VIERNES Ť 2 Ť MARZO Ť 2001

Una plaga maligna

Existen millones de personas que, sin cuestionar, se colocan bajo la égida de frases efectistas, a las cuales consideran máximas filosóficas.

Esas frases ''son una plaga maligna de las peores que pueden asolar el mundo'', afirma José Saramago en su libro más reciente, La caverna.

Algunas de ésas pueden encontrarse en almanaques o en agendas ''ejecutivas''. Una de ellas dice: ''Un joven guiando a otro joven es como un ciego guiando a otro ciego''.

Y tras leerla muchos consideran que sólo es posible confiar en los viejos y en las personas que ven.

Pero, Ƒquién no ha visto a un ciego desempeñarse como lazarillo eficiente? Un invidente que conozca el camino puede ser un buen guía, igual que un joven.

Y hay otras frases que indignan, por ejemplo, una que está impresa en una agenda de 2001, la cual se encuentra en cientos de escritorios, y dice: ''No tiene la culpa el Indio, sino el que lo hace gerente''.

ƑCómo no entender, entonces, la lucha de los indígenas si el desprecio por éstos continúa en este siglo XXI, aunque escriban Indio con mayúscula inicial?

Y otras frases no son efectistas, sino vacías, como ésa que se repite tanto por estos días en las dos televisoras más grandes de México: ''Sí a la paz''.

Nadie se puede oponer a un fin del conflicto en Chiapas, pero decir ''sí'' nada más, sin hablar de la dignidad, la justicia y la libertad que debe acompañar a la paz, no puede tomarse muy en serio, aunque esa frase sea firmada por millones de personas.

ADOLFO CERVANTES ORTIZ