VIERNES Ť 2 Ť MARZO Ť 2001

Ť Descarta el gobierno indonesio establecer el estado de emergencia en la isla

Controlada, la violencia interétnica en Borneo

Ť La violencia provocó 469 muertos Ť Unos 25 mil madurenses, en campos de refugiados

DPA, AFP, AP Y PL

Yakarta, 1o. de marzo. El gobierno de Indonesia decidió abstenerse de decretar el estado de emergencia en la provincia de Kalimantan Central por considerar que la situación se encuentra ya bajo control, tras la violencia interétnica que en los últimos días cobró la vida de 469 personas. La decisión fue adoptada por la vicepresidenta del país, Megawati Sukarnoputri, luego de recorrer la región. No obstante, no pudo evitar llorar al constatar la desesperación y el dolor de los refugiados madurenses, que han huido de las masacres de los nativos dayaks.

INDONESIA36 Sukarnoputri, en ausencia del presidente Abdurrahman Wahid, quien se halla de gira en el extranjero, al recorrer algunos de los campos de refugiados en que se encuentran unos 25 mil madurenses, comprobó el pésimo estado en que viven esas personas ante la escasez de alimentos, agua potable y medicinas.

"Me agrada escuchar que los parlamentarios locales hayan pedido que no se impusiera un estado de emergencia", dijo la vicepresidenta, quien recibió pedidos de ayuda de los madurenses, naturales de la isla de Madura, en Java, de religión islámica. Añadió que la medida de urgencia era innecesaria porque la situación tras las masacres se ha normalizado tanto en la ciudad de Sampit como en la capital provincial de Palangkaraya.

Al respecto, la vicepresidenta recibió un informe sobre el control de la situación y de que había un retorno a la normalidad. Líderes de los dayaks también se manifestaron contrarios a una medida extraordinaria en la zona. "No lo necesitamos. El éxodo de los madurenses ya ha comenz ado y los mercados volvieron a funcionar", declaró uno de ellos, Mohammed Usop.

Se estima que unos 40 mil madurenses han tenido que emigrar en los últimos días y que restan en la región unos 15 mil. Pero, los dayaks han anunciado que quieren expulsarlos a todos, pues acusan a esos immigrantes llegados hace decenas de años de no respetar sus costumbres, de robarles sus tierras, acabar con sus bosques y porque a menudo ocupan posiciones sociales por encima de los dayaks.

Reportes de prensa señalaron que unos 3 mil refugiados que huían de la violencia interétnica en la parte indonesia de Borneo, en la localidad fluvial de Sampit, prácticamente asaltaron un barco este jueves luego de observar que varios cuerpos decapitados descendían el río. Con todo, Sampit parecía en calma.

Aunque las tropas y fuerzas de seguridad enviadas desde Yakarta para poner fin a la violencia han sido acusadas de pasividad o incompetencia ante las masacres perpetradas, se informó que en las últimas 48 horas arrestaron a 125 nativos dayaks acusados de asesinar a indonesios de Madura, e incluso decapitarlos con machetes y cuchillos, sus armas tradicionales.