LUNES Ť 5 Ť MARZO Ť 2001
Ť El liberal ortodoxo disminuirá el gasto público, coinciden los medios del país
López Murphy, ministro de Economía en Argentina
Ť De la Rua ratificó la continuidad de la convertibilidad del peso a la par del dólar
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 4 de marzo. El economista Ricardo López Murphy, un liberal ortodoxo y pragmático que estudió en Chicago, será el nuevo ministro de Economía de Argentina, anunció esta tarde el presidente Fernando de la Rúa, después de un fin de semana cargado de incertidumbres y de largas reuniones.
López Murphy, quien deja así su cargo de titular de la cartera de Defensa, remplaza a José Luis Machinea, quien renunció el viernes y que en las últimas horas habló con representantes de organismos externos para tranquilizarlos, al asegurar que se aleja del cargo de buena forma, aunque admitió que su salida se había dado en el contexto de ''peleas internas''.
En tanto, fuentes consultadas por La Jornada dijeron que el ex ministro de Economía durante la presidencia de Carlos Menem, Domingo Cavallo, ocuparía la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), aunque De la Rúa aseguró en conferencia de prensa que ''no hay ofrecimiento particular'' a Cavallo. En todo caso, el gobierno no puede nombrarlo aún ya que debe encontrar una solución legal para el alejamiento
del actual titular del BCRA, Pedro Pou, quien es cuestionado por las investigaciones en el escándalo de la participación de bancos argentinos en lavado de dinero.
Una comisión especial investigadora del Congreso deberá decidir la remoción de Pou, quien llegó al cargo durante el mandato de Menem, como manda la ley en el caso de las entidades autónomas. Pero circulan rumores que ya se negocia la renuncia de Pou, quien se aferró a su cargo en las últimas semanas para poder imponer más condiciones, según analistas locales.
Al anunciar el nombramiento de López Murphy, el presidente volvió a ratificar la continuidad de la convertibilidad, que ancla al peso en paridad con el dólar, y señaló que el objetivo de este cambio no es alterar el programa económico, sino alcanzar las metas fiscales y de crecimiento ya pactadas.
López Murphy también recordó que existe un presupuesto ya votado y compromisos internacionales a cumplir, al reconocer lo ''reducido'' de su espacio de maniobra para hacer modificaciones.
Coincidentemente, los principales medios del país advierten en sus análisis que el nuevo ministro traerá más de la misma política, con el objetivo de disminuir el gasto público como una medida central para lograr la reactivación de la economía argentina, sumida en una grave recesión desde 1998.
Algunas cifras que revelan el estado económico son los pronósticos de crecimiento para este año de 1.5 por ciento o menos, según consultorías privadas; la caída de la producción industrial en más de 4 puntos en enero pasado, en comparación con el mismo mes de 2000, y un déficit fiscal que alcanzó casi mil millones de dólares, también en enero.
Aunque no se mencionó en las primeras declaraciones oficiales tras el cambio, para muchos sectores se asoma el fantasma de un nuevo ajuste. Interrogado al respecto, López Murphy se limitó a decir que ''el esfuerzo más serio va a ser cumplir los acuerdos y honrar los compromisos asumidos''.
Definido por unos como un ''talibán'' de la economía y por otros como un ''economista ortodoxo'' pero a la vez político, el ministro necesita recuperar la iniciativa, ya que en todos los sectores esperan ''más acción'' que con su antecesor.
Deberá adelantarse a los acontecimientos y no correr tras ellos, señalan analistas, que advierten que tiene en sus manos -aún caliente- el ''efecto-beneficio del blindaje'' económico que dio a principios de este año el megapréstamo de organismos internacionales por casi 40 mil millones de dólares.
Algunos hombres del equipo de Machinea quien durante su gestión aumentó los impuestos, redujo el gasto público y recortó salarios podrían continuar en Economía, pero una buena parte se alejará.
En el centroizquierdista Frente País Solidario, el socio menor de la centrista Unión Cívica Radical en la Alianza, se analiza el nombramiento, pero algunos voceros recordaron que las políticas ortodoxas aplicadas en el pasado derivaron en un país azotado por el desempleo, que afecta a más de 4 millones de 36 millones de argentinos. Antes de que la Alianza gobernante asumiera en diciembre de 1999, el nuevo ministro provocó críticas por proponer recortar los salarios en 19 por ciento.