JUEVES Ť Ť MARZO Ť 2001

Ť Informe del Senado de EU revela redes de corrupción en el sistema bancario

Citibank y cártel de Juárez, en lavado vía Argentina

Ť Empresarios cercan a De la Rúa advirtiéndole que si indaga se agravará el riesgo-país

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 28 de febrero. Al tiempo que medios locales advierten sobre un "contrataque de la mafia financiera", a través de un presunto golpe de mercado para detener las investigaciones sobre lavado de dinero en las que aparecen involucrados bancos argentinos y estadunidenses, los banqueros Raúl Moneta y Aldo Ducler, vinculados con la pasada administración de Carlos Menem, figuran como personajes centrales en el informe sobre el tema difundido hoy por el Senado de Estados Unidos. Pero no son los únicos.

Se ha establecido que el Federal Bank de Bahamas era una entidad pantalla, sin oficinas físicas, que pertenecía al banquero Moneta y su grupo, encargada de lavar dinero en triangulación con el Banco República, del mismo dueño, y el Citibank de Nueva York. Moneta se asoció con Richard Handley, ex presidente del Citibank en Buenos Aires, para formar el llamado CEI-Citicorp, entidad denunciada infructuosamente aquí durante los pasados años.

Otro banco señalado es el M.A. Bank, otra entidad fantasma registrada en Islas Caimán y propiedad del grupo Mercado Abierto, de Aldo Ducler, que movió millones de dólares del cártel de Juárez a través de sus cuentas, también triangulando con el Citibank de Nueva York.

De acuerdo con el diario Clarín, durante la audiencia del 2 de marzo que discutirá el informe elaborado por la subcomisión de Investigaciones Permanentes del Senado estadunidense, que preside el demócrata Carl Levin, quedaría en claro que parte del dinero de la empresa Daforel (entidad también fantasma con sede en Uruguay, y que fue utilizada en el caso de la venta ilegal de armas argentinas a Croacia y Ecuador, entre 1991 y 1995) habría pasado también por el circuito del Citibank y del Federal Bank.

Todos estos manejos financieros fueron denunciados en su momento, sin que Pedro Pou, el polémico presidente del banco central de Argentina, hiciera nada. Más aún, una y otra vez, Pou salvó al banquero Moneta de varios tropiezos financieros, a pesar de las denuncias y sospechas que rodeaban al entonces llamado "banquero del poder", por sus reuniones con Menem.

Pero ante este escándalo, que aumentó al adelantarse en los últimos días el contenido del informe del Senado estadunidense, los banqueros y grandes empresarios enriquecidos durante la pasada administración han organizado "un cerco" sobre el presidente Fernando de la Rúa, para advertir que si se continúa investigando se agrava el "riesgo país".

Anoche, el mandatario centrista recibió la visita de empresarios de las principales firmas locales, casi todas multinacionales. Los empresarios, por su parte, han manifestado su apoyo a Pou, insistiendo en que su salida empeoraría el clima financiero y pondría en peligro la paridad del peso frente al dólar.

El ex presidente Raúl Alfonsín advirtió que son "mafiosos" los que "piensan que no se debe investigar y ponen obstáculos y aducen que esto puede aumentar el riego país o producir huida de capitales". Alfonsín -titular de la Unión Cívica Radical (UCR), partido al que pertenece De la Rúa y que forma la alianza gobernante junto con el Frente País Solidario- señaló la víspera que personalmente hubiera preferido que el tema del lavado surgiera a partir de las propias investigaciones del banco central y no que tuviera que intervenir el Senado estadunidense.

También defendió con energía a la diputada Elisa Carrió -de la UCR, aunque en rebeldía-, quien, junto con su colega demócrata de Mendoza, Gustavo Gutiérrez investigó y denunció estos hechos. Carrió nunca dejó sus indagaciones, a pesar de las presiones y la soledad en que la dejaron. "Creo que lo que ella está haciendo le hace bien al país, y que esto debe ser una cuestión de Estado en la que habría que poner un especial énfasis", dijo Alfonsín.

