Ť La CNDH acepta la queja presentada por Mauricio Schoijet, académico de la UAM
Un investigador interpone amparo por haber sido rechazado del SNI
Ť Otorga una jueza la suspensión definitiva de la decisión por la que se margina al científico
Ť Este había enviado una carta a la SEP en la que decía ser víctima de "abuso de autoridad"
Un científico interpuso, por primera vez en la historia del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), una demanda de amparo en contra de la resolución que le niega el ingreso al mencionado organismo que otorga estímulos económicos a los investigadores más prestigiados de México.
La juez quinto de distrito en materia administrativa en el Distrito Federal, Clementina Flores Suárez, ya dio curso a la denuncia y el 23 de febrero pasado declaró la suspensión definitiva de la publicación del oficio que rechaza el registro en el SNI del académico Mauricio Schoijet, quien reclama que la notificación no está fundada ni motivada.
Adicionalmente, el profesor de la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X) presentó una queja que fue aceptada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, informó el abogado Raúl Jiménez, quien lleva el caso.
El 21 de enero del año pasado el científico pidió su ingreso al SNI, organismo que opera desde hace 16 años y cuyos miembros son considerados como la elite científica y tecnológica del país. Seis meses después la petición del profesor fue rechazada con el argumento de que tenía producción escasa y carecía de una línea definida de investigación.
Schoijet apeló esta decisión y en noviembre de 2000 el entonces secretario ejecutivo del SNI, Jaime Martuscelli, le notificó que el Consejo Directivo había ratificado la determinación inicial con base en una recomendación de la Comisión Dictaminadora Revisora del Area de Ciencias Sociales, que señala que la producción del investigador no es consistente.
El 24 de enero pasado, el académico interpuso un recurso de amparo por considerar que la resolución no está fundada ni motivada y que viola su derecho de audiencia.
La inconformidad del investigador se debe a que el documento de notificación del SNI, de cuatro párrafos, no cumple con requisitos legales elementales. No menciona disposición reglamentaria o administrativa alguna que justifique la decisión; tampoco acredita los motivos y no respeta el derecho de audiencia del investigador, pues no le entrega el dictamen de la comisión que revisó su caso.
Resolución próxima
Ahora, el que la demanda prospere depende de que el organismo sea considerado autoridad para los efectos del juicio de amparo, lo cual será determinado por la juez en los próximos días, indicó el abogado Jiménez.
El representante legal indicó que este caso es inédito y podría sentar un precedente, ya que hasta ahora el SNI ha sido "un área tradicionalmente ajena a las ventanas públicas y no debería escapar a la regla de la rendición de cuentas gubernamentales por la vía de la revisión judicial".
A principios de febrero, Schoijet, de origen argentino y naturalizado mexicano, envió también una carta al secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, a quien le manifiesta ser víctima de "abuso de autoridad", ya que cuenta con los merecimientos académicos requeridos para pertenecer al mencionado sistema científico.
Señala, entre otros aspectos, que es ingeniero por la Universidad Nacional de Buenos Aires y con grado de doctor en Metalurgia y Ciencias Materiales por la Universidad de Pennsylvania; ha recibido becas y estímulos por parte de la UAM; es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias; obtuvo la beca Mellon del Instituto Tecnológico de Massachussets; fue árbitro de la National Science Foundation de Estados Unidos y es autor de una treintena de artículos publicados en reconocidas revistas nacionales y extranjeras.
Para Schoijet, quien desde hace 15 años ha intentado incorporarse al SNI, esta decisión podría tratarse de un "castigo". Refirió que en 1991 publicó el libro La ciencia mexicana en la crisis, que critica la política del sector en México, además de su militancia "antinuclear" y que ha publicado en revistas de instituciones consideradas "políticamente incorrectas", como el Instituto de Investigaciones Económicas y la Facultad de Economía de la UNAM.