VIERNES Ť 2 Ť MARZO Ť 2001

MELON

Ť Luis Angel Silva

Caracas, la bella

CARACAS, CIUDAD DE contrastes, bella, bulliciosa y rica en cultura. En lo que a música respecta, de todo como en botica: clubes y orquestas para todos los gustos y bolsillos. Su gente amable en grado superlativo, me dejó con enormes deseos de regresar.

EN CUANTO A sus músicos es gratificante encontrar un respeto notable para los elementos veteranos y orgullo por sus valores actuales. No sólo Oscar de León y la Dimensión Latina son populares sino también la Orquesta Yambeque, La Charanga Típica, El Combo Antillano, Coco y su Sabor Matancero, el grupo Mango y el Sexteto Juventud, que me acompañó y con el que se cocina algo que espero se haga realidad, ya que eso me devolvería a suelo venezolano.

VICTOR DIAZ, ALFREDO Churión, Héctor Castillo, así como Luigi De Lelis, son los promotores "culpables" de que la música afroamericana llene la ciudad a través de sus programas de televisión y radio. Algo que me llenó de gusto y alegría fue enterarme de la admiración que le guardan a Tony Camargo, Memo Salamanca y la Sonora Veracruz de Toño Barcelata, la cual desgraciadamente hace tiempo que hizo mutis, pero sus grabaciones todavía suenan en la tierra del Libertador.

ES DIGNO DE mencionar el Afinque de Marín donde se reúnen percusionistas de todas las edades y puede decirse que es escuela que surte no sólo a las orquestas sino al espectáculo caraqueño, así mismo las parroquias que equivalen a nuestros barrios, como La Pastora, San Juan, Guarataro y San Agustín. En La Pastora conocí a un percusionista de cepa llamado Piñango, en franca recuperación de dos infartos, que amablemente me recibió en su casa y me mostró la manera de tocar el merengue venezolano, nada que ver con el dominicano, así como la forma de tocar las maracas en la música folclórica de este país.

MUY AGRADABLE RESULTO conocer a Nico Monterola, percusionista y fabricante de tambores de gran calidad, con mucha demanda entre los soneros venezolanos. Lo mismo puedo decir del Pavo Frank Hernández, que tiene un disco sensacional, que ha viajado de la seca a la meca con su batería y similares; fenomenal conversador, que manifestó ser alumno de Leo Acosta y haber tenido el disgusto de conocer a Venus Rey, el cual en la primera entrevista le preguntó, Ƒcuándo se va?

EL LUGAR DONDE se reunen los músicos se llama "La Matica", ubicado frente a lo que fue Radio Continente, donde se presentó Beny Moré, del cual en otra entrega le relataré, amable lector, como la Voz de Oro de Cuba le entró a tubazos a Max Pérez, un boxeador metido a empresario y tranza natural.

NO QUIERO DEJAR de nombrar a dos personajes con toda la barba. Uno es Nelson Carreño, el taxista del sabor, que atesora una impresionante colección de casetes en su coche, donde la música no para un instante, y tuvo a bien encargarse de mi transportación mientras estuve en suelo venezolano.

EL OTRO ES un cábula llamado Ricardo Escalona, musicólogo experto en Machito, conversador incansable, que me contó infinidad de anécdotas de todas las orquestas que escuchó en sus años mozos ya que es un chavo septuagenario.

QUEDA MUCHO EN el tintero y sin que esto suene a falta de respeto, soneros aztecas tómenlo como aviso. Hace rato que se han dejado comer el mandado y la calidad de músicos de otros lares les está acechando. Dejen de ser los mejores en el café, la cantina y los lavaderos, y empiecen a serlo en la tarima que es la que da y quita.

POR ULTIMO, MI agradecimiento a Luigi De Lelis que hizo posible mi presencia en Venezuela. Con un hasta luego, vale.