El informe del subcomité del Senado divulgado hoy amplía el que se conoció el 5 de febrero pasado, divulga los casos como parte de una pesquisa sobre el papel de los bancos estadunidenses como el Citibank en lavar dinero vía bancos del exterior, seguirá ahora con audiencias en las que tres directivos argentinos del Citibank se presentarán a declarar.

Ahora, el informe del Senado determinó que unos 7.7 millones de dólares del cártel de Juárez fueron lavados a través del M.A. Bank. Algunas de las evidencias citadas corresponden a la llamada operación Casablanca, de 1998, por la cual Estados Unidos denunció la participación de varios bancos en el blanqueo de fondos.

Si la caja de pandora se abriera no dejaría nada en pie, pero varios analistas locales consideran poco probable que Estados Unidos investigue sus propios paraísos fiscales o castigue a reponsables y cómplices, porque el establishment se tambalearía.

Según una enviada especial de Clarín a Washington, el Citibank piensa utilizar una carta de Pedro Pou, el hombre puesto por Menem en el banco central, para defenderse en la próxima audiencia del Senado.

La revista Veintitrés señala que los voceros de la "City financiera" local interpretan la caída de los mercados como una reacción de desconfianza ante las investigaciones por lavado de dinero. "Un dilema para Argentina: Ƒel Estado ni siquiera puede investigar actividades delictivas?", se pregunta la nota firmada por un equipo de investigación, que destaca además la rapidez con que se movió el poder financiero para intentar desviar el tema de la atención pública.

También se intentó minimizar el caso del asesinato del financista Mariano Losanovscky Perel y su esposa, el pasado 4 de febrero. Los archivos del asesinado amenazan con destapar un escándalo de proporciones y denunciar millonarias evasiones fiscales y otros negocios sucios.

Involucrados, colaboradores de Menem

El escándalo "involucra a algunos de los principales actores del proceso económico que se abrió en 1989 con la llegada de (el neoperonista y neoliberal) Carlos Menem al poder", señala la revista. Por ello, se intenta que el tema central continúe siendo la crisis financiera, que algunos economistas y empresarios "atribuyeron básicamente a la investigación sobre lavado de dinero, que había comenzado semanas atrás con la difusión del informe del Senado de Estados Unidos". Pou intentó, a su vez, instalar la idea de un "linchamiento público", cuando en realidad las denuncias son de larga data y fueron encajonadas por jueces, que también hoy están bajo la mira de otros procesos.

"ƑPor qué preocupa tanto que se investigue al titular del banco central, que por otra parte tiene abiertas varias causas penales, en algunas de las cuales ya está procesado?, se pregunta Veintitrés. Aparte de Pou, la figura de Moneta -cuyo Federal Bank recibió el dinero de las millonarias mordidas de IBM para el finalmente cancelado contrato de informatización del Banco Nación Argentina- "tiñe de sospechas a sus socios".

Por supuesto que Menen, quien en contra de la voluntad de la mayoría del justicialismo (peronismo) preside ese partido, salió a criticar la "falta de prudencia" en las investigaciones y a advertir que todo está generando una gran inquietud". Algunos observadores locales sospechan que el reciente viaje del ex presidente a Kuwait fue para encontrarse con George Bush y recibir asesoramiento frente a este escándalo.

Por su lado, los bancos, "alarmados por las investigaciones del Citibank intentan detener con advertencias y cimbronazos financieros las investigaciones sobre ellos. O se aceptan sus reglas, o el presidente no termina su mandato, como sucedió con Alfonsín. Y no por intentar una revolución marxista, como denunció Ambito Financiero (periódico derechista) reiteradas veces en estos días", señaló Veintitrés, advirtiendo que los los países aparecen como rehenes en estas circunstancias.