JUEVES Ť Ť MARZO Ť 2001

Ť Crisis sexenales y errores minaron a la institución, señala Mario Laborín

Busca Nafin apoyar a 400 mil pequeñas empresas

Ť Planea aplicar en México esquemas de fomento similares a los de Estados Unidos, dijo

DAVID ZUÑIGA

La banca de desarrollo no ha cumplido su función de apoyo a las empresas porque las crisis recurrentes de fin de sexenio le han impedido planear a largo plazo durante las últimas dos décadas, reconoció el director de Nacional Financiera (Nafin), Mario Laborín.

Ante directivos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), el funcionario anunció que el objetivo de Nafin es apoyar a por lo menos 400 mil de las 700 mil pequeñas y medianas empresas registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que puedan competir contra las importaciones e integrar mil 530 cadenas productivas.

El ex directivo de Bancomer precisó: la meta es reproducir en México la experiencia de la Small Business Administration (SBA, Oficina de la Pequeña Empresa) de Estados Unidos, institución creada en 1953 para impulsar la creación de negocios en ese país mediante programas de financiamiento, capacitación, asesoría y asistencia técnica. Funcionarios de Nafin y la SBA se reunirán el 26, 27 y 28 de marzo.

El crédito al sector privado se ha reducido de 178 mil millones de pesos, en 1994, a cerca de 18 mil millones en 2000, lo que respresenta 90 por ciento; el plazo promedio de los préstamos es de apenas dos años y la mitad de éstos se destina a actividades comerciales, es decir, capital de trabajo.

Uno de los principales errores de anteriores administraciones de Nafin, reconoció Laborín, fue haber recortado 50 por ciento el personal, principalmente en el área de ventas, es decir, aquellos que iban a ofrecer los productos del banco a las empresas, mientras la estructura burocrática se mantuvo casi intacta: había un jefe por cada 1.7 empleados, cuando los estándares internacionales son de un supervisor para ocho empleados, en promedio.

En 1993 Nafin tenía como parte de su red de ventas 75 oficinas con mil 271 empleados. Con el recorte, para 1994 quedaban sólo 32 oficinas y 238 trabajadores. La propuesta es tener 64 establecimientos con 433 trabajadores.

Otra falla fue crear "programas por todos lados" para justificar ejercicios presupuestales, en lugar de identificar las verdaderas necesidades de los clientes.

Adicionalmente, la regulación y supervisión absorben 40 por ciento de los costos del organismo. Al respecto, Laborín anunció que las secretarías de la Contraloría y de Hacienda ya están en busca de alternativas a esta situación. Entre las estrategias para restructurar Nafin, el funcionario destacó las siguientes: constitución de consejos regionales en los que participen empresarios, restablecimiento de la red de ventas para dar a conocer lo que ofrece el banco, división del país en cinco regiones (norte, centro-occidente, centro, sur sureste y Puebla-Panamá), instalación de centros de atención a lo largo de la frontera norte, centralización de las funciones de crédito y fiduciarias.

Nafin también se ha propuesto crear distintas redes en todo el país: de secretarios estatales de Economía, de uniones de crédito (se planea rehabilitar al menos 200) y otros intermediarios no bancarios, como empresas arrendadoras y de factoraje.

Asimismo, está por lograrse un acuerdo con la Asociación de Banqueros de México (ABM) para la depuración del Buró de Crédito, que lleva el registro de todas las personas y empresas con adeudos bancarios.