MARTES Ť 6 Ť MARZO Ť 2001
Ť Rudolph Giuliani, quien bailó con las Rockettes, pide evaluar "obras ofensivas"
Crear una "comisión de la decencia" para Nueva York, plantea el alcalde de la ciudad
Ť El arte neoyorquino, en franca guerra religiosa por una fotografía de la Ultima Cena
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 5 de marzo. El alcalde de Nueva York ha propuesto una comisión de la decencia para esta ciudad, a fin de evaluar obras de arte y otras expresiones en instituciones públicas, así como en algunos museos, que considera "ofensivas". Ayer, el mismo alcalde se rasuró las piernas, su puso medias y bailó con las famosas muchachas de Radio City, las Rockettes.
El "arte" en esta capital mundial de la cultura -como le gusta autonombrarse a Nueva York- está en una guerra religiosa que podría haber ocurrido en los tiempos de la Gran Inquisición. Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, propuso establecer una comisión de la decencia hace un par de semanas al responder a una obra de arte que jamás ha visto, pero que calificó de "anticatólica".
La obra es una fotografía de la Ultima Cena, donde Jesús es una mujer negra (la fotógrafa) desnuda, que forma parte de una amplia exhibición de fotógrafos afroestadunidenses en el Museo de Arte de Brooklyn. Ayer, el recién nombrado cardenal Edward Egan declaró desde el púlpito en la catedral de San Patricio que la imagen de una Jesús desnuda es un ejemplo de las dificultades de vivir en tiempos de "tantas tentaciones", y calificó a la artista de "individuo patético".
El Museo de Arte de Brooklyn fue sede de la última gran controversia política sobre el arte en esta ciudad, cuando el mismo alcalde se enfureció con otra obra que jamás vio personalmente. Hace más de un año, el alcalde proclamó como "ofensiva" e inaceptable una obra en la cual el artista africano Chris Ofili pintó una Virgen María decorada con mierda de elefante. En ese caso, el alcalde intentó suspender el subsidio público del museo, una batalla que finalmente perdió ante las cortes, que fallaron a favor de la protección de la libre expresión.
Resulta que ambos artistas son católicos, o por lo menos se criaron en esa religión. Para la fotógrafa Renee Cox, quien fue atacada ayer por el cardenal Egan, sus expresiones y las de su colega Ofili son resultado de Dios, ya que ambos fueron creados en su imagen. Así, consideró que la reacción de Egan "llega de algún nivel de su frustración, y tal vez el Señor le ayudará también. El Señor me dio esta idea, porque yo también soy hija del Señor", comentó al Daily News.
Aunque algunos defensores del arte dudan de que en esta sofisticada capital cultural, el alcalde podrá encontrar lo que, como señaló un funcionario de la asociación de museos, serían "censuradores", hay varios voluntarios, entre ellos los aliados políticos del alcalde y jerarcas de la Iglesia católica.
El defensor del catolicismo
Mientras tanto, el gran defensor de la fe católica ortodoxa se vistió de mujer y bailó anoche con las Rockettes (un tipo de can can, La Jornada, 5 de marzo). No sólo eso, el defensor de la "decencia" y el catolicismo está involucrado en una relación amorosa que comenzó en secreto, supuestamente cuando aún se presentaba como un marido y padre fiel. A su amante se le brindó protección policiaca, que le cuesta al tributario neoyorquino unos 200 mil dólares al año, señaló la columnista Katha Pollitt en The Nation.
La obra Yo Mama's Last Supper se encuentra en una sala separada en el museo con su propia guardia de seguridad. Según los críticos, es una obra menor en una exhibición con piezas mucho más impresionantes (como la obra fotográfica de Gordon Parks y otros reconocidos artistas). Sin embargo, igual que con el poco conocido Ofili y su Virgen María, ahora Cox y su pieza se han hecho famosos gracias al alcalde. De hecho, parecería que muchas artistas se dedicarán a provocarlo, ya que eso resulta ser un enorme favor: la atención de los medios, los críticos y, claro, los patrocinadores de las artes.
Aún se espera el veredicto de los críticos de danza por la reciente actuación del alcalde anoche. La Iglesia ha guardado silencio sobre el número "artístico" del defensor de la decencia y sus piernas.
ƑBailaba el Gran Inquisidor?