VIERNES Ť 2 ŤMARZO Ť 2001
Ť Las irregularidades halladas son de los dos o tres últimos años, según el primer reporte
En marcha, una auditoría en la Lotería Nacional; "continuará a fondo, caiga quien caiga": Borbolla
FABIOLA MARTINEZ
La Secretaría de la Contraloría de la Federación inició hace seis semanas una auditoría en la Lotería Nacional para determinar la magnitud de presuntas irregularidades en la operación de esta paraestatal.
Según el primer reporte en poder de la directiva de esta institución, se presume que podría haber "problemas muy serios" en la operación del área de sistemas, esto es, en el engranaje de información interna, sistemas de contabilidad y recepción de billetes.
"La auditoría continuará a fondo, hasta donde sea necesario, caiga quien caiga; presumimos (que las irregularidades) son de años recientes, de los últimos dos o tres", señaló Sergio Borbolla, director general adjunto de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública.
Dijo que iniciarán un programa de restructuración para restituirle a la Lotería su credibilidad y la dignidad del billetero: "Se ha dicho que esta institución ha fungido como la caja chica del gobierno, pero nosotros haremos todo para que ésta sea una caja de cristal, transparente".
Sustentado en un plan de restructuración en marcha, los directivos de la institución eliminaron la atención médica privada para los billeteros de la ciudad de México; realizarán despidos en la plantilla de personal de confianza y cancelaron, desde ayer, el servicio médico en el hospital Mocel para los trabajadores y jubilados de la institución. A partir de ayer, los empleados son atendidos en el sanatorio Durango.
La dirección del organismo prevé cambios en la estructura operativa, administrativa y financiera con el fin de elevar las ventas y canalizar más recursos para la asistencia pública, toda vez que el año pasado esta institución sólo entregó para servicios de asistencia pública, canalizados a través de la Tesorería de la Federación, 5.7 por ciento del total de ventas, rubro calculado en 4 mil 900 millones de pesos.
Esta "racionalización de gastos" obedece también a que las erogaciones de la Lotería pasaron de 17.5 a 24 por ciento de 1994 al 2000, mientras las ventas siguen a la baja.
"No estamos en números rojos, aún son números negros, pero de ninguna manera es una cifra de la que estamos orgullosos... recibimos una institución con muchos problemas, una papa caliente, porque las decisiones de las administraciones anteriores no fueron las más acertadas", expresó Borbolla en entrevista.
Los ajustes en el servicio médico privado y en la plantilla laboral han despertado la molestia de un grupo de billeteros capitalinos, quienes preparan una "contrapropuesta" que evite más confrontaciones como la del pasado martes, cuando estuvieron a punto de bloquear la celebración del sorteo ordinario de la Lotería Nacional.
Reunidos en asamblea, los billeteros encabezados por Mario Montes, quienes a decir de la dirección sólo contribuyen con 8 por ciento de las ventas de la Lotería Nacional, acordaron dar un "tiempo para el diálogo", como única alternativa para evitar problemas más graves o un paro de billeteros.
En tanto, representantes de unos 200 jubilados de la Lotería solicitaron ayer que no se les cancele el servicio en el Mocel, donde reciben mejor atención y se encuentran en tratamientos de enfermedades crónicas, señalaron los trabajadores en retiro.
Para los nuevos funcionarios de la Lotería hay un aspecto claro: no darán marcha atrás en ningún punto de su programa, "no cederemos a presiones de ningún tipo", advirtió Borbolla, al argumentar que la institución no puede soportar la carga de una plantilla de mil 500 empleados de confianza e igual rango de prestaciones para empleados y cada uno de los billeteros "con quienes la Lotería tiene una relación estrictamentemercantil, no son empleados, y además han reducido drásticamente su productividad".
Reconoció, sin embargo, que el billete de lotería ha perdido aspectos atractivos para la población, por lo que aplicarán un programa de modernización y cambio de imagen y retornarán al esquema de "tres últimas cifras", esto es, repartir el monto del premio mayor entre todos los que posean billetes con dicha terminación, en los casos que el billete con el número afortunado con el premio "gordo" no se venda.
De igual forma, se comprometió a modernizar la capacidad y servicios de los hospitales a los que fueron canalizados cientos de billeteros (una clínica, el Hospital de Jesús y el IMSS) e incluso a gestionar la atención médica "en cualquier hospital, cuando haya un caso de urgencia que así lo requiera"