Ť Muestra con 54 obras del acervo de ese museo
De Cuevas, el ''cuadro del pleito'' incluido en Tamayo
en el torbellino...
MERRY MAC MASTERS
Al recorrer la ''nueva mirada" de la colección conformada por Rufino Tamayo, en el museo construido para albergarla, su curador, Olivier Debroise, señala una obra de José Luis Cuevas. Es el dibujo y collage sobre cartulina Se busca, soy un asesino, de la serie Crimen, de 1968. ''Es el cuadro del pleito", anota. El hecho se consigna en la cédula de la sección dedicada a los artistas mexicanos.
''Muy controversial resulta la presencia de José Luis Cuevas en la colección Tamayo ?escribe Taiyana Pimentel?. Llama la atención la ausencia de alguna de las piezas maestras de Cuevas cuando ambos artistas fueron contemporáneos, pero sabemos que el hecho puede ser el resultado de los conocidos desencuentros entre los dos creadores. Lo que sí resulta importante destacar es que a pesar de este sobresalto, Tamayo ?quien poseía un sentido militante de la historia? decidió legar a su colección la pieza que poseía de José Luis Cuevas, pues representaba uno de los más firmes exponentes del movimiento de Ruptura".
En su biografía de Tamayo, Ingrid Suckaer documenta la relación entre ambos artistas. Después de una amistad de varios años, Rufino y Olga acabaron por retirarles la palabra al joven matrimonio formado por José Luis y Bertha, a raíz de que Cuevas ganara el primer lugar de la Trienal Internacional de la India. Para el dibujante hubo chismes de por medio.
Un viejo amigo, Fernando Gamboa, fue nombrado primer director del museo. Suckaer escribe: ''Se sabe que una de las desavenencias entre Gamboa y los Tamayo surgió a partir de que aquél incluyó en el guión museográfico el cuadro de Cuevas de la colección Tamayo. Se dice que fue Olga la primera en ver la obra en una de las salas y, en ese momento, insultó a Gamboa y, entre otras cosas, lo trató de malagradecido".
Vía telefónica, Cuevas explica que el cuadro llegó a la colección por una compra directa realizada a través de Gamboa. Recuerda haber visto la pieza colgada en las semanas posteriores a la inauguración. Dice, sin embargo, que con la renuncia del museógrafo como director, la obra fue embodegada, donde permaneció aún después de la muerte de Rufino y Olga. En la medida que el dibujo pertenece al Instituto Nacional de Bellas Artes, alguna vez pensó en pedirlo para el Museo Cuevas.
Tamayo en el torbellino de la modernidad, que incluye 54 obras de las 315 que integran la colección, será inaugurada mañana, a las 20:00 horas, en el Museo Tamayo junto con el par de instalaciones Bedlam, del venezolano Javier Téllez .