Ť Seguridad nacional, prioridad de su gobierno, señaló
Ariel Sharon juró como nuevo primer ministro de Israel
Ť Ofreció la paz a los palestinos, "si frenan la violencia"
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 7 de marzo. El ultraderechista, Ariel
Sharon, juró este miércoles como nuevo primer ministro de
Israel luego de ofrecer la paz con los palestinos, a condición de
que, primero, éstos pongan fin a la revuelta popular que comenzó
en septiembre pasado, y afirmó que la prioridad de su gobierno será
la seguridad nacional. El Parlamento israelí (Knesset) aprobó
el gobierno de unión nacional, que reúne desde a la centro
izquierda hasta a la ultraderecha y a los religiosos ortodoxos, con 72
votos a favor y 21 en contra.
Mientras tanto, miembros de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) no ocultaron su pesimismo ante este gobierno al señalar que
la coalición es tan amplia que no habrá autoridad debido
a las divisiones. Asimismo, un artefacto explosivo de escasa potencia estalló
hoy en una zona industrial al sur de Jerusalén, sin causar víctimas.
Al jurar en su cargo, Sharon aseguró que "si existe voluntad de ambas partes, podemos tomar un desvío de la senda de sangre en la que estamos marchando. Nuestra mano está extendida en señal de paz". Agregó que su gobierno está dispuesto a reanudar las negociaciones con Palestina, "pero no bajo la presión del terror y la violencia", aseguró Sharon, un ex general de línea dura veterano de las guerras que suscitaron tras la fundación de Israel, en 1948.
"La misión suprema del nuevo gobierno es afirmar la seguridad de Israel y dar seguridad a sus ciudadanos a través de una lucha contra al violencia y el terror", sostuvo Sharon.
Agencias de prensa hicieron notar, como elementos alentadores y conciliadores dentro del discurso de Sharon, el hecho de que prometió que no se construirán más asentamientos judíos en zonas palestinas y que cuando se refirió a Jerusalén, si bien la llamó "la capital eterna de Israel", no habló de que este Estado mantendría su "soberanía indivisible" sobre la ciudad santa que los palestinos también reclaman como su capital histórica.
En su discurso de despedida, el primer ministro Ehud Barak, quien perdió estrepitosamente las elecciones ante Sharon, aseguró que su política de paz fue la correcta y "no fue la causa del conflicto". Añadió que en la reciente Intifada "los palestinos mostraron su verdadero rostro y comprobaron que no están dispuestos a asumir un compromiso histórico con Israel".
Poco antes de la ceremonia de toma de posesión, el presidente del Knesset, Avraham Burg, declaró a la radio que el hecho de que el nuevo gobierno de Sharon esté integrado por 26 ministros y 12 viceministros de partidos que abarcan todo el espectro político israelí "no será bueno para la salud de la democracia" de Israel, y alegó que existe el peligro de que exista una separación de poderes y que el parlamento quede nulificado políticamente.
Así, el nuevo gobierno contará con ministros de seis partidos; el laborista y artífice de los acuerdos de paz, Shimon Peres, será el nuevo canciller y el halcón de derecha, Benjamin Ben Eliezer será ministro de Defensa, que tendrá como viceministra a la hija del asesinado primer ministro laborista Yitzhak Rabin, Dalia.
El Parlamento aprobó el presupuesto para el presente año antes de que Sharon jurara en su puesto y también una ley en la que se abolió el sistema de elección directa del primer ministro, vigente desde 1996, por lo que en las próximas elecciones el jefe de gobierno será el candidato del partido que logre mayoría en el Knesset.
Los problemas que puede acarrear el amplio gobierno de Sharon se manifestaron aun antes de su toma de posesión, pues el partido ultra ortodoxo Shass, y tercera fuerza política con 17 escaños en el Parlamento, amenazó con no integrarse a la coalición si antes no se aprobaba una ley que prolongara por dos años la exención del servicio militar a jóvenes que estudian religión.
Esto fue una suerte de crisis de coalición, pues sin los diputados de Shass, Sharon hubiera perdido la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, el Knesset aceptó ampliar por sólo un año la exención exigida por Shass.
Mientras tanto, el negociador palestino, Saeb Erakat, afirmó que el nuevo gobierno israelí "estará ausente debido a sus divisiones. La izquierda hablará de paz, mientras que la derecha intentará crear hechos consumados sobre el terreno, como los asentamientos y la ocupación".
A su vez, el principal consejero del presidente de la ANP, Nabil Abu Rudeina, aseguró que en estos momentos el gobierno estadunidense de George W. Bush debe asumir totalmente su papel como padrino del proceso de paz, "porque fue después de los cambios en Estados Unidos e Israel que se interrumpieron todos los contactos". La Casa Blanca anunció, por lo pronto, que Bush sostendrá su primera reunión con Sharon el próximo día 20.
Abu Rudeina agregó que no habrá manera de contener la violencia en los territorios palestinos ni de reanudar el diálogo de paz si el nuevo gobierno opta por continuar "la política del bloqueo, el hambre y las amenazas".
El artefacto que hoy estalló en Jerusalén no causó heridos ni daños, pero creó preocupación porque el grupo integrista Hamas prometió una ola de ataques suicidas antisraelíes cuando Sharon tomara posesión.