DOMINGO Ť 4 Ť MARZO Ť 2001

Ť El EZLN despertó la conciencia sobre las etnias

Los indígenas, clave para una nueva sociedad: Samuel Ruiz

Ť La insurgencia chiapaneca, llamado a la participación de los grupos civiles que no aspira a la toma del poder, dice

AP

San Juan, Puerto Rico, 3 de marzo. La insurgencia indigenista en Chiapas responde a una toma de conciencia de las culturas americanas antiguas en todo el continente, afirmó aquí el obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal, Samuel Ruiz.

Señaló que el levantamiento zapatista tiene la particularidad de no aspirar a la toma del poder, sino que intenta propiciar la participación activa de la sociedad civil en los procesos políticos.

"Chiapas no es el centro del universo, sino que es un lugar que afortunadamente tuvo acontecimientos que se entrelazan con un evento de nivel continental, que es la emergencia del indígena como toma de conciencia de ser sujeto de la historia", dijo el prelado.
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Esa situación, sostuvo, se hace evidente en Estados Unidos, donde inmigrantes de otras regiones como son los europeos, aparentan haberse insertado plenamente a la cultura norteamericana, mientras que los latinos se mantienen arraigados a su identidad cultural.

"Hay una persistencia en su identidad y perderán a veces la práctica, la corrección en su lengua, pero no la identidad cultural", comentó.

El obispo señaló que esa realidad no ocurre de forma aislada sino que "es un fenómeno inserto en la herencia de lo indígena".

"En todo el continente emerge el indígena después de 500 años de opresión... Los indígenas han desaparecido, ha habido una agresión muy fuerte a sus culturas y no obstante emergen después de 500 años con una toma de conciencia de su identidad, de su dignidad", dijo.

Desde su punto de vista, el religioso opina que ese fenómeno se está produciendo en todo el continente americano y con el tiempo propiciará la transformación de la sociedad a la que aspiran los zapatistas.

"La presencia del indígena es un factor determinante en la construcción de una sociedad nueva y en ese contexto ponemos a Chiapas", sostuvo.

Entre las particularidades que tiene el alzamiento de Chiapas, Ruiz García destacó además el poco tiempo que duró el enfrentamiento armado.

"No hay 35 o 40 años de guerra como en Guatemala u 11 como en El Salvador, sino 11 días de guerra activa, solamente", dijo.

Resaltó que la lucha zapatista surgió por un momento de imposibilidad de continuar subsistiendo para decir 'ya basta', pero invitando a la sociedad civil para una participación cívico-política para la transformación de la sociedad.

"El factor y actor de cambio es la sociedad civil", aseveró.

Ruiz García vino a Puerto Rico para unirse a una jornada en conmemoración del asesinato del obispo Oscar Arnulfo Romero, ocurrido en El Salvador en 1981.

El religioso fue propuesto en dos ocasiones para el Premio Nobel de la Paz por su mediación entre el gobierno mexicano y el EZLN, desde su levantamiento armado en enero de 1994.

Su llegada al país caribeño coincide con la marcha de los rebeldes zapatistas a la ciudad de México, donde esperan que el Congreso apruebe la ley sobre derechos y cultura indígenas.

De acuerdo con Ruiz García, la reacción internacional a la marcha "indica que es una opción clara por una solución pacífica de la situación".

"Es una caminata sin retorno", dijo. "Dentro de la expresión concreta de los zapatistas no hay una vuelta a lo militar", añadió.