DOMINGO Ť 4 Ť MARZO Ť 2001
Ť Los ex presidentes de la República no fueron convidados a la conmemoración
El PRI cumple 72 años; no hay festejo
Ť Los 19 gobernadores del partido permanecerán en sus estados; igual diputados y senadores
Ť A la ceremonia, en el Teatro de la República, sólo acudirán 700 militantes seleccionados
ENRIQUE MENDEZ
El PRI conmemora hoy -porque poco hay que festejar- su cumpleaños 72 sin pastel ni candelas, y queriendo deshacerse de su pasado, pero añorando sus viejas glorias, los tiempos idos. Así que para este domingo los ex presidentes de la República no están convidados y la dirección ni siquiera discutió si había que convocar al candidato perdedor, Francisco Labastida Ochoa, y el ex gobernador Roberto Ma-drazo Pintado.
"Nunca hablamos de ellos ni para plantear si debían estar o no", dijo una fuente del CEN. Sólo asistirá Humberto Roque Villanueva como ex presidente del partido, y el senador Manuel Bartlett Díaz podrá participar en la ceremonia que organice el comité estatal de Puebla.
Hace dos años los priístas perdonaron sus pecados políticos a los ex mandatarios, pero tenerlos hoy en el Teatro de la República de la capital de Querétaro habría implicado invitar incluso a Ernesto Zedillo Ponce de León, a quien le atribuyen la derrota del 2 de julio, y se rebelaron en su contra al día siguiente, en Los Pinos, para mantener en la dirección a Dulce María Sauri, quien finalmente se quedó con el partido muy a pesar de los que querían que se fuera.
El martes 20 de febrero de este año, la cúpula priísta abrió la discusión en su reunión semanal de si convenía o no que los cinco ex presidentes vivos conmemoraran, junto con el priísmo, esta fecha.
El argumento que terminó con el debate fue que los ex presidentes ya llegaron al máximo cargo que un priísta puede aspirar y que no "tiene sentido" que estén presentes hoy. "Ya están alejados de la vida política", fue el toque final. Y entonces el CEN optó por lo más saludable: imponer la "sana distancia".
La herencia del desprestigio
Qué diferencia del aniversario 70, cuando hasta les aplaudieron a Luis Echeverría Alvarez, a José López Portillo, y hasta a Miguel de la Madrid Hurtado, a quien la vieja clase política priísta responsabilizó de haberla sustituido por los tecnócratas educados en el extranjero, especialmente Carlos Salinas de Gortari y la herencia de desprestigio que dejó al tricolor.
La ceremonia de este domingo, entonces, es sólo para los últimos priístas con poder en el partido, porque también Sauri Riancho envió cartas a los 19 gobernadores priístas, a todos los diputados y senadores para que se quedaran hoy en sus estados a organizar su propia conmemoración.
Sólo hay lugar para 700 priístas seleccionados. Pero como en todas las familias, siempre hay ovejas desacarriadas: un grupo de militantes que integran la Corriente Crítica (con registro en el CEN), planean irrumpir hoy -en el Teatro de la República- en el momento preciso en el que Sauri Riancho esté presentando su discurso.
"Vamos a tomar la tribuna por asalto si no se nos permite hablar", dijo el dirigente de esa agrupación, que ya trae bajo el brazo un comunicado de dos cuartillas que se titula ƑQué festejamos los priístas?
En dicho documento se cuestiona que haya festejo este domingo: "ƑQué festejamos, si seguimos en la simulación de siempre, en el autoelogio falso de que somos la primera fuerza de México?".
Y es que las preferencias electorales del partido están muy por debajo de aquellos carros completos de hace apenas dos sexenios. Las intenciones de voto en estos días previos al arranque de una larga jornada de elecciones que concluyen en noviembre son de sólo 19 por ciento, ap
enas arriba de lo que tiene el PRD y muy por debajo de las del PAN, que se sitúan en más de 40 por ciento a nivel nacional.
Pero las críticas de la Corriente Crítica no pararán ahí. También se exigirá al sector obrero, y en especial a Leonardo Rodríguez Alcaine, que deje de "ponerse de rodillas" frente al gobierno en turno y a la clase empresarial. "ƑNo que iban a hacer huelga si ganaba Fox, señor Rodríguez Alcaine?", le soltarán hoy a La Güera.
Eso, si es que primero los dejan entrar al teatro, porque no tienen invitación. Aunque cachorros de lo que queda del otrora partidazo, algo han aprendido de la vieja alquimia y han optado por clonar gafetes.
De la línea al no me acuerdo
Hoy a los priístas les da pena admitir que algún día se sometieron a la línea, incluso del último presidente surgido del tricolor, y buscan desterrarla aunque hay críticas que no por ello son más legítimas, como la de Roberto Madrazo Pintado, quien asegura que todavía en el PRI se pretende imponer las decisiones de la cúpula.
