Ť Habla León-Portilla, autor del libro Tonantzin
Guadalupe. Pensamiento náhuatl
El día que ya no se adore a la virgen del Tepeyac entonces se extinguirá la nacionalidad mexicana
Ť El historiador traduce y comenta el más antiguo testimonio de la aparición mariana
Ť Los indígenas repensaron la religión cristiana acorde con su visión del universo, dijo
ARTURO JIMENEZ
El día en que ya no se adore a la virgen del Tepeyac en México, significará que habrá desaparecido no sólo la nacionalidad mexicana sino hasta el recuerdo de los habitantes de este país, dijo Miguel León-Portilla retomando esa afirmación hecha en el siglo XIX por Ignacio Manuel Altamirano.
Y eso que Altamirano era un indígena nahua y un intelectual liberal ''nada mocho", precisó el historiador en El Colegio Nacional, donde la noche del miércoles se presentó Tonantzin Guadalupe. Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el "Nican mopohua". Se trata de un libro en el que León-Portilla traduce y comenta el Nican mopohua, el más antiguo testimonio conocido de la aparición mariana.
El investigador insistió en el hecho de que hoy, cuando el hombre indígena se torna cada vez más presente en la demanda de respeto y aceptación a sus derechos y cultura, es interesante recordar que el símbolo guadalupano fue recreado en un texto escrito en náhuatl acorde con el pensamiento mesoamericano, pese a que esta civilización estaba ''ya muy herida".
Explicó que los indígenas, como lo hicieron los griegos y otros pueblos, ''repensaron la religión cristiana" en función de su visión del mundo e incluso de su pensamiento religioso. ''Y ese es otro timbre de gloria del mundo mesoamericano".
El clásico de un sabio indígena
Escrito en náhuatl en el siglo XVI, al parecer por el sabio indígena y tlamatini Antonio Valeriano, el manuscrito original del Nican mopohua, sin embargo, no se ha encontrado y sólo se conocen copias posteriores. Una de estas últimas, la más antigua y que se encuentra en una biblioteca de Nueva York, es la que utilizó León-Portilla.
Valeriano, por cierto, fue gobernante de los indígenas de Azcapotzalco y luego de la ciudad de México durante los primeros años de la Colonia. Por ello el historiador trajo de nuevo a cuento la ''triste y terrible verdad" o paradoja de que durante el Virreinato se permitió la existencia de tlatoanis, reconocimiento que terminó con la Independencia.
Pese a que su maestro Angel María Garibay le aconsejó ''no incursionar mucho" en el escabroso tema guadalupano si quería vivir tranquilo, el autor de Visión de los vencidos se lanzó a traducir el Nican mopohua.
El tema, argumentó, es apasionante en términos históricos o antropológicos, pero también se trata de un texto de gran belleza y nivel poético.
Aparte de León-Portilla, Tonantzin Guadalupe (FCE) fue comentado por Ernesto de la Torre Villar, Francisco Morales y Patrick Johansson Keraudren. El primero resaltó el rigor y claridad de los comentarios y de esta nueva traducción.
Morales dijo que no se trata de una versión más y ubicó el libro como indispensable en el estudio del fenómeno guadalupano. Hizo un acercamiento detallado a cuestiones teológicas presentes en el Nican mopohua y aseguró que, aparte de su marcada influencia mesoamericana, presenta una versión más completa sobre temas cristianos que otros textos europeos. Por ejemplo, acerca de la figura de Jesucristo.