VIERNES Ť 2 Ť MARZO Ť 2001
Ť Colección de La Jornada
Drucker: la labor científica nacional, noticia no comercial
MIRYAM AUDIFFRED
A decir del investigador René Drucker Colín, la actividad científica mexicana es considerada una noticia de escaso interés, no comercial, poco redituable y difícil de comunicar sobre todo en países cuya cultura científica se remonta apenas a unas cuantas décadas. ''Cuando excepcionalmente se abordan (en los medios de comunicación) asuntos relacionados con la ciencia mexicana, los programas se transmiten en horarios que aseguran poca audiencia y tratan temas más que nada sensacionalistas", asegura.
Para cambiar esta situación, La Jornada Ediciones ha creado la colección Galería Científica Mexicana cuyos dos primeros tomos fueron presentados de manera oficial la noche del miércoles en el Palacio de Minería, en el contexto de su Feria Internacional del Libro.
Compilados por René Drucker y Patricia Vega -responsable del suplemento Lunes en la Ciencia, publicado desde enero de 1998- los volúmenes reúnen 103 entrevistas realizadas a miembros de la comunidad científica nacional con el afán de difundir su quehacer y brindarle un rostro a los investigadores del país.
En palabras de los coordinadores de la serie, ''la meta es que los científicos pudiesen llegar a ser tan familiares para el público lector como lo pudieran ser los deportistas, cantantes, artistas, etcétera".
Escasa matrícula
Dividida en tres grandes rubros -ciencias naturales y de la salud, ciencias exactas y ciencias sociales y humanidades- la colección fue dada a conocer mediante un acto que permitió a Julieta Fierro, titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalar que ''hay crisis en la ciencia mexicana porque cada vez se inscriben menos jóvenes en las carreras científicas".
Segura de que estos tomos funcionarán como ''orientadores vocacionales", Fierro añadió que Galería Científica Mexicana servirá para mostrar el lado propositivo de una actividad que, generalmente, es asociada a las guerras, los daños ecológicos y la devastación.
Por su parte, Esther Orozco -titular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional- enfatizó que la serie es un ''alegato vivo" en defensa de la calidad del trabajo científico nacional y de la decisión de sus protagonistas. Sostuvo que los investigadores ''no hemos hecho votos de pobreza", como lo señaló el pasado lunes el titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Jaime Parada.
''Los votos de pobreza -enfatizó Orozco- los han impuesto políticas equivocadas y poco generosas" que no han comprendido que ''en la base de la pirámide del buen vivir está el bien saber".
Por ello, sin una política de Estado que ubique a la educación, la ciencia y la tecnología en el centro de sus estrategias no habrá desarrollo en el país.
Y es que, en su opinión, el financiamiento de la actividad científica debe seguir en manos del Estado y si el gobierno no lo asume, "causará la debacle", concluyó la investigadora.