carne importada no contiene exceso de hormonas, está contaminada o procede de algún animal enfermo.
Comentaron que varios importadores alteran los documentos para hacer creer que la carne refrigerada, e incluso caduca, es de alta calidad; a sus documentos que dicen red steak le agregan high quality, pero además, a la fecha hay 17 agentes aduanales amparados tratando de revertir la Ley Federal de Sanidad Animal.
A ello, el director en jefe de la Conasag comentó que será difícil sustituir los 20 puntos de inspección que están del lado de Estados Unidos, pero la ley coloca a México en la ruta de que la inspección de productos cárnicos que se realiza entre los países del TLC sea equivalente. "Los productores pueden tener la certeza de que sus recursos están siendo protegidos de enfermedades tan graves como la fiebre aftosa, que ha impactado a los ganaderos de algunos países europeos".