El 4 de marzo de 1999 incluso le aplaudieron a Zedillo cuando les fue a dar línea sobre cómo elegir al candidato presidencial, en una especie de convención de delegados al Consejo Político Nacional, que derivó, finalmente, en la consulta a la militancia y a la sociedad del 7 de noviembre de ese mismo año.
En ese aniversario, Zedillo reivindicó su derecho a decidir cómo se nombraría a su eventual sucesor, aunque él mismo le había pedido en una convención priísta en Acapulco al entonces presidente del partido, Mariano Palacios Alcocer, que le "cortara" el dedo:
"Como militante de toda mi vida y como el priísta que ha obtenido, y lo digo con mucho orgullo, la mayor votación en la historia del país (17 millones de votos), tengo pleno derecho y toda la autoridad moral y política para opinar sobre las características del proceso..."
Siempre en la sombra, y soterradas, hubo protestas como la de aquel que parafraseando a Enrique González Pedrero soltó: "la densidad del país de un solo hombre"; o como la del legislador anónimo: "pues sí, el presidente nos vino a recordar su derecho a decidir. Nos vino a decir que sí se cortó el dedo... pero que ya no lo vuelve a hacer. ƑY qué?..."
Palacios Alcocer, por ejemplo, decía que el presidente se había cercenado el índice, pero también planteó entonces: "pero le quedan 19".
Aun así los militantes y la cúpula del PRI se lanzaron a preparar su proceso, con la premisa presidencial de que "šlos priístas unidos no tenemos rival que nos detenga!".
Al año siguiente, ya con Francisco Labastida Ochoa como candidato presidencial electo en un proceso cuestionado, Zedillo se abstuvo de participar en el festejo. El PRI seguía confiado en su aparente ventaja -que no era tal, como recientemente aceptó el propio Labastida-, y le dio todos los reflectores al ungido.
Pero el propio candidato nunca se desmarcó de Zedillo. Más aun: en su discurso del 4 de marzo de 2000 le ofreció una flor: "Vamos a ganar porque el presidente de México, Ernesto Zedillo, conduce a la nación sin desmayos ni titubeos, con la visión de estadista que la nación requiere, para orgullo de quienes somos sus compañeros de partido".
Once meses después, en la sesión del Consejo Político Nacional, Labastida pidió a los reporteros que no lo relacionaran con el ex mandatario. "yo me manejo solo".
Las preferencias priístas iban a la baja, como se reconocía en el propio equipo de campaña que difundía encuestas a pasto, pero aun así el propio Labastida quiso animar a sus compañeros de partido: "hay PRI en el gobierno para muchos años más".
Tres meses después la realidad fue otra y hoy el PRI no está en el gobierno federal, tiene una ventaja pírrica en el Congreso de la Unión, conserva 19 gubernaturas, y la mayoría de las presidencias municipales y en 22 congresos estatales, pero no controla las ciudades más importantes del país.
Debut como opositores
Sin rubor, el propio partido definió ayer su situación electoral, en un comunicado alusivo a su aniversario 72: "Somos oposición al gobierno federal".
Continúa sumido en la discusión sobre las causas de su derrota, en el debate por ver quién se queda con el control -que no con el poder, porque según Sauri Riancho éste ya no existe en el CEN-, buscando cómo salir de la debacle, y recibiendo fallos en contra de un Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ayudó a confeccionar con su mayoría en la 56 Legislatura del Congreso de la Unión.
Ellos mismos calificaron esa reforma electoral de 1996 como la "definitiva", pero hoy han amagado con acotar al tribunal y echan pestes de los magistrados, a los que la propia dirigente priísta ha calificado como "cochinos, los padres de los marranos".
Con todo, tiene que enfrentar 15 procesos electorales y sus perspectivas de triunfo no son las mejores. Por eso ha constituido una comisión de apoyo a los procesos electorales locales, que ya se instaló el viernes y coordinará Rafael Rodríguez Barrera, quien fuera presidente del PRI por un mes.
Cuando ésta comience a trabajar, ya estará a punto de realizarse la elección de gobernador en Yucatán y tendrá que convertirse en una especie de gestora de las necesidades de los candidatos para respaldar sus campañas.
El Firuláis, "accidente de la historia"
Se espera que hoy, finalmente, el PRI defina su posición frente al gobierno foxista, porque aun cuando se esbozó en el Consejo Político, entonces el partido todavía tenía esperanzas de que el tribunal fallara a su favor en el caso de Jalisco.
Los priístas se irán a meter a un corral ajeno, aunque no les preocupa tanto. Jocoso, el secretario de Elecciones del CEN del PRI, Felipe Solís Acero, definió ayer:
"Ya dijo Marcos que el gobernador Ignacio Loyola es El Firuláis. Nosotros decimos que es un accidente de la historia que en modo alguno debe ensombrecer el carácter histórico de Querétaro. Y al fin que ya se sabe que cuando llegan los revolucionarios Loyola se va y esperamos que no esté".